Matchy-mismatchy: por qué te sumarás a la tendencia de mezclar estampados

Desde hace algunas temporadas, la mejor forma de estar a la moda es incumplir sus normas. Cuando en 2011 Gucci hizo del color block su mejor aliado, muchos se estremecieron al temer que el rosa y el naranja ocuparan nuestros vestidores como insospechada pareja. Por supuesto, este mix terminó triunfando, al igual que hoy estamos más que habituados a combinar tacones con pantalones de chándal. ¿Es la última invención de la industria de la moda? Combinar un mismo estampado en tonalidades y tamaños diferentes.

Beyoncé ha puesto en marcha esta tendencia en su tour, donde se atreve a mezclar diferentes tipos de dibujos de leopardo, un estampado per se lo suficientemente arriesgado como para no seguir innovando. Sin embargo, la cantante arriesga y gana, porque al fin y al cabo, Beyoncé siempre gana, ¿no? La colección otoñal de Max Mara siguió esta máxima al repetir el leopardo hasta el hastío y firmas como Céline han hecho del arte de combinar diferentes tonalidades arena y nude parte de su sello.

Firmas como Topshop, Bershka y Zara se han sumado al arte de las mezclas, y cuando las marcas low cost asumen una tendencia tan arriesgada es porque saben que todos vamos a llevarla. Las influencers ya se han animado a hacerlo y todo parece apuntar que estamos preparados para ir un paso más allá con el look ‘Fuera de onda’ para mezclar cuadros de todos los colores, una de las combinaciones que más va a pegar este otoño.

Pero ¿por qué las tendencias son cada vez más arriesgadas y llamativas? Es posible que la fiebre Instagram y el afán por acumular likes nos haya convertido en auténticos carteles de neón andantes que muestran sin pudor tendencias complicadas para lograr así arrasar en las redes.

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