Letizia, la regente: todas las veces que la Reina ha tenido que tomar el control

La agenda semanal de la Casa Real se veía trastocada este lunes después de conocerse que don Felipe mantuvo contacto directo con un positivo en covid, por lo que el Rey deberá pasar unos días en confinamiento, concretamente hasta la semana que viene. Eso significa que los actos que tenía programados el monarca se han visto cancelados, y también desde Zarzuela se comunicaba a los periodistas y fotógrafos la intención de posponer el único compromiso que compartían los Reyes, la inauguración del Tourism Innovation Summit, que se celebrará en Sevilla este miércoles.

Sin embargo, este martes a media mañana se anunciaba que sería doña Letizia quien viajaría a la capital hispalense para sustituir a su marido. Al no haber tenido contacto directo con el contagiado, ni ella ni sus hijas, no tiene por qué seguir una cuarentena, por lo que está libre para cumplir con la agenda, que esta semana, con la ausencia justificada del Rey, la protagonizarán ella misma y su suegra, quien este miércoles a las 19:00 horas entregará los Premios de Poesía Iberoamericana Reina Sofía.

Dos Reinas para una agenda que cada vez va menguando más a causa de la pandemia, aunque Casa Real está batallando para que los actos de los Reyes sigan adelante, siempre respetando las medidas sanitarias. No quieren volver a marzo, cuando se vieron obligados a reducir todo su trabajo a videollamadas desde el palacio de la Zarzuela, una estrategia que no funcionó, y menos en un momento en el que la institución recibe casi semanalmente duros golpes relacionados con las finanzas de don Juan Carlos.

Es por ese motivo, quizás, por el que decidían que doña Letizia sí estaría en Sevilla, ejerciendo como una especie de 'regencia', aunque no es la primera vez que la Reina se ha visto obligada a sustituir a su marido. Ocurrió en dos ocasiones en 2017, coincidiendo en el marco del desafío independentista. La Reina tuvo que tomar el control de la agenda mientras Felipe VI se quedaba en su despacho gestionando la crisis que amenazaba la unidad de España, algo que defendió en un discurso televisado el 3 de octubre de ese mismo año.

Unas semanas después, concretamente el 26 de octubre, la decisión de Puigdemont de pasarle la pelota al Parlament para que decidiera sobre la independencia de Cataluña provocó que don Felipe tuviera que cancelar su asistencia a la entrega de los Premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote. Mientras él se quedaba trabajando en el problema catalán en Zarzuela, doña Letizia, que ya en un principio iba a acompañarle, le sustituyó. "Querría trasladarles el afecto y el cariño del Rey, que no pudo asistir por razones que, estoy segura, todos comprendéis", aseguró la Reina durante su discurso.

Unos días más tarde, el 30 de octubre, se repetía la operación. Mientras el Rey se encontraba en su despacho, siguiendo todos los movimientos políticos, doña Letizia entregaba los Premios Jaime I en la Lonja de los Mercaderes de Valencia, un acto al que en un principio acudía como acompañante del Rey, pero que finalmente presidió como titular, una situación que, tres años después, vuelve a ocurrir, aunque esta vez no por cuestiones políticas, sino por la salud del monarca.