El cambio de look de Pedro Sánchez: un corte de pelo para la nueva normalidad

Siempre se ha dicho que cuando alguien se corta el pelo es porque quiere empezar una nueva etapa, lo que encaja a la perfección con la nueva normalidad que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, encabeza.

Su siempre cuidada imagen, con trajes impolutos, un tono de piel ligerísimamente bronceado y unas estratégicas canas -recién estrenadas como consecuencia de la gestión de la crisis mundial del covid, como le ocurriera a la madre de ‘Poltergeist’-, ha hecho el cambio de armario beauty. Porque sí, aunque la norma parezca analizar solo la imagen de las mujeres políticas, la de ellos también cambia según la estación.

Así que, en el acto de levantamiento de controles en la frontera entre España y Portugal y estrenando el mes de julio, Pedro Sánchez ha pasado por la peluquería de una forma algo más significativa. Si durante los meses de cuarentena, su cabello parecía no crecer ni decrecer en ninguna intervención -igual que le ocurriera al cabello y barba del rey Felipe VI-, la indiscutible subida del mercurio ha obligado al presidente a optar por un look bastante más apurado.

Puede que incluso nunca hubiéramos viso a Pedro Sánchez llevar el pelo tan corto. A diferencia de su habitual corte recto, con el cabello algo más largo en la coronilla para facilitar su peinado hacia un lado, sin caer en el engominado, el look presidencial del mes de julio propone un corte bastante más informal.

El estilo del corte de pelo parece envolver su cabeza, dejando un cabello con efecto redondeado, además del evidente corte de longitud. Casi podríamos decir que el largo del pelo de Pedro Sánchez apenas supera el centímetro. Un look atrevido cuando menos.

La nuca muy despejada y apurada es el claro punto fuerte del corte de pelo, una medida efectiva para plantarle cara a la temperatura, mucho más si encima te encuentras en julio en Extremadura y en pueblo soleado. Por otro lado, al tratarse de un largo tan bajo, el nuevo corte de pelo de Pedro Sánchez deja a la vista sus canas. Tanto las que venían de fábrica como las adquiridas durante la crisis, dejando un cabello más claro, sobre todo a los costados.

A diferencia del cabello del rey Felipe VI, que también acudió al acto, el cabello de Pedro Sánchez aún se ve más negro que blanco, pero parece haber comenzado la etapa de transición al pelo cano. Si en su llegada a la Moncloa muchos señalaron que el presidente se teñía con barros para cubrir de una forma más natural sus canas, parece que su nueva dirección capilar es dejar las canas al natural y someterse a las directrices del look casual y refrescante.

Nueva etapa y nuevo look, ¿será definitivo o solo para lo que dure la nueva normalidad?