La primera invitación a la princesa Leonor y la infanta Sofía a una cena de gala

El próximo 17 de junio está marcado en rojo en el calendario de la familia real noruega. La princesa Ingrid Alexandra celebra una gran fiesta de cumpleaños por su mayoría de edad. A pesar de que fue el 21 de enero cuando la hija de Haakon y Mette-Marit cumplió los 18, el repunte de la pandemia obligó a posponer los festejos más vistosos, entre los que se incluyen una cena de gala en la que, por primera vez, la futura reina de Noruega lucirá tiara. El Palacio Real de Oslo será el escenario de esa velada a la que la Casa Real escandinava ha invitado a la mayor parte de la realeza europea, entre ellos la española.

Tal como ha confirmado Vanitatis, don Felipe y doña Letizia, así como sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, ya han recibido la invitación para estar presentes el próximo 17 de junio en la cena de gala. No había dudas de que estarían en la lista de invitados, ya que el Rey es padrino de bautizo de Ingrid Alexandra, por lo que su presencia allí es más especial. A día de hoy se desconoce si los Borbón Ortiz asistirán al evento, que supondría el gran debut de la heredera y su hermana ante la realeza europea. Leonor y Sofía se van haciendo mayores, y su participación en este tipo de actos cada vez va a ser más habitual.

Sin embargo, y revisando los calendarios, es poco probable que las hermanas asistan. Justo el día 17 Leonor termina las clases en el UWC Atlantic College, y a partir de las 22:00 horas ya podrá poner rumbo hacia casa para disfrutar de sus vacaciones de verano tras superar el primer curso en el internado galés. Si la Princesa no va, no tiene sentido que lo haga su hermana, quien a sus 15 años puede considerarse aún demasiado pequeña para un acto de este tipo. Así que la duda está en don Felipe y doña Letizia, quienes, a no ser que tengan algún acto importante en la agenda, no faltarán al cumpleaños de Ingrid Alexandra.

La relación de Felipe VI con Haakon y Mette-Marit era de lo más cercana. De hecho, fueron ellos quienes le presentaron a Eva Sannum, por lo que cuando en enero de 2004 vino al mundo su hija no dudaron en elegirlo como padrino, junto a otros herederos como Victoria de Suecia o Federico de Dinamarca. Tanto el danés como don Felipe no pudieron asistir al bautizo de la pequeña al estar preparando ambos sus respectivas bodas, que se celebrarían en mayo con solo una semana de diferencia. A lo que no faltó el Rey de España fue a la confirmación de Ingrid Alexandra, celebrada en agosto de 2019

Quienes ya han confirmado asistencia a la velada del día 17 han sido Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, que acudirán junto a la princesa Amalia. Esta será también la primera vez que la heredera de los Países Bajos participe en una cena de gala, y la primera vez que la veamos con tiara, por lo que la velada supondrá el debut de dos futuras reinas. Está en el aire la asistencia de Elisabeth de los belgas, quien de momento tampoco ha participado en un evento de este tipo ni ha lucido tiara, por lo que de confirmarse tendríamos un trío de princesas debutantes. En el caso de Leonor, si finalmente asistiera, no llevaría tiara, ya que se reserva a las mayores de edad.

Las tiaras de Ingrid y Amalia

Ingrid Alexandra lucirá para su gran noche la tiara con la que fue obsequiada el pasado mes de enero. La hija mayor de Haakon y Mette-Marit recibió en su mayoría de edad la tiara Boucheron Pearl Circle, que perteneció a la princesa Ingeborg, esposa de Carl de Suecia y Noruega y duque de Vastergotland. Al parecer, la pieza fue comprada por el príncipe a la firma de joyería francesa Boucheron, después de que la casa la exhibiera en la Exposición Universal, celebrada en 1900 en París. Originalmente estaba realizada en círculos de diamantes entrelazados y engastados en platino. Cuando él la adquirió para regalársela a su mujer, esta le agregó un conjunto de perlas. En un retrato familiar tomado en el año 1947 se puede ver a la princesa luciéndola.

Como suele ser tradición en las casas reales, Ingeborg prestó la tiara en múltiples ocasiones tanto a sus hijas como a sus nueras. Fue su primogénita, la princesa Marta, que se casaría con el rey Olaf V de Noruega, quien más la usó en elegidos compromisos institucionales. Tras la muerte de la propietaria original de la joya, el 11 de marzo de 1958, la heredó su nieta Ragnhild, hija mayor de Marta, que la convertiría también en una de sus piezas favoritas. De hecho fue la que eligió para asistir a la boda de Haakon de Noruega y Mette-Marit en la catedral de Oslo en 2001. Aunque cuando la princesa Ragnhild murió, en 2015, la tiara de perlas y diamantes pasó a manos de sus hijos, ahora ha regresado a palacio para que pueda lucirla la futura reina de Noruega.

En cuanto a Amalia, se desconoce qué diadema puede elegir, pues son muchas las que forman parte del joyero de los Orange. "Amo las tiaras. Muéstrame una y sabré de dónde viene. Puedo reconocer todas las tiaras de Europa. Solía ​​ponerme las de mi madre y también sus joyas. Cuando yo era muy pequeña, ella se estaba preparando para una cena importante y gritaba por la casa: 'Amalia, ¿dónde está mi anillo?", aseguraba la princesa a su biógrafa, Claudia de Breij, con motivo de su 18 cumpleaños, dejándonos claro que, como su madre, adora las alhajas.

Son 14 -un número considerable comparándolo con otras monarquías- las tiaras que forman parte del joyero holandés, si bien solo algunas son las más utilizadas para la rama principal de la familia, como es el caso de Amalia. Ahora la incógnita es saber cuál será la primera en lucir como heredera.