La dura vida de Patrick Swayze: maltratos, alcoholismo y una lucha contra el cáncer

Hay estrellas que se apagan demasiado pronto y la de Patrick Swayze fue una de ellas. El 14 de septiembre de 2009, a los 57 años, fallecía uno de los actores más queridos de Hollywood. El inolvidable galán de películas que han pasado a la historia, como 'Dirty Dancing' o 'Ghost' fue diagnosticado de cáncer de páncreas, una dura enfermedad que no pudo superar y que segaba su vida tan solo un año después.

Su pública batalla se convirtió en su último legado. "Quiero durar hasta que se descubra una cura", declaró en una de sus últimas entrevistas. Por desgracia, esto no pudo ser así y fallecía a causa de una enfermedad que le ha costado la vida a otros artistas, como los actores John Hurt o Susana Dosamantes, madre de la cantante Paulina Rubio, o al empresario Steve Jobs.

Swayze fue junto a Tom Cruise, Matt Dillon o Rob Lowe uno de los adolescentes que descubrió Francis Ford Coppola en 'Rebeldes', y 'Dirty dancing' fue su primer gran éxito y el primero de los tres Globos de Oro a los que estuvo nominado. Llegó a la interpretación un poco de rebote, pues durante su juventud eran evidentes las dotes que tenía para el atletismo y el deporte, pero una lesión de rodilla le impidió seguir ese camino en la vida, así como el de la danza profesional, a la que también tuvo que renunciar. Tuvo que buscar nuevas rutas.

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Una infancia complicada

Criado en el catolicismo, se interesó por el budismo y la cienciología, de la que Tom Cruise es su miembro más famoso. Estuvo casado 34 años con el amor de su vida, Lisa Niemi, a quien conoció en las clases de baile de su madre. Fue precisamente Lisa quien se encargó de revelar tras la muerte del actor la dureza de su infancia en el documental ‘I am Patrick Swayze’.

Patsy Swayze, que así se llamaba su progenitora, era una coreógrafa con escuela de baile propia que instruyó a numerosos talentos, entre ellos a su hijo. Tras su cara amable, se escondía una auténtica maltratadora, según las palabras de Niemi. Así era, al menos, para su propio hijo. Su padre trató de poner freno a esta situación amenazando con divorciarse. “Ella nunca volvió a pegarle”, confesó la viuda de Swayze a la revista 'People'.

Patrick optó por abandonar su hogar en 1975, el año en el que se casó con Lisa. "Patsy podía ser extremadamente crítica y negativa, pero descubrió que si iba a estar cerca de nosotros tenía que ser un poco más amable, y eso fue lo que hizo", explicaba Niemi. Con el paso de los años, la relación madre-hijo mejoraría notablemente, pero al parecer nunca llegaron a hablar de esta etapa de sus vidas. Algo parecido a lo experimentado por Will Smith, quien tuvo que hacerse cargo de su padre a pesar de su pasado.

Patrick Swayze y sus problemas con el alcohol

El otro gran demonio del intérprete fue su alcoholismo, enfermedad que aqueja a otros actores de Hollywood como Ben Affleck, que estuvo a punto de costarle el divorcio. En los 90, coincidiendo con su mayor momento de fama, también fueron evidentes sus problemas con la ingesta de esta sustancia. Intentando ponerle fin a su adicción, ingresó en varias clínicas de desintoxicación, sin embargo, estos periodos no fueron suficientes para superarlo, siempre volvía a recaer.

Su mujer, poco después de su muerte, confesaba a 'The Times' que “tenía una personalidad diferente cuando bebía mucho. Era el mejor hombre sobre el planeta, a menos que se tomara una copa”. Esta situación se prolongó en el tiempo hasta el año 2005, en el que su esposa decidió darle un ultimátum para que dejara el alcohol de forma definitiva. Tras amenazarle con separarse, el actor volvió a someterse a tratamiento, esta vez de forma más efectiva, pues pudo dejarlo hasta su fallecimiento en 2009.

Aunque muchas pueden ser las causas que le llevaran a esta situación, nunca se ha descartado que fueran los problemas que tuvo que afrontar a lo largo de su vida los que hicieron más complicada su recuperación. Duros golpes a los que no supo hacer frente de otra manera, como la muerte de su padre cuando solamente tenía 57 años (la misma edad que el actor). “Una de las primeras cosas que hice cuando mi padre murió fue comprar un paquete de su cerveza favorita”, revelaba en el libro ‘The Time of My Life’, una autobiografía escrita a cuatro manos junto a su esposa.

La pareja nunca tuvo hijos, algo que también relatan en el libro, pero no fue porque no quisieran, sino porque no pudieron. “Estaba tan entusiasmado aquel día, tan contento con la perspectiva de ver el latido del corazón de mi bebé, y él había muerto. No pude con eso. Llegamos al estacionamiento y Lisa y yo nos echamos a llorar amargamente”. Una dura experiencia que les marcó a ambos.

Juntos estuvieron hasta la muerte del actor, con muchos altibajos, momentos separados e incluso rumores de que Lisa maltrataba a su marido: en 2016, el ‘Daily Mail’ publicaba las declaraciones de un amigo de la pareja que afirmaba que la mujer de Patrick Swayze también abusaba de él. Tras el fallecimiento de Patrick, ella se mudó a Florida y en 2014 se casó con el joyero Albert DePrisco. Sin embargo, no ha olvidado a quien fue su compañero de vida: “Todavía está en mis sueños”, revelaba a ‘People’.