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La infanta Cristina y Lorenzo Caprile, un dúo de éxito: los vestidos que lo demuestran
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

La infanta Cristina y Lorenzo Caprile, un dúo de éxito: los vestidos que lo demuestran

Siempre que tiene un gran acontecimiento, la hermana de Felipe VI confía en la aguja de su gran amigo Lorenzo Caprile, como ya hizo el día de su boda con Iñaki Urdangarin

Foto: La infanta Cristina en una imagen de archivo. (Gtres)
La infanta Cristina en una imagen de archivo. (Gtres)

Lorenzo Caprile ha vestido a la mayoría de damas de la familia real española. Su amistad con las infantas Elena y Cristina ha hecho que se haya convertido en el modista de cámara de las mujeres Borbón, incluida doña Letizia, quien confiaba en su aguja en sus primeros años como Princesa de Asturias. A día de hoy, es Cristina la que continua decantándose el buen hacer del madrileño, como hizo este fin de semana, en la boda de Victoria López-Quesada con y Enrique Moreno de la Cova celebrada el pasado sábado 31 de agosto en la capital.

Mientras su madre, la reina Sofía, lucía un vestido de Valentino Alta Costura y su hermana, la infanta Elena, elegía por un diseño del libanés Elie Saab, la infanta Cristina vistió moda española, con un dos piezas de Caprile formado por una maxifalda con estampado de estilo acuarela en tonos azules y una camisa blanca. Una elección con la que se convirtió en una de las más elegantes de la jornada.

placeholder La infanta Cristina, la reina Sofía y
La infanta Cristina, la reina Sofía y

Y es que siempre que tiene una boda Cristina acude al taller de Lorenzo Caprile, como hizo hace unos días, concretamente el pasado 29 de agosto, junto a Irene Urdangarin, para ponerse en sus manos. Ya lo hizo en uno de los días más importantes de su vida, su propio enlace. Aquel 4 de octubre de 1997, cuando le dio el 'sí, quiero' a Iñaki Urdangarin, Cristina lucía un espectacular vestido de seda de cuerpo liso con hombros al descubierto, manga larga ceñida al antebrazo y cola de 3,25 metros con un dibujo plateado inspirado en el modernismo catalán.

placeholder La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin el día de su boda. (Gtres)
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin el día de su boda. (Gtres)

En 2010, para la cena previa a la boda de la princesa Victoria de Suecia con Daniel Westling, Cristina volvía a enfundarse en un vestido de Lorenzo Caprile. Un diseño realizado en seda natural azul noche, de estilo años 30, con truco, pues aunque parecía un modelo de lo más sencillo, la entonces duquesa de Palma y el modista quisieron darle todo el protagonismo a la espalda.

placeholder  La infanta Cristina, de Caprile en la preboia de Victoria de Suecia. (Gtres)
La infanta Cristina, de Caprile en la preboia de Victoria de Suecia. (Gtres)

La parte trasera del diseño contaba con un escote tipo cascada con una gran abertura que dejaba la espalda al aire, y Cristina le añadió al vestido un impresionante broche de brillantes en forma de flor, dándole un toque único al vestido.

placeholder  El vestido, visto desde atrás. (Gtres)
El vestido, visto desde atrás. (Gtres)

Al día siguiente, ya en el enlace de la heredera sueca, Cristina volvió a vestir de Caprile con un diseño de corte imperio con escote drapeado, en un llamativo color verde ligeramente translúcido. La hija de los reyes eméritos eligió la tiara Cartier, un complemento que no dejó a nadie indiferente. Es una de las conocidas como joyas de pasar, diseñada en 1907 para la reina Victoria Eugenia, que ella legó a su hija María Cristina, y que volvía a la familia real cuando el rey Juan Carlos se la compró a su tía para regalársela a la reina Sofía.

Fue, sin duda, una decisión un tanto inusual, ya que se creía que existía una regla no escrita que decía que la joya estaba reservada solo a las reinas. De hecho, la diadema no volvió a ver la luz hasta 2018, cuando Letizia la estrenaba, tirando por tierra la teoría que especulaba con que no se la pondría nunca al ser Cristina la última que la había lucido.

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El look que llevó en la boda de Victoria de Suecia fue su última puesta de largo ante la realeza mundial. Un año después, todo empezaba a desmoronarse por la imputación de Urdangarin en el caso Nóos y todos los acontecimientos derivados del proceso judicial, incluyendo la posterior imputación de la infanta Cristina, que también influyó en la abdicación del rey Juan Carlos.

Ahora, y ya divorciada de Urdangarin y con el caso Nóos en el pasado, Cristina ha vuelto a los grandes acontecimientos, y lo ha hecho, de nuevo, de la mano de su gran amigo Caprile, con quien forma un dúo de éxito.

Lorenzo Caprile ha vestido a la mayoría de damas de la familia real española. Su amistad con las infantas Elena y Cristina ha hecho que se haya convertido en el modista de cámara de las mujeres Borbón, incluida doña Letizia, quien confiaba en su aguja en sus primeros años como Princesa de Asturias. A día de hoy, es Cristina la que continua decantándose el buen hacer del madrileño, como hizo este fin de semana, en la boda de Victoria López-Quesada con y Enrique Moreno de la Cova celebrada el pasado sábado 31 de agosto en la capital.

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