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Sexo en Nueva York no pasa de moda: 15 años envidiando a Carrie Bradshaw
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Sexo en Nueva York no pasa de moda: 15 años envidiando a Carrie Bradshaw

El brunch, las cupcakes, los Cosmopolitan, las mani pedis, las beauty parties... Son muchas las cosas que Carrie Bradshaw ha puesto de moda, pero si a alguien le debe su fama es

El brunch, las cupcakes, los Cosmopolitan, las mani-pedis, las beauty parties... Son muchas las cosas que Carrie Bradshaw ha puesto de moda, pero si a alguien le debe su fama es a Patricia Field, la estilista de la escritora más fashionista de la televisión. Sarah Jessica Parker y su personaje se fueron fundiendo a lo largo de las temporadas de la popular serie hasta tal punto que las apariciones de la actriz sobre la alfombra roja eran seguida por los fans como auténticas masterclass de estilo.

Con los años, la serie de moda ha pasado a ser la serie de 'la moda'. Hoy puede decirse que el glamour de Parker es, en gran parte, mérito de esta excéntrica visionaria de la moda convertida en icono desde que creara la estética de Carrie y sus amigas. Sus outfits se anticiparon tanto a las tendencias del momento que, 15 años después de la emisión del primer capítulo, siguen siendo actuales.

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El secreto, según la estilista, es estar siempre un paso por delante de lo que va a llevarse. Y mezclar. Mezclar mucho. Colores, texturas, estampados... y presupuestos. La principal característica de Field es su capacidad para aunar prendas de alta y baja gama para conseguir mayor variedad a la hora de combinar, algo que ya demostró convirtiendo a Anne Hathaway en toda una trendsetter en El diablo viste de Prada.

En el deseado fondo de armario de Carrie Bradshaw no sólo cabían prendas de Vuitton, Ralph Lauren, Dior o Philip Tracy. También había sitio para el diseño español, como los vaqueros made in Spain de José Castro o las blusas de Zara. Sin contar, claro está, con que su adoradísimo Manolo Blahnik es de origen canario.

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En la ficción, la columnista tenía como contrapunto a la sensual Samantha, la tradicional Chalotte y la racional Miranda. Y aunque cada una tenía, además, su propio estilo, compartían obsesión por los 'Manolos'. El capítulo 'El derecho de una mujer a elegir su calzado' convirtió a Blahnik en todo un mito. Carrie amaba tanto los zapatos del diseñador que Mr. Big le pidió matrimonio con unos 'Manolos' azules en lugar del tradicional anillo. Modelo que, como todos los que lución, se agotó en las tiendas de la firma.

Pero 15 años dan para mucho, y objetos fetiche hubo unos cuantos. El clutch Power Silver Shade de Swarovski, el collar con el nombre de Carrie de Alex Woo, el bolso Baguette de Fendi... Sin embargo, la prenda más famosa quizás sea el tutú que la protagonista luce en la cabecera de la serie y que Patricia Field encontró por 5 dólares. Más adelante, con las películas también supieron marcar tendencia. Y es que sólo Carrie Bradshaw es capaz de elegir a la irreverente Vivienne Westwood para su vestido de 'no boda'.

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El brunch, las cupcakes, los Cosmopolitan, las mani-pedis, las beauty parties... Son muchas las cosas que Carrie Bradshaw ha puesto de moda, pero si a alguien le debe su fama es a Patricia Field, la estilista de la escritora más fashionista de la televisión. Sarah Jessica Parker y su personaje se fueron fundiendo a lo largo de las temporadas de la popular serie hasta tal punto que las apariciones de la actriz sobre la alfombra roja eran seguida por los fans como auténticas masterclass de estilo.