Leonor no renuncia a la cocina mediterránea en Chile: este es el menú que ha degustado en Don Emelio, un restaurante local
El Buque Escuela Juan Sebastián Elcano ha hecho parada en Valparaíso donde la princesa ha podido probar comida autóctona sin renunciar a los sabores de casa como el pilpil
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Leonor sigue dejando su impronta allá por donde pasa en su periplo como guardiamarina a bordo del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano. Esta vez, lejos del ruido mediático de las últimas fotos publicadas y de las miradas institucionales, lo ha hecho en un restaurante de Valparaíso, durante una escapada gastronómica que sorprendió tanto a los comensales como al equipo del local.
Fue este pasado viernes cuando la heredera al trono, acompañada por sus compañeros, se dejó ver en Don Emelio, un restaurante familiar especializado en cocina de temporada con influencias mediterráneas y guiños constantes a los sabores españoles, sobre todo en pescados de roca y vinos boutique.
La visita no estaba prevista en agenda oficial, pero pronto se convirtió en una anécdota que el personal del restaurante no olvidará fácilmente. “Ayer vivimos algo que jamás olvidaremos. Para nosotros fue un regalo. Una de esas sorpresas que la vida te da sin previo aviso, pero que te dejan el corazón llenito”, escribieron en sus redes sociales, emocionados por la presencia de la hija mayor de los reyes.
No hubo despliegue de seguridad evidente ni gestos que rompieran la sencillez del momento. Allí, lejos del protocolo y la rigidez de los actos oficiales, disfrutó de una comida relajada y cercana, en compañía de sus camaradas, como una más.
No es difícil imaginar por qué eligieron este lugar. La propuesta del restaurante se aleja del artificio y apuesta por lo esencial: productos frescos, elaboración cuidada y una carta que combina la tradición con el mar. O, dicho de otra forma, para la princesa es comer fuera de casa, pero sin renunciar a los sabores autóctonos, pues en la carta hay desde gambas al pilpil a merluza austral a la Vasca.
En esta ocasión, el menú del grupo fue fácil: ceviche, croquetas de carne mechada y pescados de roca, muy en la línea de lo que define la cocina de su dueño, Marcelo Assicie, que confirmó al medio local '24Horas' que todos “pudieron disfrutar de unos ricos pescados frescos”, probablemente recién traídos de las costas del Pacífico.
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La visita fue tan discreta como significativa para los presentes, pues no parecía querer pasar desapercibida. Ataviada con el uniforme naval conocido como catorce botones —gorro blanco, levita, guantes y cordones dorados incluidos—, la hija mayor de Felipe VI se sentó a la mesa en una sobremesa con una conversación tranquila, platos compartidos y sonrisas.
Si algo ha marcado su paso por el país latino han sido los episodios relacionados con la privacidad. Desde la filtración de imágenes en un centro comercial hasta la publicación, tres semanas después, de unas fotografías en bikini durante una parada en Uruguay, Leonor ha estado en el centro del huracán informativo sin pretenderlo.
Quizá por eso, momentos como el de Don Emelio cobran más valor: son pequeños refugios de normalidad en medio de una travesía que no solo es formativa, sino también mediática.
La llegada de Leonor a Valparaíso se produce en su segunda parada en tierras chilenas, en el marco de un viaje que se prolongará hasta junio. Desde el pasado 4 de abril, la tripulación se encuentra en la ciudad portuaria, donde tienen previstas varias actividades, entre ellas una ceremonia de jura de bandera privada y jornadas de puertas abiertas en el muelle.
Leonor sigue dejando su impronta allá por donde pasa en su periplo como guardiamarina a bordo del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano. Esta vez, lejos del ruido mediático de las últimas fotos publicadas y de las miradas institucionales, lo ha hecho en un restaurante de Valparaíso, durante una escapada gastronómica que sorprendió tanto a los comensales como al equipo del local.