¿Es realmente necesario que te laves la cara por la mañana?
La limpieza facial nocturna es el gesto más importante de la rutina de belleza diaria, pero muchas veces nos preguntamos si hay que volverse a lavar la cara por la mañana o no. Te lo explicamos
Todos los expertos en piel coinciden en lo mismo: la limpieza es el paso más importante de la rutina de belleza diaria para tener una tez saludable y bonita. Y mientras a todos nos ha quedado claro que no podemos saltarnos este paso bajo ningún concepto por la noche –es el encargado de eliminar el maquillaje, la suciedad y la polución que se han acumulado en nuestro rostro a lo largo del día–, aún hay dudas sobre la limpieza facial matutina. Es más, muchas personas se preguntan si es necesario (o no) lavarse la cara por la mañana, si ya lo hemos hecho justo antes de acostarnos. ¿Realmente se ensucia la piel mientras dormimos?
Es importante que sepas que no es lo mismo limpiar que lavar. Para el primer término puedes usar leche limpiadora o agua micelar, sin necesidad de lavar después la cara (el retirado del producto lo puedes hacer con un tisú, un algodón o una muselina), pero el segundo verbo implica usar un cosmético limpiador con detergente, donde la cara se moja, enjuaga y aclara con agua. Por eso, si te lavas el rostro por la noche con un limpiador en espuma no es necesario que vuelvas a repetir la misma acción por la mañana, ya que tu piel no tendrá contacto con nada que realmente necesite ser lavado al despertar, aunque sí que hay que darle una enjuagada.
“La piel realiza muchas funciones vitales mientras dormimos, lo que se traduce en sudor y en toxinas que salen a la superficie. Por eso es necesario que la depures al levantarte mediante una limpieza”, aconseja Almudena Perera, gerente de la Clínica Beauty Room. Además, también es fundamental que la prepares adecuadamente para recibir los cuidados matutinos, por lo que tendrás que eliminar el sérum y la crema que aplicaste la noche anterior. Lo mejor es que “las fórmulas de las cremas contienen un emulsionante que hace que sean muy fáciles de limpiar. Este es un sulfunactano del jabón, muy muy suave, lo que ayuda a que el retirado se efectúe con muchísima facilidad”, explica Paola Gugliotta, doctora en Dermocosmética y fundadora de Sepai y Apoem.
El tipo de piel que tengas será el que determine cómo debe de ser la limpieza diurna: “Si esta es grasa y has tenido secreciones durante la noche, usa un limpiador matificante por la mañana. Si tienes la piel normal, un poco de agua y listo (basta con la de la ducha). Y si tu dermis es seca, puedes utilizar una leche limpiadora, que también la hidratará”, añade Gugliotta.
Pero cuando vas a hacer ejercicio a primera hora de la mañana, la cosa cambia, sin importar de qué tipo sea tu piel. En este caso, la limpieza deberá ser un poco más exhaustiva sí o sí, ya que el sudor puede mezclarse con la suciedad y las bacterias que podría haber en tu piel por el contacto con la almohada –sí, a no ser que cambies la cama todos los días, las sábanas albergan muchos microorganismos–. Lo más recomendable es que “te limpies la piel al despertar con un producto específico y después, tras la ducha, será suficiente con que te apliques un tónico equilibrante. Aunque si durante este gesto quieres volver a usar un limpiador, que no sea abrasivo, no hay ningún problema”, concluye Perera.
Tus aliados
Silky Purifying Clear Gel Wash de Sensai. Este gel sin espuma limpia y elimina en profundidad y de manera suave las impurezas que obstruyen los poros, mientras mantiene en equilibrio la hidratación de la piel y previniendo su irritación y enrojecimiento. También purifica en profundidad para proporcionar una piel más uniforme, luminosa, suave y radiante. Su aroma, con cilantro, manzanilla y lavanda, es refrescante y relajante (59 euros en Sephora).
Eau Micellaire Démaquillante de Clarins. Apropiada para todos los tipos de piel, incluso las más sensibles, esta agua micelar desmaquillante está enriquecida con extractos de genciana amarilla bio y melisa bio. Elimina el maquillaje de forma suave y rápida, preservando la microbiota cutánea (27 euros en Clarins).
Beauty Smart Water Waso de Shiseido. Tratamiento 3 en 1 que desmaquilla, limpia e hidrata, así como actúa como un primer. Está enriquecido con extracto de arroz y complejos fermentados, que aumentan la luminosidad al eliminar las impurezas y el exceso de sebo (36,50 euros en Asos).
Gel Limpiador facial de Mi Rebotica. Limpia la piel en profundidad y elimina el maquillaje de rostro y ojos. Su fórmula contiene ceramidas de avena y niacinamida, que aportan una limpieza suave a la vez que hidrata, mejora la elasticidad y función barrera de la piel, y agastache mexicana, que calma y reduce el enrojecimiento. Su pH es de 5.5 y su perfume suave e hipoalergénico, por lo que es apto también para pieles sensibles (12,95 euros).
Todos los expertos en piel coinciden en lo mismo: la limpieza es el paso más importante de la rutina de belleza diaria para tener una tez saludable y bonita. Y mientras a todos nos ha quedado claro que no podemos saltarnos este paso bajo ningún concepto por la noche –es el encargado de eliminar el maquillaje, la suciedad y la polución que se han acumulado en nuestro rostro a lo largo del día–, aún hay dudas sobre la limpieza facial matutina. Es más, muchas personas se preguntan si es necesario (o no) lavarse la cara por la mañana, si ya lo hemos hecho justo antes de acostarnos. ¿Realmente se ensucia la piel mientras dormimos?