¡Radical! Charlène de Monaco se rebela, se rapa la cabeza y cambia de look como si nada
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... Ay, Dios. O, por lo menos, eso es lo que nos ha venido a la mente al ver a la princesa
"¡Yo lo veo guay, muy 3.0, muy cyberpunk 2077, muy CyberCharlene", "Así empezó Britney", "Muy suéltame en Mad Max". Estas han sido las primeras reacciones en las redes sociales ante la disruptiva (por llamarlo de alguna manera) imagen con la que se ha presentado Charlène de Monaco en el último acto prenavideño junto a sus hijos.
La princesa Charlène de Mónaco, con una máscara protectora, asistía a la tradicional ceremonia del árbol de Navidad en el Palacio de Mónaco, como parte de la temporada navideña en el país de la Costa Azul. Un evento, que sobre el papel parecía que iba a pasar sin pena ni gloria, ha roto todos los esquemas de los monegascos cuando han visto aparecer a su princesa con un nuevo look que recorría varias tendencias en un solo corte... o mejor dicho rapado. Bueno, ambos, porque combina las dos técnicas.
“Se trata de un corte con un indiscutible estilo punk. El cabello se ha rapado, siguiendo unas líneas muy gráficas, desde el lateral, y en toda la nuca, pero se intuye que el rapado continúa hacia el otro lateral, para ayudar potenciar la caída natural del cabello. En el otro lado de la cabeza, se ha realizado un corte bob, a la altura del hueso de la mejilla, y con un flequillo corto, ladeado y muy desfilado para acentuar ese aire punk”, nos cuenta el estilista Eduardo Sánchez. “Se trata de un look de altísimo mantenimiento, puesto que la parte rapada hay que retocarla de manera continua para conseguir ese estilo tan pulido, y el otro extremo, también requiere un mantenimiento casi semanal. Es además un corte con una transición complicada, solo hay dos alternativas, o rapar todo el pelo y dejar que crezca, o esperar a que la parte rapada crezca y cuando tenga un mínimo de largura, hacer un pixie muy muy corto y pegado al cuero cabelludo”, añade el experto.
Ella, apoyada en juguetes, hablando con los presentes, como si nada hubiera cambiado en su vida, como si todo fuera de lo más normal. NO es que sea extraño, pero sí es la primera vez que vemos a una royal de esta guisa. Siempre acostumbrados al orden y la corrección, este nuevo corte rompe todos los parámetros estéticos 'reales' hasta ahora conocidos.
Pero creemos saber dónde ha encontrado la inspiración, y es en otra actriz sudafricana:
Charlize es de las que también ha jugado con su imagen capilar sin miedo al qué dirán, pero siempre con una versión más light que la que nos ha presentado hoy la exnadadora.
Si todos los españoles pusimos el grito en el cielo cuando la reina Letizia nos sorprendió hace unos años con un bob (que seguimos recordando cada año), no queremos imaginar si se hubiera atrevido con un corte de esta índole.
Debemos recordar que ella no fue la primera. Sí Gloria von Thurn und Taxis, la princesa alemana punk que lucía cresta y que tras una conversión religiosa cambió radicalmente de look. Pero en su caso fue al revés. De la locura de la juventud al sosiego de la madurez. En este caso, Charlène parece haber dicho "a la vejez (que no es tanta) viruelas".
No debemos dejar a un lado que el llamativo pelo de Charlène ha conseguido que no nos fijemos en la corbata de Alberto de Mónaco, muy llamativa, con estampado de Santa Claus y nada habitual en el príncipe. Parece que la familia real monegasca está abandonando el glamour hollywoodiense que les había caracterizado por un estilo más mundano... ¿Quizá intentando acercarse al pueblo?
"¡Yo lo veo guay, muy 3.0, muy cyberpunk 2077, muy CyberCharlene", "Así empezó Britney", "Muy suéltame en Mad Max". Estas han sido las primeras reacciones en las redes sociales ante la disruptiva (por llamarlo de alguna manera) imagen con la que se ha presentado Charlène de Monaco en el último acto prenavideño junto a sus hijos.