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A Bruce Springsteen le cuesta dejar Madrid: le pillamos (de nuevo) de cena romántica
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CENA PARA DOS ANTES DE MARCHARSE DE ESPAÑA

A Bruce Springsteen le cuesta dejar Madrid: le pillamos (de nuevo) de cena romántica

El Boss y su mujer han seguido disfrutando de Madrid tras el concierto que concedió el cantante el sábado. Este martes compartieron una cena en un conocido restaurante

Foto: Bruce Springsteen en el Ten con Ten
Bruce Springsteen en el Ten con Ten

Bruce Springsteen y su mujer, Pati Scialfa, son unos enamorados de España. Y así lo han demostrado una vez más. El matrimonio llegó el viernes pasado, ya que el cantante ofrecía un concierto el sábado en la capital, y aún siguen en Madrid disfrutando de los días libres que tiene el Boss. Como adelantó Vanitatis, el mismo día del concierto por la mañana acudieron al Club de Campo, donde su hija Jessica competía en el Concurso Internacional Longines de Salto y por la noche saltó al estadio Santiago Bernabéu ante 56.000 personas. El domingo tuvo descanso matinal y por la noche cena familiar compartida con nueve personas en el restaurante Ten con Ten. Hasta aquí lo que parecía la visita ‘oficial’. Pero no ha sido así.

placeholder Bruce Springsteen en el Ten con Ten
Bruce Springsteen en el Ten con Ten

El matrimonio se quedó en Madrid y repitió el martes por la noche cena para dos en el mismo restaurante. Llegaron a las ocho y se marcharon a las diez. Compartieron el primer plato, que consistió en alcachofas braseadas con espinacas; de segundo pidieron solomillo a la pimienta, y de postre, también a medias, chocolate de la reina. Para beber pidieron un vino de Marqués de Murrieta, la bodega del conde de Creixel, un tinto que debían conocer porque mientras miraban la etiqueta comentaron entre ellos: “Excelente”. Fueron varias las ocasiones que antes de beber decidían brindar con sus copas mientras se miraban a los ojos. Durante toda la cena se notaba que la pareja se entiende muy bien. No había silencios y charlaban, se reían ajenos al interés de los demás clientes que estaban cerca de su mesa, quienes comentaban lo agradable que resultaba observar a un matrimonio de su edad encantados y felices. Más cuando está de moda que los hombres maduros con poder y economía saneada se enamoren de jovencitas o, mejor dicho, que ellas los enamoren.

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Bruce Springsteen en el Ten con Ten

No les hacia falta compañeros de mesa y ellos solos se lo pasaron muy bien durante el tiempo que duró su cena. Ni una vez miraron el móvil. Al principio pasaron desapercibidos y fue al terminar el postre cuando el artista atendió a sus admiradores. Ni un mal gesto ni una mala cara. También es cierto que fueron pocos, pero no puso impedimento para fotos y para mantener una conversación distendida. Y fue lo que sucedió con Petra Mateos, la que fuera mano derecha de Miguel Boyer, y Fiona Ferrer, quien además de admiradora comparte fecha de cumpleaños con el Boss, el 23 de septiembre.

Esta casualidad y el hecho de que Fiona posea en su casa un lienzo del rostro del Boss pintado por Peter Tunney, hizo que el artista y su mujer conversaran con la empresaria, que llevaba un colgante que llamó la atención de Pati Scialfa. Se trataba de una placa identificativa de la Fundación Juegaterapia, de la que forma parte. Esta iniciativa trata de animar a través del juego a niños y adolescentes que siguen tratamientos oncológicos en los hospitales. El matrimonio se interesó por el tema y Scialfa pidió a la empresaria su correo para que le facilitara más información.

Una vez que terminaron las fotos y los saludos, el matrimonio se despidió muy cariñoso de los vecinos de mesa. Bruce Springsteen comentó entonces que Madrid era una ciudad preciosa, muy viva, con un gran sentido del humor y lanzó una pregunta: ¿Y cuándo dormís?”, al ver a esa hora el restaurante repleto.

 

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Bruce Springsteen y su mujer, Pati Scialfa, son unos enamorados de España. Y así lo han demostrado una vez más. El matrimonio llegó el viernes pasado, ya que el cantante ofrecía un concierto el sábado en la capital, y aún siguen en Madrid disfrutando de los días libres que tiene el Boss. Como adelantó Vanitatis, el mismo día del concierto por la mañana acudieron al Club de Campo, donde su hija Jessica competía en el Concurso Internacional Longines de Salto y por la noche saltó al estadio Santiago Bernabéu ante 56.000 personas. El domingo tuvo descanso matinal y por la noche cena familiar compartida con nueve personas en el restaurante Ten con Ten. Hasta aquí lo que parecía la visita ‘oficial’. Pero no ha sido así.

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