Plantón y cambio de versión de los Franco en su juicio por el "expolio" a Santiago
Visto para sentencia el juicio entre al Ayuntamiento de Santiago y la familia Franco por las estatuas del Pórtico de la Gloria
El Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ha sido el escenario del que puede ser el último asalto del enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Santiago y la familia Franco en su disputa por las estatuas del Pórtico de la Gloria.
La corporación exige a la familia la devolución de dos esculturas de Isaac y Abraham del Maestro Mateo.
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Martiño Noriega, alcalde de Santiago de Compostela, se mostraba confiado este viernes a las puertas de los juzgados de plaza de Castilla, en Madrid: “Estamos confiados en que se devuelva un patrimonio público histórico, que ha sido robado, para el disfrute de todos".
Una herencia de por medio
El juicio había sido aplazado el pasado mes de octubre cuando la familia alegó ante la jueza que aún no se había producido el reparto de la herencia y que por tanto no existía propietario legal de las piezas objeto de la disputa.
A la vista celebrada este viernes por la mañana no ha acudido ningún miembro de la familia Franco, que han delegado su defensa en sus representante legal. La novedad en el juicio ha sido la versión de la defensa ante el juez. Según los Franco, la compra se produjo a un particular a través de un anticuario, algo inverosímil para el consistorio, que asegura que se trata de una versión con poco peso frente a la escritura de propiedad que ha presentado el Ayuntamiento en el juicio.
Los Franco, propietarios solidarios
Además, la defensa ha requerido a la familia Franco para que aclarara ante la jueza otro extremo clave en la disputa. En octubre pasado, los Franco decían no haber recibido la herencia de su madre, Carmen Franco (fallecida en diciembre de 2017), y al mismo tiempo Francisco Franco Martínez-Bordiú iniciaba los trámites para intentar vender su parte del pazo de Meirás y de las estatuas a su propia empresa, la sociedad Pristina S.L. Al parecer la familia habría repartido parte de la herencia dejando fuera el pazo de Meirás y el Pórtico de la Gloria, objeto de la discordia, que sigue siendo propiedad de todos los hijos.
En palabras de alcalde, Martiño Noriega, “esperamos que la justicia nos dé la razón y además que siente un precedente sobre lo que fue un expolio a lo largo de la dictadura y el beneficio de la familia”. Según el edil, además “se ha demostrado que no hay prescripción de lo que fue una usurpación, y por lo tanto las piezas tienen que volver al patrimonio público y artístico del Ayuntamiento de Santiago”. Además esperan que la jueza Nieves Medrano considere como prueba clave del proceso el informe pericial propuesto por el abogado del Ayuntamiento en el que un catedrático de arte expone que las estatuas fueron adquiridas por el consistorio en 1948 y no donadas por el Ayuntamiento en 1961 como sostenía la familia. En apenas un mes se sabrá quién tiene la razón.
El Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ha sido el escenario del que puede ser el último asalto del enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Santiago y la familia Franco en su disputa por las estatuas del Pórtico de la Gloria.