Las horquillas francesas serán el accesorio capilar más top del año

Todo vuelve, pero mejorado. Los lápices de ojos marrones a los que las mujeres negras recurrían para perfilarse los labios en los 90 porque en el mercado no había labiales pensados para sus tonos de piel han dado paso a los actuales lápices de labios disponibles en un sinfín de tonalidades para no excluir a nadie. Los perfilados noventeros vuelven a estar de moda, pero ahora para todo el mundo.

Lo mismo ocurre en el terreno capilar. Los recogidos de Pamela Anderson que precisaban una considerable cantidad de laca se simplifican ahora con capas y rulos. En la búsqueda hacia los peinados de inspiración años 90, asistimos también al resurgir de los moños fluffy, deshechos, alborotados, esponjosos, con volumen y muy 'casual'. Lo que ocurre es que si en los 90 se realizaban con un lapicero o un palillo ornamentado, ahora entran en acción las horquillas francesas, diseñadas para ser bonitas y efectivas.

Puede que ya las conocieras o incluso que las utilizaras en los 80 o los 90, pero que no supieras su nombre. Las horquillas francesas, que también puedes encontrar en internet bajo el nombre de ‘forcine francesi’ (en italiano) o ‘french pin’ (en inglés), han vuelto a resurgir, acercándose a la viralidad gracias a los tutoriales de TikTok. En estos brevísimos vídeos, se ansía recrear el denominado ‘french twist’, un sencillo pero ultrachic moño, muy parecido al de bailarina, pero dejando los mechones frontales sueltos para enmarcar el rostro y manteniendo volumen en la raíz. Ya no se llevan los recogidos pulidos y limpios, el efecto messy noventero es la cumbre de las tendencias.

Hace un par de temporadas, superficies como Oysho, Asos o Amazon ponían a la venta varios tipos de pasadores retro entre los que estaban las horquillas francesas. Hablamos de esos pasadores alargados con forma de U, que los más jóvenes miraban extrañados, preguntándose cuál era su funcionamiento. Gracias al éxito en TikTok, donde no solo se explican los diferentes materiales de los que pueden estar hechos, sino que se recrean todo tipo de recogidos, la variedad de diseños de horquillas francesas disponibles se ha disparado.

Parte del éxito, como explican muchos usuarios de la plataforma social, se debe a lo fáciles que resultan de utilizar, el poco espacio que ocupan y, sobre todo, porque se pueden dejar visibles, sublimando el peinado. La rapidez con la que se pueden crear moños bonitos, románticos y con volumen, en un par de gestos, es fundamental para la efectividad de este tipo de horquilla que, además, se puede utilizar en todo tipo de cabellos y longitudes.

De nuevo, la inspiración noventera de los peinados con horquillas francesas se relaciona también con los estilismos de iconos como Pamela Anderson o Claudia Schiffer en la década de los 90 o de Brigitte Bardot, en un viaje algo más lejano. Para huir de la tirantez de los recogidos, la tensión que se genera con los largos extremos de la horquilla es más ligera, permitiendo aflojar el moño.

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Encontramos reinterpretaciones de los moños colmena o beehive, a veces realizados en tan solo un gesto y prescindiendo de decenas de horquillas y capas y capas de laca. Pero también hay quienes se atreven con el moño spikey -en su versión más relajada, eso sí- o el banana bun. La coreografía para crear todos los recogidos es tan sencilla y rápida que acerca peinados de pasarela o sesiones de fotos de editoriales de moda a cualquier persona.

Entre algunos de los trucos que las influencers comparten en sus vídeos utilizando horquillas francesas se repiten algunos como que el cabello es más fácil de recoger si no está recién lavado. La tendencia del cabello limpio parece ser la de liberarse de la presión de las horquillas francesas, mientras que la grasilla que desprende el cuero cabelludo ayudaría a mejorar la fijación.

Otro truco, este bastante más extendido, es el de aprovechar la forma en la que se ha retorcido y recogido el cabello, de tal modo que, al soltarla, la melena esté llena de ondas. Mismas ‘vibes’ que las trenzas.

Shopping de horquillas francesas

Vale, ahora que sabemos que ya te hemos creado la necesidad de hacerte con una horquilla francesa, toca satisfacerla. Lo bueno es que, como toda moda que se viraliza, actualmente puedes encontrarlas de todos los materiales y precios, así que no hace falta que te gastes una fortuna para llevar a la práctica todos los tutoriales de TikTok o YouTube. O, si por el contrario, ya dominas el arte de las horquillas francesas como una geisha el arte del abanico, puedes hacerte con una horquilla joya de Lelet NY, cuyo precio ronda los 200 dólares.

Uno de los materiales más repetidos en las horquillas francesas es el carey de los diseños tradicionales y su versión más asequible de plástico imitando al efecto del carey. El gancho de pelo efecto carey, en Oysho, es una opción perfecta para comenzar a practicar.

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Sin tener que hacer un gran desembolso, encontramos también la del Sleek Chignon Hair Pin de The Hair Edit, disponible en Douglas, una horquilla elaborada en plástico, pero rematada en dorado para recrear el efecto tan chic que vemos en las redes sociales.

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Disponible en varios materiales, del carey claro al ahumado, las horquillas francesas de acetato, a la venta en Amazon, se venden de cuatro en cuatro y ofrecen una mayor resistencia.

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Por último, la horquilla francesa que más verás en Instagram, tanto por sus fotos limpias y perfectamente iluminadas como por sus materiales, cercanos más a las joyas que los accesorios capilares. Son las horquillas de Lelet NY. En la imagen, la Selene Glossy Pin.

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