Pablo Casado, toma nota: así se arregla la barba Santiago Abascal (y sin maquinilla)

Más de dos meses después, Pablo Casado sigue con la famosa barba que no se pudo quitar durante sus vacaciones de verano en Ávila. El político se olvidó la maquinilla de afeitar en Madrid y su piel, extraordinariamente sensible, le impidió quitársela con una comprada allí. Dramas del primer mundo desmontados a posteriori.

Porque, no, lo de Pablo Casado y su barba no fue un 'matrimonio' casual, sino que, tal y como desvelaba ayer 'El Independiente', nació tras ser consultado en ‘focus group’, que opinaron que le aportaría cierto grado de madurez. (Nota al margen: en el supermercado de las Navas del Marqués en el que compra Isabel Torres tenían las maquinillas en ofertas de 2x1).

Pero, bueno, desvelado el misterio de su hipercalculado cambio de imagen (que ya analizamos en Vanitatis por aquel entonces), ahora toca cuidarla. No hay nada que dé peor imagen que una barba descuidada y eso su rival político Santiago Abascal lo sabe bien.

El líder de Vox siempre luce una barba perfectamente perfilada, cortada al milímetro como el césped de las casas de la serie ‘Mujeres desesperadas’. ¿Su truco? Elvis. Sí, sí, como leen.

“Aquí Elvis, un cubano con las cosas muy claras, y uno de los pocos tipos a los que les confío el cuello”. Y es que, tal y como ha confesado el propio Abascal a través de sus redes sociales, continúa yendo al barbero. Una práctica de toda la vida que aún existe en las zonas más castizas de Madrid.

Ni maquinillas ni excusas de ningún tipo. ¿Le pedirá Pablo Casado el contacto de Elvis?