La liberación del pelo de Meghan Markle tras huir de palacio
Poco quedaba de su lustrosa melena llena de luz cuando Meghan Markle abandonó Inglaterra. Meses más tarde, sus reapariciones no hacen más que confirmar el cambio
Casi un año después de la huida de Meghan, Harry y Archie a Canadá, las instantáneas de la pareja real más buscada de la última década son tan poco habituales que cada vez que los Sussex comparten un vídeo-comunicado es mandatorio analizarlo al milímetro.
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Pero cuando se trata de Meghan Markle, no hace falta ser un experto en la Casa Real británica para apreciar el notable cambio de la duquesa de Sussex. Su sonrisa es constante, su piel está radiante y su pelo ha vuelto a ser el pelazo de una estrella de Hollywood.
En aquella casi cinematográfica escena en la que Harry y Meghan volvían a Inglaterra, apenas días antes de la cuarentena mundial, la duquesa se marcó un look de la venganza propio de la difunta Lady Di, enfundada en un vestido azul de Victoria Beckham y con una coleta XXL que, por cuestión de tiempo, era imposible que fuera de pelo natural. Meghan nos dejaba ver entonces que había vuelto a ser ella.
Melena de protocolo
Pero comencemos por el principio. Desde el anuncio de su compromiso, la melena de Meghan Markle fue sufriendo pequeñas modificaciones. Mientras en la serie ‘Suits’ su personaje utilizaba las mechas color castaño claro para aclarar su cabello, en el momento en que Meghan pasó a ser ‘prometida de’ un uniforme negro se apoderó de su melena.
Otra de las consecuencias de los quehaceres reales en la agenda de Meghan fue la creación del moño Meghan, ya célebre e imitado, pero que surgió como la necesidad de recoger el cabello según el protocolo, pero sin perder de vista el acabado natural que tanto gustaba a la actriz.
Desde entonces, solo veíamos el cabello de Meghan recogido en su mítico moño bajo con sus dos mechones frontales sueltos -algunas veces excesivamente artificiales y llenos de laca- o con la melena suelta, pero con tres exactas ondas. Día tras día. Huelga decir que el cabello natural de Meghan en rizado y con cierta tendencia al encrespamiento, algo que, sumado al húmedo clima inglés, debería haber alterado su melena… Pero no. La tónica era sencilla e inamovible: Meghan debía llevar el pelo pulido, siempre.
Durante su embarazo, la duquesa de Sussex experimentó cómo su cabello enloquecía. Una de las consecuencias del maremoto de hormonas es el nacimiento y fortalecimiento del pelo. La solución real fue recoger la melena de Meghan siempre. Coletas y moños altos y con el pelo tirante pasaron a formar parte de sus looks habituales.
Sayonara normas
Los años capilares de Meghan Markle en palacio trascurrieron con estrictas normas, algo que repercutió no solo en su cuidado corte de pelo, al bies como el de Kate Middleton, sino también sobre la calidad de este.
La melena azabache de Meghan ya no se veía pletórica y con volumen, con un movimiento natural. El pelo de la duquesa estaba domado en exceso y caía lacio a ambos lados de su rostro… Pero entonces llegó la huida a Canadá, donde, refugiados en casa de Doria Ragland (madre de Meghan), la esperaban todos los cosméticos que la actriz se encargaba de alabar en su desaparecido blog ‘The Tig’. Champús y aceites nutritivos de Kérastase, Moroccanoil y Shu Uemura se encargaron durante años de ciudar la melena de Meghan Markle y puede que estuvieran detrás del regreso de su pelazo.
Las extensiones con las que Meghan apareció en Inglaterra meses después de su huida dejaron entrever que su melena había recuperado su salud y brillo pasados, algo que ha quedado evidenciado con las posteriores apariciones de los duques de Sussex.
El cabello de Meghan vuelve a estar lleno de volumen e incluso alborotado, como si tuviera cabello nuevo, resultado de tratamientos de estimulación del crecimiento. Después de lucir por primera, pero no por última vez el look ultraliso, Meghan ha recuperado sus ondas naturales, pero sin seguir un patrón marcado. Su melena es densa y parece estar constantemente ahuecada.
Lo único que parece no haber cambiado ha sido el color negro. Mientras durante la cuarentena Meghan se convirtió en una ‘royal pro grey’ (realeza a favor del gris) igual que la reina Letizia, parece que sus sienes ya no lucen canas sino que la duquesa ha optado por el negro para rejuvenecer su imagen.
Ahora solo nos faltaría que Meghan se marcara un vídeo tutorial enseñándonos cómo crea su look diario… ¡Ay, si volviera ‘The Tig'!
Casi un año después de la huida de Meghan, Harry y Archie a Canadá, las instantáneas de la pareja real más buscada de la última década son tan poco habituales que cada vez que los Sussex comparten un vídeo-comunicado es mandatorio analizarlo al milímetro.