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Moda 3D: acabaremos imprimiendo nuestra ropa en casa
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Moda 3D: acabaremos imprimiendo nuestra ropa en casa

En la moda tridimensional los tallas no existen, todo se imprime a medida. Las dos creaciones digitales, para ángeles o diablesas, nacen de una impresora 3D.

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En la moda tridimensional los tallas no existen, todo se imprime a medida. Las alas, el sombrero y el corsé blancos con los que desfiló Lindsay Ellingson para Victoria’s Secret Fashion Show 2013 solo podía vestirlos ella: escanearon su cuerpo en 3D y se imprimió capa por capa con plástico de nailon. Y luego lo recubrieron con millones de incrustaciones de Swarovski. La espectacular estructura se ajustaba perfectamente a la famosa angelita. Ídem con el vestido articulado modelado para la reina del burlesque, Dita Von Teese, un diseño de Michael Schmidt (autor del conocido vestido de burbujas de Lady Gaga) y el arquitecto Francis Bitonti. La sensual pieza en negro, también adornada con los cristales de la firma austríaca, y que conceptualiza la proporción aúrea del matemático Fibonacci, estaría a la altura de la mismísima Maléfica. Las dos creaciones digitales, para ángeles o diablesas, nacieron de una impresora 3D.

En la última Paris Fashion Week, Iris van Herpendeslumbró con su colección Magnetic Motion, impresa en 3D y con imanes, inspirada en el Gran Colisionador de Hadrones construido en el CERN. La diseñadora holandesa, que fue becaria de Alexander McQueen, es la más reconocida en esta incipiente tendencia de la ropa 3D (incluso ha experimentado con moda inteligente,capaz de generar sonidos cuando se toca). Ella y muchos diseñadores de moda en 3D suelen ir de la mano de arquitectos. Estos se encargan de transformar el dibujo de la diseñadora en un modelo 3D de ordenador apto para los cartuchos de polímeros de la impresora.

La ropa producto de una impresora tridimensional puede calificarse de futurista, extraña y distinta. No está confeccionada con tejido sino con plásticos. Son piezas semirrígidas que se articulan. ¿Algún día imprimiremos nuestra propia ropa en casa? "Lo dudo, porque son estructuras tipo corsé o cota de malla, casi prótesis. Aunque si esa línea de moda evoluciona, sí podría triunfar en los hogares. Te venderían un modelo 3D y cada uno lo materializaría en su impresora 3D doméstica", explica Alberto Valero, director de Innovación y Robótica de Bq. Pero no todo puede imprimirse. Estas máquinas solo admiten materiales que pueden fundirse, ya que funcionan depositando material.

El futuro de la moda en 3D se encuentra en los accesorios y complementos. Bolsos, bisutería, gafas y zapatos. Firmas como Nike ya se han lanzado a este mercado, que el año pasado movió algo más de tres mil millones de dólares, según Wohlers Associates. En 2013, la marca deportiva presentó una nueva línea de zapatillas prototipo, Vapor Carbon, con algunas de sus partes impresas en 3D. Las pusieron a prueba en la pasada Superbowl.

Ahora existen tres modelos, con diferentes sistemas de fijación para distintos deportes (unas para correr más, otras con el fin de optimizar la postura). Algunos jugadores del mundial de Brasil, como Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney y Neymar, lucieron una bolsa impresa en 3D por Nike personalizada con su nombre en letras de oro (para su fabricación no se necesitó pegamento, adhesivos ni ningún otro accesorio).

"Ahora se está utilizando una base de plástico con virutas de madera o de bronce. Y el resultado es que los objetos parecen de madera o de bronce", afirma Valero. Cualquiera que sepa manejar el software de diseño en 3D y sea creativo podría diseñar sus propias joyas, gafas o carteras. Todo personalizado y único. Y los que no saben siempre pueden recurrir a los diseños de otros, por ejemplo, los pioneros de la tecnología 3D Jiri Evenhuisy Janne Kyttanen. Los dos han expuesto su piezas en museos de todo el mundo. Y también idean muebles para imprimir en 3D.

En la moda tridimensional los tallas no existen, todo se imprime a medida. Las alas, el sombrero y el corsé blancos con los que desfiló Lindsay Ellingson para Victoria’s Secret Fashion Show 2013 solo podía vestirlos ella: escanearon su cuerpo en 3D y se imprimió capa por capa con plástico de nailon. Y luego lo recubrieron con millones de incrustaciones de Swarovski. La espectacular estructura se ajustaba perfectamente a la famosa angelita. Ídem con el vestido articulado modelado para la reina del burlesque, Dita Von Teese, un diseño de Michael Schmidt (autor del conocido vestido de burbujas de Lady Gaga) y el arquitecto Francis Bitonti. La sensual pieza en negro, también adornada con los cristales de la firma austríaca, y que conceptualiza la proporción aúrea del matemático Fibonacci, estaría a la altura de la mismísima Maléfica. Las dos creaciones digitales, para ángeles o diablesas, nacieron de una impresora 3D.

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