Máxima y Guillermo de Holanda, muy afectados en el funeral de la princesa Cristina
Tal como estaba previsto, la discreción ha sido la manera de despedir a la princesa Cristina de Holanda, la primera de la familia en ser incinerada
Tal como estaba previsto, la discreción ha sido la manera de despedir a la princesa Cristina de Holanda, la primera de la familia en ser incinerada. Su último adiós se ha celebrado en el palacio de Noordeinde en La Haya, en una ceremonia informal a la que asistieron solo sus familiares más cercanos y los íntimos.
El funeral, cubierto de girasoles, fue llevado en procesión a través de los jardines de palacio acompañado por los tres hijos de la princesa. También estaban sus hermanas, entre ellas la ahora princesa Beatriz, a quienes seguían en el cortejo los reyes Guillermo y Máxima.
Como fue el expreso deseo de la difunta, todos los que acudieron a darle su último adiós llevaban ropa llena de colorido y una flor en la solapa, nada del tradicional luto para una mujer que fue una gran amante de la música y que perdió la batalla contra el cáncer de huesos el pasado viernes a los 72 años.
Con este funeral se han roto algunas de las tradiciones reales, la más importante de ellas, que ha sido incinerada. También ha sido muy relevante que asistiera un número tan reducido de personas y que no hubiera carruajes o que se diera acceso al público.
Otra norma no escrita que se ha roto es el lugar donde descansarán sus restos mortales. Habitualmente, todos eran enterrados en la cripta real de Delft, pero los últimos en hacerlo fueron los padres de la princesa, la reina Juliana y el príncipe Bernhard, que fallecieron en 2004. El príncipe Friso, su sobrino y hermano del actual rey, quien falleció en 2013 después de una larga convalecencia tras quedar sepultado por una avalancha de nieve, descansa en Lage Vuursche, muy cerca del castillo de Drakensteyn, donde vive su madre.
El sencillo ataúd de madera con los restos mortales de la princesa Cristina habían permanecido hasta el último adiós en la capilla del Garden Pavillion en el palacio de Noordeinde. Rodeado de girasoles, sus flores favoritas, también había en la pequeña capilla dispuestas diversas coronas de flores enviadas por distintos miembros de su familia, entre otros su sobrino el rey Guillermo, quien, como hemos descubierto hoy en el funeral, se ha dejado barba durante sus vacaciones, que se han visto interrumpidas por esta triste noticia.
La reaparición de Guillermo y Máxima de Holanda, según aparece marcado en su agenda oficial, está prevista para el 31 de agosto, con motivo de la celebración del 75º aniversario de la liberación de los Países Bajos.
Tal como estaba previsto, la discreción ha sido la manera de despedir a la princesa Cristina de Holanda, la primera de la familia en ser incinerada. Su último adiós se ha celebrado en el palacio de Noordeinde en La Haya, en una ceremonia informal a la que asistieron solo sus familiares más cercanos y los íntimos.