Beatriz Gutiérrez Müller, nueva primera dama mexicana: a años luz de la anterior
La segunda mujer del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un perfil personal y profesional muy diferente a la actriz Angélica Rivera, conocida como la Gaviota
La anterior primera dama mexicana, Angélica Rivera, deja tras su sexenio en Los Pinos (la residencia oficial de los presidentes mexicanos) toda una estela de especulaciones respecto a su patrimonio. La mujer de Enrique Peña Nieto, a quien se conoce popularmente por el apelativo de la Gaviota, nombre del personaje que interpretaba en la popular telenovela 'Destilando amor', da el relevo a una mujer con un perfil completamente distinto. Mucho menos en la línea de primera dama convencional (de hecho, algunos medios la han calificado ya como "anti primera dama"), Beatriz Gutiérrez Müller viene precedida por una imagen mucho más intelectual, reservada y poco proclive a hacer concesiones de cara a la galería.
En cuanto a la primera dama saliente, debemos recordar que compareció en 2014 ante los mexicanos afirmando que ella "no tenía nada que esconder" y, esgrimiendo una pila de folios, explicó el origen de su fortuna: "Inicié mi carrera artística con 15 años y trabajé con Televisa durante 25 años. Entre otras cosas, realicé telenovelas, que no solo fueron vistas en México, sino en otros países del mundo con gran éxito de audiencia. Con esta empresa he celebrado diversos contratos a lo largo de mi carrera. La última renovación fue en 2004".
[LEE MÁS: Beatriz Gutiérrez, la nueva primera dama mexicana, una mujer que va a dejar huella]
Según relató la Gaviota, cada renovación estaba en función de los resultados de audiencia de sus trabajos (su caché fue creciendo) y su último contrato se rescindió en 2010 de mutuo acuerdo. Un acuerdo por el que recibía en pago una casa que le había cedido Televisa para vivir hacía algunos años y que pasaba a partir de aquel momento a ser de su propiedad. Además, le pagaron algo más de 88 millones de pesos, unos tres millones de euros. A cambio de ello, se comprometió a no trabajar con ninguna otra cadena.
Unas explicaciones que muchos cuestionaron y argumentaron para ello que el contrato más caro de la historia lo había tenido la cantante y actriz Thalía, quien ya había explicado anteriormente, a su vez, el origen de su fortuna, con argumentos similares: "He trabajado incansablemente desde los nueve años. He hecho todo tipo de telenovelas, he sacado discos, he estado en grupos, he hecho palenques, he hecho giras, he ido y venido por todos lados. He tenido el contrato más caro de la historia de la empresa antes de mi marido, antes de Tommy Mottola".
La nueva primera dama
En estos días, los principales medios de comunicación mexicanos están haciendo semblanzas y perfiles de la mujer de Andrés Manuel López Obrador, quien daba la cara recientemente en televisión ante la inminencia de la llegada al cargo de su marido por las especulaciones en torno a su salud. Se ha llegado incluso a decir que AMLO (acrónimo de su nombre) no estaría en condiciones físicas de acabar su mandato.
"He visto una campaña desde ayer y las afirmaciones de las adicciones, que si fuma, que si se inyecta... Bueno, que se lo pregunten a todos... A mí me parece fundamental que un candidato nos muestre solvencia de sus recursos. Que no se haya robado dinero. Tiene que demostrar que tiene capacidad para gobernar una nación, un Estado o una alcaldía. Me parece elemental que goce de salud, pero también mental", respondió a la periodista Marisa Iglesias.
Beatriz se mostró muy dura con los adversarios de su marido y los medios que le ponen en entredicho: "El problema de la pregunta es que hay una campaña para tergiversar, para hacer parecer una cosa u otra. Si son tan buenos para adivinar, digan qué problemas tienen las demás personas ajenas y que se preocupen por su salud. Yo quiero que ellos me digan si no consumen estupefacientes, si gozan de cabal salud, si están certificados por un buen psiquiatra. Porque parece que su paranoia les lleva a tener una gran imaginación y yo no me voy a prestar a ser su comparsa".
Su nuevo cargo
Beatriz Gutiérrez Müller es ya, además de primera dama, presidenta honoraria del Consejo Asesor de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, por lo que seguirá llevando una vida de marcado perfil intelectual. Entusiasta de Queen y de Dostoievski, pasó de la literatura al periodismo, aunque sigue siendo una gran aficionada de la poesía, una vocación a la que no se ha dedicado de lleno: "La poesía sigue siendo siempre un acto íntimo, poco compartido, en soledad. Y yo creo que soy una persona solitaria, íntima y reservada. Me gusta mucho ese espacio que me genera", manifestó en 'Milenio Digital'.
Sin embargo, con humor manifestó por qué no profundizó en ese camino: "La literatura me llevó al periodismo, porque de alguna forma se tiene que ganar uno la vida. Y de poeta todavía no se puede en estos tiempos. Antes sí. El periodismo es un modus vivendi, que me permitió dentro de los géneros periodísticos desarrollar algunas habilidades literarias. Salí ganando y espero que el periodismo también".
Respecto a su brillante currículum profesional, debemos subrayar que se licenció en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Plantel Golfo Centro, en Puebla, pero además tiene una maestría en Letras Iberoamericanas, en 2013 se doctoró en Teoría Literaria y ha publicado los libros 'Larga vida al sol', 'Viejo nuevo siglo' y 'Dos revolucionarios a la sombra de Madera'. Su faceta de periodista la ha desarrollado en medios como 'El Universal', también en Puebla, y de no haberse dedicado a las letras, hubiera sido astrónoma, porque, según ha admitido, "me encanta el espacio y lo que nos dice el universo, como seres humanos que somos, tan pequeñitos. El universo nos enseña esa diminutez que somos".
Su historia de amor
Sobre la fecha de inicio de su relación sentimental con el presidente, mucho se ha especulado, pues se conocieron cuando él estaba casado con su primera mujer, Rocío Beltrán Medina, que falleció a la prematura edad de 46 años el 12 de enero de 2003, a consecuencia de un cáncer, dejando tres hijos, José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo. El vínculo profesional de López Obrador y Beatriz venía de atrás, pues ella fue asesora de comunicación de la Dirección de Difusión del Gobierno del Distrito Federal y posteriormente asesora en el área de Asuntos Internacionales cuando él era jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Su noviazgo se destapó en la revista 'Quién', en 2005, y contrajeron matrimonio después de que López Obrador perdiera las elecciones presidenciales al año siguiente. Su mayor alegría llegó cuando el 23 de abril de 2007 nació su hijo Jesús Ernesto. En esa época Beatriz y AMLO vivían separados, siempre según la versión publicada por 'Animal Político', él con sus tres hijos del primer matrimonio, e incluso se habló de una crisis, que, de haber sido cierta, no acabó en separación. Tras dos derrotas consecutivas en los comicios de 2006 y 2012, el triunfo electoral llegó el pasado mes de julio.
Una de las preocupaciones que tenía Gutiérrez Müller era que su marido estaba decidido a no contar con seguridad personal durante su mandato, pero finalmente ha logrado que cambie de opinión: "Él tiene que pensar en que no lleva su nombre, sino una investidura, y es muy importante que el Estado mexicano le brinde esa seguridad, por supuesto que me sumo a esa petición pública de que sea cuidado adecuadamente como jefe de Estado".
Ahora la siguiente batalla es que López Obrador acepte utilizar el avión presidencial, en lugar de optar por vuelos regulares, algo a lo que, al parecer, de momento se resiste, aunque habida cuenta de la gran capacidad de persuasión de Beatriz, resulta poco probable que se oponga durante mucho tiempo.
La anterior primera dama mexicana, Angélica Rivera, deja tras su sexenio en Los Pinos (la residencia oficial de los presidentes mexicanos) toda una estela de especulaciones respecto a su patrimonio. La mujer de Enrique Peña Nieto, a quien se conoce popularmente por el apelativo de la Gaviota, nombre del personaje que interpretaba en la popular telenovela 'Destilando amor', da el relevo a una mujer con un perfil completamente distinto. Mucho menos en la línea de primera dama convencional (de hecho, algunos medios la han calificado ya como "anti primera dama"), Beatriz Gutiérrez Müller viene precedida por una imagen mucho más intelectual, reservada y poco proclive a hacer concesiones de cara a la galería.