Lalla Salma y el príncipe heredero de Marruecos sonríen de nuevo en una playa griega

Lalla Salma sonríe y a su lado Moulay Hassan, el heredero del trono de Marruecos, también. Hasta ahora no se la había visto casi nunca sonreír en las escasas imágenes que afloraron de ella desde que se divorció del rey Mohamed VI en marzo de 2018.

Las fotos de la sonrisa han salido misteriosamente a la luz el pasado fin de semana a través de las redes sociales. Fueron tomadas el pasado verano en una playa de la isla griega de Mykonos donde la princesa y sus dos hijos pasaron unos días de vacaciones. En las instantáneas aparece su hijo, de 21 años, pero no la princesa Lalla Khadija de 17, aunque también estaba allí.

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Ignacio Cembrero

Lalla Salma, de 46 años, está de pie envuelta en una toalla de playa de color ocre suave mientras que su hijo está sentado con las piernas cubiertas por una servilleta del mismo color. Se ha dejado bigote, quebrando una tradición que estipula que los príncipes deben tener la cara afeitada como siempre ha aparecido en fotografías oficiales. ¿Es un pequeño acto de rebeldía? Al menos en una fotografía lleva gorra.

No es la primera vez que se les ve en una playa. En abril de 2017 pisaron la arena fina cerca de Miami, en Florida, pero en esa ocasión estaba el monarca al que estuvieron dedicadas la mayoría de las fotos que se filtraron. Después se produjo el divorcio y se acabaron las vacaciones de la familia al completo.

El autor de las instantáneas de Mykonos es, probablemente, alguien del séquito principesco y no un paparazzi que se haya colado. Unas 70 personas componían la comitiva entre las que además de los escoltas y cocineros había un buen puñado de amigos de Moulay Hassan y de su hermana a los que se les vio caminando en grupo por la lujosa calle Matogianni de Chora, la capital de la isla. Ahí estaban muchos de los jóvenes que mañana llevarán las riendas de Marruecos.

Llegaron al aeropuerto en un par de aviones y allí les recogió una caravana de decenas lujosos SUV que les condujo hasta la suntuosa villa que Lalla Salma había alquilado. La princesa tiene una pasión por las islas griegas a las que ha vuelto una y otra vez de vacaciones aunque también se llevó a sus hijos a Nueva York en septiembre de 2019. Fue su primer viaje al extranjero después del divorcio.

Las pasadas navidades el destino vacacional fue Courchevel, en los Alpes franceses. Allí estuvieron esquiando, y celebraron la Nochevieja, mientras el rey Mohamed VI estaba de vacaciones en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Se le pudo ver recorrer un gran centro comercial en un vídeo que circuló por las redes sociales. Le acompañaba, entre otros muchos, Yusef Kaddur, el melillense experto en artes marciales que, tras ocupar un cargo en el ayuntamiento de su ciudad, se incorporó en 2022 al séquito real.

Las sonrisas que enarbolan madre e hijo en la playa, su empeño en pasar juntos las vacaciones y en seguir conviviendo bajo un mismo techo en Rabat, en el palacio de Dar Es Salam, son reveladoras del apego del príncipe heredero por Lalla Salma a la que ha visto sufrir cuando, tras el divorcio, estuvo sometida a múltiples restricciones aunque no fue privada de ningún lujo. Por eso llama la atención la sonrisa sin matices de la princesa a la que corresponde su hijo.

Esta estrecha relación madre-hijo anticipa que el día en que Moulay Hassan suba al trono, Lalla Salma, ingeniera informática, ejercerá una gran influencia sobre el nuevo rey. La salud de Mohamed VI se ha deteriorado recientemente a juzgar por su aspecto en los últimos vídeos en los que pronuncia discursos o cuando, en octubre, acogió en Rabat al presidente Emmanuel Macron apoyándose en un bastón.

Después, el 8 de diciembre, el monarca se cayó haciendo ejercicios de rehabilitación y tuvo que ser operado urgentemente, en la clínica del palacio real, de una fractura del húmero, según un comunicado de la Casa Real. Desde entonces lleva el brazo en cabestrillo y así lo mantendrá hasta finales de este mes de enero.

NOTA: Hemos prescindido de utilizar las fotografías de las playa mencionadas en este artículo al no conocer su procedencia y por cuestiones de autoría.