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Las claves de la boda de secreta de Jennifer Lawrence: vestido de Dior y una isla privada
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UNA GRAN SORPRESA

Las claves de la boda de secreta de Jennifer Lawrence: vestido de Dior y una isla privada

La actriz estadounidense tuvo entre su lista de invitados a Ashley Olsen, Amy Schumer, Adele y Kris Jenner, entre otros

Foto: Jennifer Lawrence, en una imagen de archivo. (Getty)
Jennifer Lawrence, en una imagen de archivo. (Getty)

Jennifer Lawrence se casó el pasado sábado con el marchante de arte Cooke Maroney en una ceremonia muy íntima a la que asistieron unos 150 invitados, entre los que se encontraban estrellas de diversos ámbitos, como la cantante británica Adele, Kris Jenner, Amy Schumer y Ashley Olsen, entre otros.

No faltaron algunas de sus íntimas como Cameron Diaz y Nicole Richie, que son cuñadas, pues están casadas con los hermanos Benji y Joel Madden, respectivamente, y se cree que pudo asistir Bradley Cooper, aunque no se ha podido confirmar.

Un acontecimiento secreto que se celebró en Belcourt, una mansión de Newport en Rhode Island, firmada en 1894 por el arquitecto estadounidense Richard Morris Hunt, que en la actualidad es propiedad de Carolyn Rafaelian, CEO de Alex and Ani, una firma de joyas que tiene su matriz en el mismo estado donde se celebró la ceremonia.

Y si la boda fue secreta, también lo fue el vestido, aunque en su caso las quinielas habrían acertado, porque optó por una creación de Dior, firma que ha vestido en numerosas ocasiones y que encaja perfectamente con el estilo de la actriz, ganadora de un Oscar por 'El lado bueno de las cosas' y nominada en otras tres ocasiones.

Según ha desvelado 'People', un equipo de la firma de moda francesa se desplazó con el vestido hasta el hotel Viking, donde se estaba hospedando, que fue guardado y casi custodiado en una habitación privada.

Sobre el vestido ya se había pronunciado unos meses atrás la propia actriz cuando manifestó en un un podcast de Catt Sadler: "No he sido neurótica con esto. Soy demasiado vaga para serlo. Vi un vestido que me gustó y me dije: 'Ese es el vestido".

placeholder Jennifer Lawrence, recibiendo su Oscar. (Reuters)
Jennifer Lawrence, recibiendo su Oscar. (Reuters)

En esa misma conversación se pronunció sobre cómo había decidido que Cooke Maroney era el candidato ideal para casarse: "No sé, empecé por lo básico. ¿Cómo me siento? ¿Es majo? ¿Es amable? Es la mejor persona que he conocido, así que me siento muy honrada por convertirme en una Maroney". Y así fue, se comprometieron en febrero, cuando aún no se había cumplido un año desde que se conocieron.

Después de la boda tuvo lugar una fiesta, como no podía ser de otra manera, que duró hasta la madrugada, y en la que los invitados degustaron hamburguesas (entre otras cosas) de Boston's Baddest Food Tuck y Maine-ly-Lobstach.

Kevin Tortorella, propietario del food truck, manifestó que "la gente fue encantadora. Estuvimos sirviendo a los invitados hasta las tres y cuarto de la madrugada". Aunque los novios estuvieron con sus invitados hasta las cinco y media de la mañana, porque, además, querían despedir personalmente a todos y cada uno.

Jennifer Lawrence se casó el pasado sábado con el marchante de arte Cooke Maroney en una ceremonia muy íntima a la que asistieron unos 150 invitados, entre los que se encontraban estrellas de diversos ámbitos, como la cantante británica Adele, Kris Jenner, Amy Schumer y Ashley Olsen, entre otros.

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