Del baño de masas de Kate Middleton al discurso "profundamente personal" de Carlos III: los Windsor celebran la Navidad

Los reyes Carlos y Camila cumplieron con la tradición del día de Navidad asistiendo al servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham. Junto a ellos, de muy buen humor, los príncipes de Gales y los hijos de estos, George, Louis y Charlotte, los verdaderos protagonistas de este día junto a su madre. Era la cuarta vez que el príncipe George y la princesa Charlotte asistían a este servicio debido a las cancelaciones de 2020 y 2021 en el punto álgido de la pandemia de covid. Para Louis, la tercera.

La familia real británica exhibió unidad y buena sintonía en esta cita. No hay mejor temperatura para ver el estado de las relaciones familiares que este tradicional desfile de primos, tíos y familia política hacia la vieja iglesia en la que celebran el día de Navidad. En torno a Carlos III y su esposa Camila se reunió prácticamente toda la familia, con dos dolorosas excepciones. Una, la del príncipe Harry, cuya distancia de la Corona es mucho más que geográfica. Otra, la del príncipe Andrés, su exmujer Sarah Ferguson (que sí estuvo el año pasado) y su hija Eugenia. La princesa Beatriz de York, embarazada de su segundo hijo y acompañada por Edo Mapelli y el hijo de éste, sí desfiló junto al resto de la familia hacia el servicio religioso.

Si en otras ocasiones el titular estaba en el look escogido por las damas o en la travesura de alguno de los niños, en esta había más expectación por ver cómo se encontraban los miembros de la familia que este año han pasado por procesos de salud complicados. Tanto el rey Carlos como la princesa Kate están superando un cáncer, y también la reina Camila ha estado de baja recientemente por una infección respiratoria. El soberano no soslayó el asunto en el discurso de Navidad que se emitió después, dirigido a la nación, un mensaje calificado por los medios británicos como "profundamente personal".

Grabado en una antigua capilla de hospital, en su mensaje Carlos III quiso dar las gracias al personal médico que en estos meses ha ofrecido aliento y consuelo a los miembros de su familia y a él mismo: "Desde un punto de vista personal, quiero expresar un agradecimiento especial y sincero a los médicos y enfermeras desinteresados ​​que, este año, me han apoyado a mí y a otros miembros de mi familia a través de las incertidumbres y ansiedades de la enfermedad, y han ayudado a proporcionar la fuerza, el cuidado y el consuelo que hemos necesitado. Estoy también profundamente agradecido a todos aquellos que nos han ofrecido sus amables palabras de simpatía y aliento".

Solo unas horas antes de que se emitiera el discurso del monarca inglés a la nación y a la Commonwealth, la familia había podido comprobar de nuevo ese cariño del pueblo británico en el servicio religioso de Santa María Magdalena. La cita se convirtió en un auténtico baño de masas para la princesa de Gales, cuyas escasas apariciones desde que anunciara que estaba enferma a principios de este año generan mucha expectación. Middleton estuvo a la altura, lució una gran sonrisa, recogió regalos y ramos de flores, se dejó fotografiar e incluso mantuvo una emotiva charla que ha salido a la luz.

Tal y como ha relevado la prensa británica, la princesa de Gales tuvo oportunidad de abrazar a otra paciente de cáncer y habló con los curiosos sobre su batalla contra esta enfermedad. Middleton se mostró "enormemente agradecida" con los cientos de personas que le habían escrito ofreciéndole su apoyo después de su diagnóstico. Momentos después de recibir un regalo para Charlotte de una niña, una mujer que había trabajado para Macmillan Cancer Support le dijo a Kate: "Solo quería decirte que eres una inspiración para todos los pacientes".

La princesa de Gales respondió: "La cantidad de personas que han escrito este año es extraordinaria y creo que el cáncer realmente resuena en muchas familias. Pero son personas como tú las que hacen todo el trabajo duro. Estoy enormemente agradecida". Una paciente con cáncer que se encontraba entre quienes estaban hablando con ella le deseó lo mejor y le pidió un abrazo a Kate. La señora, una jubilada de Lincolnshire, le explicó que había estado peleando contra el cáncer "veinte años".

Middelton lució para esta ocasión un abrigo de color verde inglés de Sarah Burton con tocado a juego y botas altas para lidiar con las temperaturas de estos invernales días de Norfolk. Acompañando el look, lucía su tradicional gran sonrisa. En el color coincidió con su suegra, la reina Camila, quien también escogió el verde -símbolo de esperanza- para celebrar el servicio religioso de Navidad. Entre las Windsor más elegantes, se encontraba este año la duquesa Sofía de Edimburgo, con abrigo azul cielo entallado y botas.