Felipe y Matilde de Bélgica se blindan ante la amenaza del terrorismo en Bruselas

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha iniciado este martes una visita oficial de tres días a Bélgica, que ha comenzado con el tradicional encuentro con los reyes Felipe y Matilde. No obstante, por razones de seguridad, el plan previsto ha tenido que ser adaptado. Debido al atentado yihadista de ayer en Bruselas y al aumento del nivel de amenaza para la seguridad al nivel más alto en la capital belga.

Recordemos que hace tan solo unas horas, un atacante, que viajaba en una scooter, siguió a unos aficionados de la selección de fútbol de Suecia, que disputaba un partido en Bruselas contra el combinado local, que habían subido a un taxi. Luego abrió fuego contra estas personas cuando bajaban del vehículo. El atentado provocó dos fallecidos y un herido. Esta mañana, la prensa local informaba de que el autor de los disparos había fallecido a su vez debido a las heridas de bala sufridas durante su detención.

Tras este incidente, el Palacio Real belga publicaba un comunicado en el que afirmaban estar "conmocionados por el tiroteo de esta noche en nuestra capital", añadiendo que "nuestros pensamientos están, ante todo, con las víctimas, sus familias y seres queridos".

Pese a la noticia del fallecimiento del autor del crimen, los planes previstos para la reunión de los reyes con De Sousa han sido cambiados sobre la marcha. Para blindar a sus protagonistas, la ceremonia de bienvenida al aire libre en la Place du Palais y la posterior ofrenda floral en la tumba del Soldado Desconocido no se han llevado a cabo finalmente y la reunión se ha producido en su totalidad bajo techo.

El atentado hizo también que los primeros planes del mandatario luso en Bélgica se vieran interrumpidos. Rebelo de Sousa había terminado ayer de cenar con el rey Felipe cuando se enteró del ataque terrorista en Bruselas. Se suponía que iba a ir a ver posteriormente el partido de fútbol de su selección junto a la comunidad portuguesa en la ciudad belga, pero le aconsejaron que por su seguridad era mejor que regresara a su hotel.

El objetivo de esta visita es reforzar la cooperación bilateral de ambos países en los ámbitos de la digitalización, la innovación y la energía, según ha informado el Palacio Real belga. Esta visita de Estado se produce por invitación de los soberanos belgas, que realizaron una visita oficial a Portugal en 2018.

Tras este encuentro a puerta cerrada con los reyes, en el frente político, De Sousa se reunirá con representantes del Parlamento Federal, así como con el primer ministro, Alexander De Croo, y la ministra de Relaciones Exteriores, Hadja Lahbib. A continuación, el presidente portugués tendrá un encuentro con el alcalde de la ciudad de Bruselas, Philippe Close, antes de mantener conversaciones con el presidente de la Federación de Empresas de Bélgica.

El día se cerrará con un banquete oficial ofrecido por el rey Felipe y la reina Matilde en el château de Laeken. El miércoles, el presidente luso será recibido en Namur, donde visitará el Pavillon, un centro de exposiciones e innovación dedicado a las culturas digitales.