Se vende por 20 millones la mansión en la que vivió Luis García Cereceda en La Finca

“Se trata de una vivienda única. La más espectacular de toda La Finca”. Así describen varias inmobiliarias la gran mansión en la que un día vivieron Luis García Cereceda y su segunda esposa, Silvia Gómez-Cuétara, y que, tras la muerte del empresario en 2010, pasó a manos de sus hijas, Yolanda y Susana. El inmueble, el más grande de la lujosa urbanización madrileña, cuenta con 2.709 metros cuadrados construidos en una parcela de 13.845 y se ha puesto a la venta por 20 millones de euros, tal y como confirman a Vanitatis fuentes del sector.

Suelo de mármol con calefacción radiante, sistema de seguridad por televisión, sensores magnéticos y ascensor son sólo algunos de los detalles de esta casa, que destaca por su arquitectura contemporánea. Además tiene cinco dormitorios y siete cuartos de baño a los que se unen dos dormitorios y dos baños más que se ubican en un pabellón independiente que está destinado al servicio doméstico. Una distribución que se reparte en dos plantas y a la que se suman un amplio garaje con capacidad para nueve vehículos, dos piscinas (una interior y otra exterior), un gimnasio, una sala de cine, un spa, una sauna y un jacuzzi. Elementos de lujo que componen esta vivienda, que se terminó de construir en 2007, tres años después de que empezase a levantarse, y que ahora sale al mercado por 20 millones de euros “negociables”, según aseguran a este medio las fuentes consultadas.

Las mismas fuentes han confirmado que son varios los clientes interesados en este inmueble, todos ellos extranjeros. Alguno, incluso, ha entablado negociaciones tras visitar la vivienda, pero no se ha conseguido cerrar la transacción. La venta de residencias en La Finca se frenó de forma drástica con el inicio de la crisis, pero fuentes de Procisa, la inmobiliaria encargada de gestionar la urbanización, aseguran que el “interés está creciendo ahora de forma notable”. De ahí que se haya puesto a la venta la mansión de los Cereceda a través de varias inmobiliarias (Realizza, Procisa, La Finca Real Estate, Promora y Engel & Wölkers), la mayoría con intereses compartidos con los Cereceda.

Una casa de anuncio

La de García Cereceda no es una vivienda desconocida para el gran público. Sirvió de escenario para uno de los últimos spots de Cristiano Ronaldo. Hace apenas unos meses, la firma de relojes Tag Heuer confiaba en el crack madridista para que promocionase sus artículos junto a su hijo. Padre e hijo aparecían sentados en una lujosa casa que precisamente era la de Luis García Cereceda, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia.

En el anuncio se puede apreciar la amplitud del salón, la luz de los grandes ventanales y el cuidado diseño de la dependencia, todo ello obra del arquitecto Joaquín Torres. Él se encargó de diseñar y decorar el inmueble con las mejores calidades por petición de su amigo Cereceda. El promotor confió en él a la hora de crear el que fue su hogar cuando la relación entre ellos era tan estrecha que Torres llegó a ser su mano derecha. Una amistad que, tras la muerte del promotor, no ‘heredaron’ sus hijas, Yolanda y Susana, que se enzarzaron con el arquitecto en una cruda batalla judicial.

La muerte de Luis García Cereceda en junio de 2010 sacudió los cimientos de su familia. Tras la desaparición del empresario, su segunda mujer, Silvia Gómez-Cuétara, permaneció viviendo en la casa que compartían. Pero Yolanda y Susana, hijas del primer matrimonio del promotor, con la documentación en mano –ellas heredaron la empresa Procisa, a cuyo nombre estaba inscrita la vivienda– consiguieron desahuciar a su madrastra.