Sofía de Suecia: la metamorfosis de una princesa a la que persigue su pasado

'El pasado siempre vuelve', ese reclamo que acuñó el programa 'Hormigas blancas' es algo que podemos aplicar, salvando las distancias geográficas, a Sofía de Suecia, a quien cada cierto tiempo le recuerdan su pasado que tantos quebraderos de cabeza le dio, sobre todo para ser aceptada en el seno de la Casa Real sueca al empezar su noviazgo con el príncipe Carlos Felipe, con el que ahora está felizmente casada.

Sin embargo, con tesón y perseverancia, la cuñada de Victoria de Suecia ha conseguido trabajarse una imagen de princesa comprometida y solidaria, trabajadora, lo que evidencian gestos como que se matriculó en un curso acelerado de ayudante de enfermería para poder ayudar al personal sanitario en los peores momentos de la pandemia en su país, en el que han muerto por el momento casi seis mil personas. De hecho, trabaja en el Sophiahemmet Hospital de Estocolmo desde el pasado mes de abril prestando asistencia a familiares de enfermos, desinfectando material sanitario, así como realizando tareas administrativas y turnos en la cocina.

Ahora, emulando a su cuñada Magdalena de Suecia, que lo hizo el año pasado, es la protagonista de un documental de televisión destinado a divulgar el trabajo realizado por la ONG Project Playground, que fundó hace una década con su amiga Frida Vesterberg y que ha trabajado en algunas de las zonas más desfavorecidas de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, ayudando al menos a 800 niños.

Será el próximo 9 de septiembre cuando podremos ver este trabajo, que emitirán las cadenas suecas TV4 y TV4 Play, y en él se espera conocer el lado humano de una princesa que desde que se casara el 13 de junio de 2015 no ha dado más que satisfacciones a una familia que la recibió con reticencias, pero que ahora se ha encontrado con que es uno de sus mayores valores, con permiso de la princesa heredera, sobre todo si tenemos en cuenta que Magdalena de Suecia, por ejemplo, vive en Miami, muy alejada de la realidad de su país, al que regresa en muy contadas ocasiones.

Sin embargo, como decimos, periódicamente la prensa sensacionalista sueca intenta rebuscar en su pasado en la búsqueda de algún detalle escabroso, como sucedió en marzo de 2019, cuando 'Stoppa Pressarna!' publicó un reportaje con varias personas que Sofía habría conocido en el mundo de la noche e incluía testimonios incluso de cómo era la ropa interior que utilizaba o sus prácticas sexuales. Unas informaciones que no sentaron nada bien a la familia real sueca y a la propia protagonista, ahora madre de dos hijos, a quien han juzgado muy severamente por lo que hacía cuando era soltera y no tenía que dar explicaciones a nadie.

En un entorno tan conservador como la monarquía, en el que hay que dar imagen de perfección, aunque al propio Carlos Gustavo de Suecia le ha perseguido durante muchos años la sombra de la infidelidad a su mujer, la reina Silvia, Sofía era mirada con recelo por haber sido una stripper ocasional o haber posado semidesnuda con una boa constrictor alrededor del cuello, incluso Magdalena de Suecia no la invitó a su boda con Chris O'Neill, celebrada el 8 de junio de 2013.

Al igual que le pasó a Mette-Marit en Noruega o incluso a la reina Letizia en España por ser divorciada, Sofía de Suecia ha resistido y ganado. La resiliencia ha sido una de las grandes virtudes de una royal que pisa cada vez con más seguridad en un terreno que a veces es pantanoso... Ella misma se lo desveló a Renée Nyberg, presentadora del documental: "La princesa y yo hablamos, entre otras cosas, entre los grandes contrastes de su vida y sobre los prejuicios que hay respecto a su background".

El primer acto oficial de su hijo

En otro orden de cosas, no podemos olvidar el debut en un acto oficial ayer de su hijo menor, el príncipe Gabriel, duque de Dalarna, ya que visitó con sus padres la reserva natural de Säterdalen, donde inauguraron un área de descanso que lleva su nombre, que fue un regalo de bautismo que le habían hecho los habitantes de la zona, al igual que una pista de esquí en la reserva natural de Koppången, en Orsa.