El distinto lenguaje corporal en las despedidas de Leonor y Sofía antes de poner rumbo a Gales

Corría el 30 de agosto de 2021, con las restricciones por culpa de la pandemia de coronavirus todavía poblando los aeropuertos de mascarillas, cuando asistimos en los pasillos del Adolfo Suárez Madrid-Barajas a los emotivos momentos previos a la despedida de la princesa Leonor de sus padres y de su hermana Sofía cuando estaba a punto de comenzar su aventura internacional con el comienzo de sus estudios en el UWC Atlantic College de Gales. Ahora, dos años después, es la benjamina de la familia real española la que emprende el mismo camino.

Aunque en esta ocasión la heredera al trono no ha podido despedirse de ella con la tierna estampa familiar conjunta que nos regalaron entonces, al estar cumpliendo con su formación militar en la Academia de Zaragoza, el rey Felipe VI y la reina Letizia sí han querido estar a su lado para apoyarla y desearle suerte antes de partir hacia este importante punto de su educación.

Al igual que sucediera en la ciudad aragonesa, donde se vivieron escenas de mucha emotividad sobre todo entre doña Letizia y Leonor, en 2021 en el aeropuerto también afloraron las emociones. A pesar de las sonrisas iniciales que veíamos a su llegada entonces, enseguida fuimos testigos de momentos más intensos, donde los abrazos (y sospechamos que hasta alguna lágrima) se convirtieron en los protagonistas.

En esta ocasión, los Reyes y su hija han cambiado el aeropuerto por la entrada de su casa y como gran sorpresa nos han mostrado por primera vez a Jan, el miembro más peludo de la familia, que también ha querido despedirse de Sofía. Tras la efusión de sentimientos vivida en Zaragoza hace solo unos días, el lenguaje corporal de los Borbones es muy diferente en las cuatro perfectamente cuidadas fotos que ha hecho públicas de este momento la oficina del Departamento de Comunicación de la Casa Real.

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Pese a que las cuatro fotografías nos muestran la perfecta imagen de una familia feliz y normal, despidiendo como tantas otras a una joven que comienza su primer curso lejos del hogar familiar, en esta ocasión no vemos abrazos ni amagos de lágrimas. Sí apreciamos la mano protectora de la Reina sobre el hombro de su hija, ambas haciendo gala de looks muy informales e incluso 'low cost'.

Todo son sonrisas entre Felipe, Letizia y Sofía, sin miedo al síndrome del nido vacío, y sí derrochando optimismo y felicidad ante los meses de nuevas experiencias que la Infanta tiene por delante. A la imagen de familia de postal se añade como la guinda del pastel la aparición por sorpresa del perro Jan, la mascota de la familia Borbón Ortiz, que se ha 'colado' en la despedida. Un detalle que aporta naturalidad a las fotos y que vuelve a poner de manifesto el amor de la familia real por los animales.

La hija menor de los Reyes, de 16 años, inicia de este modo una nueva etapa en su formación después de haber completado sus estudios de educación secundaria en el colegio privado de Santa María de los Rosales de Madrid. Como hicieron con la Princesa, los Reyes asumen de su bolsillo el coste de la estancia de la Infanta en el internado de Gales, que asciende a 74.000 libras (unos 82.000 euros) por los dos cursos.

La Infanta tendrá una semana para aclimatarse al centro y el 5 de septiembre comenzará las clases de primero de Bachillerato Internacional. El UWC Atlantic College, apodado en ocasiones como el 'Hogwarts hippie' en referencia al famoso colegio de magia de los libros de Harry Potter, donde hay estudiantes de unos 80 países, pertenece a la organización Colegios del Mundo Unido, cuyo modelo educativo busca promover el intercambio cultural y la convivencia de personas de diferentes países, razas y creencias.

Sofía de Borbón ya tuvo un primer contacto con algunos de los estudiantes españoles con los que coincidirá en el internado de Gales en la audiencia que hubo con los miembros del patronato de la filial española de Colegios del Mundo Unido en el palacio de la Zarzuela el pasado 14 de julio, con la presencia de los Reyes y la Princesa.

El programa académico combina asignaturas de ciencias y de letras, a las que une otras sobre materias como creatividad y deportes, y los alumnos también tienen que hacer labores de voluntariado en favor de la comunidad. Se prevé que la Infanta compagine sus estudios en Gales con su participación en actos oficiales durante los parones de vacaciones que hay durante el curso.