El dardo envenenado de Donald Trump a Meghan y Harry tras aterrizar en EEUU

Es bastante paradójico, pero la diplomacia no suele estar entre las características más notables de Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Y este domingo hacía gala de esa carencia a través de su cuenta de Twitter, donde suele despacharse a gusto sin ningún reparo. Sus nuevas víctimas, Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes hace unos días se instalaban en Los Ángeles, al parecer definitivamente, después de pasar varios meses en Canadá. Con su traslado, algunos medios de comunicación se habían preguntado si tendrían que pedir ayuda al Gobierno para cuestiones de seguridad, puesto que tras el Megxit, Harry no dispone de escoltas de palacio fuera del territorio británico.

Y el mensaje de Trump no puede ser más claro, respondiendo a las dudas y adelantándose al posible debate: "Soy un gran amigo y admirador de la Reina y el Reino Unido. Se informó que Harry y Meghan, que abandonaron el Reino, residirían permanentemente en Canadá. Ahora se han ido de Canadá a los Estados Unidos, sin embargo, los Estados Unidos no pagarán por su protección de seguridad. ¡Deben pagar!".

Dejando a un lado la cuestión de considerarse amigo de Isabel II -habría que preguntarle a la monarca qué piensa de eso-, estas declaraciones de Trump resultan más que sorprendentes. Y es que con la crisis del coronavirus, que también ha azotado, y mucho, a su país, cuesta creer que haya dedicado tiempo a aclarar esta cuestión, que quizá no sea, ni de lejos, la que más preocupe a los ciudadanos. Sea como sea, Meghan y Harry no han tardado en responderle, vía portavoz oficial: "El duque y la duquesa de Sussex no tienen planes de pedir recursos de seguridad a Estados Unidos. Se han hecho arreglos de seguridad con fondos privados".

Ahora bien, por mucho que lo hayan desmentido, el debate ya está generado, ya que muchos británicos han vuelto a preguntarse y poner sobre la mesa cómo van a pagar esos gastos de seguridad privada. Quieren saber si siguen estando financiados por el príncipe Carlos o, como declaraban cuando anunciaron su salida de la Casa Real, van a ser económicamente independientes, como era su deseo.

No es la primera vez que la pareja tiene un desencuentro telemático con el presidente estadounidense. Hace unos meses, antes de la visita de Estado que Donald y Melania Trump realizaron a Reino Unido, 'The Sun' entrevistó al presidente, recordándole unas declaraciones anteriores de la exactriz en las que le tachaba de misógino y divisivo. El empresario no se cortó y dijo de ella que era muy 'desagradable', caldeando así un posible encuentro que finalmente no tuvo lugar, ya que Meghan no quiso interrumpir su baja maternal y encontrarse con los actuales inquilinos de la Casa Blanca.

Sí lo hizo Harry, participando en un recorrido por Buckingham que hicieron las dos familias, y que él ocupó la mayor parte del tiempo hablando con Ivanka Trump, intentando olvidar también las desafortunadas bromas que el propio Trump había hecho sobre Diana de Gales años antes. Y es que ya ven, al presidente no le importan ni los títulos, ni los rangos, ni las nacionalidades: tiene para todos.