La enfermedad de Mohamed VI de Marruecos pone el foco en su hijo Moulay Hassan, el príncipe tímido
La salud del rey de Marruecos ha empeorado considerablemente, lo que pone a su hijo y heredero, Moulay Hassan, de solo 21 años en el foco
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Mientras las herederas de su edad, como la princesa Leonor, Amalia de Holanda o Elisabeth de Bélgica, se encuentran centradas en su formación académica y totalmente ajenas a una posible pronta ascensión al trono, Moulay Hassan vive una situación completamente diferente. Tal como confirma El Confidencial, la salud del rey de Marruecos ha empeorado en estos últimos meses, y su debilidad le ha llevado a reducir aún más su ya de por sí escasa actividad.
A sus solo 21 años, el príncipe, primogénito del rey y su exesposa, Lalla Salma, se encuentra en el foco ante cualquier eventualidad que pueda suceder. Primero en la línea de sucesión, desde su nacimiento está llamado a reinar como Hassan III, un nombre que le pusieron en honor a su abuelo, Hassan II, una figura política muy importante. A pesar de que es ahora, con el avance de la enfermedad de su padre, cuando todos los ojos se han centro en él, lo cierto es que el joven llevan años formándose.
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Muy precoz, empezó a cumplir con actos oficiales a los 15 años. Mohamed lleva años arrastrando dolencias que le han impedido llevar una agenda institucional normal, por lo que encontró en Hassan a su mejor aliado. A la mencionada edad Hassan realizaba ya incluso viajes en solitario, representando a su padre en el funeral del conde de París, y en visita de Estado de España a Marruecos, en febrero de 2019, dio un paso importante en su formación.
Hassan estuvo presente en absolutamente todos los eventos del primer día, incluida la firma de los acuerdos bilaterales entre los dos Gobiernos. Sentado a la izquierda de su padre, atento y con una serenidad aplastante, comprobó en primera persona cómo se resuelven los temas gubernamentales, sin duda una lección más de diplomacia internacional que convirtió a Hassan en el heredero más precoz y preparado.
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La educación de Moulay Hassan ha sido completamente distinta a la de sus homólogos europeos, involucrándolo desde edad temprana en asuntos de Estado, que combinaba con su formación escolar en el Colegio Real -el mismo en el que estudiaron su padre y sus tíos- y con sus estudios en la Escuela Real del Aire (ERA). Tras ello se inscribió en un bachillerato especializado en Técnicas Aeronáuticas de Marrakech. Su sueño es el de ser piloto y su padre no se ha opuesto a ello, eso sí, siempre poniendo por delante sus quehaceres reales.
Un reportaje del medio 'Jeune Afrique' relató en su momento que Hassan es un joven 'normal' al que le apasiona el fútbol, sobre todo el Barça, escuchar música y practicar deporte. Muy apegado a su madre, sigue viéndola con asiduidad, a pesar del divorcio con Mohamed. Lalla Salma ha sido vista con Hassan y su hija pequeña, Lalla Khadija, en distintas partes del mundo, disfrutando juntos de vacaciones.
En realidad, Mohamed, quien siempre se ha mostrado especialmente cariñoso en público con sus dos hijos, ha seguido los pasos de su padre, el difunto rey Hassan II, para educar a su heredero. Con menos años que los que tiene ahora Moulay Hassan, el actual rey ya había realizado viajes internacionales en solitario, como cuando representó a su progenitor en el funeral del presidente francés Georges Pompidou con diez años. Así pues, Mohamed está siguiendo la misma pauta que él vivió.
Aunque Hassan ha tenido una vida pública relevante para su corta edad, muchos lo conocieron por un vídeo que se convirtió en viral en 2016. En él aparecía el pequeño en un acto militar. Durante el besamanos, y mientras los allí presentes intentaban besarle la mano como manda el protocolo, este la retiraba.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo y suscitaron opiniones de todo tipo. Las más positivas recordaron que este era un gesto común de su abuelo, Hassan II.
Mientras las herederas de su edad, como la princesa Leonor, Amalia de Holanda o Elisabeth de Bélgica, se encuentran centradas en su formación académica y totalmente ajenas a una posible pronta ascensión al trono, Moulay Hassan vive una situación completamente diferente. Tal como confirma El Confidencial, la salud del rey de Marruecos ha empeorado en estos últimos meses, y su debilidad le ha llevado a reducir aún más su ya de por sí escasa actividad.