Melena de lentejuelas: top de productos y trucos para un cabello brillante

Dicen que los ojos son el reflejo del alma, pero hay otro dicho no tan extendido y es que el brillo del pelo refleja la salud de nuestro cuerpo. Bueno, a lo mejor la frase no es exactamente así o ni tan siquiera está extendida, pero la realidad es que de algo tan natural como la forma en la que se encrespa el cabello se puede denotar que hay algo que no va bien.

El brillo es una de esas cualidades capilares que más rápido se pierden. Por un lado, puede deberse a agresiones inmediatas como haber chamuscado la melena con el abuso de herramientas de color o con decoloraciones, pero también puede devolvernos información sobre una mala alimentación o la carencia de algunos nutrientes en nuestro organismo.

Recientes estudios han demostrado que, igual que ocurre con la piel, el cuero cabelludo y, por tanto, el cabello también envejecen y una de las consecuencias del paso de los años es la pérdida del brillo. Además de acudir al dermatólogo, tricólogo -experto en el cabello- o endocrino, también podemos recurrir a refuerzos que, de forma tópica, ayuden a devolverle el brillo al pelo o incluso intensificarlo como nunca antes lo habíamos visto, lo que vamos a denominar la ‘melena de lentejuelas’.

Trucos del día a día

De entrada hay que desterrar prácticas que tenemos normalizadas y que no contribuyen en absoluto a la salud y tampoco al brillo del cabello.

Acondicionador y/o mascarilla son pasos ineludibles de un adecuado lavado. Del mismo modo que realizar dos enjabonadas es bueno para retirar residuos pero no se debe realizar más que una o dos veces por semana, cuando hablamos de la mascarilla o el acondicionador, incluir al menos uno de los dos pasos contribuirá mucho al plus de luminosidad.

La finalidad del acondicionador no solo es desenredar, sino que también hidrata el cabello. Su ligereza lo convierte en aliado porque con poco producto trabajas todo el cabello de forma rápida y fácil de aclarar. La mascarilla requiere más tiempo de actuación -5 minutos son suficientes, deja lo del mito de las dos horas para otros-, pero su acción es más intensa. Si te lavas el pelo en días alternos, puedes aplicar la mascarilla solo un par de veces a la semana o cuando notes que tu melena lo necesita.

En el top de tratamientos inmediatos entra, por ejemplo, la Mascarilla Hidratante Intensiva de Moroccanoil, 39,99€ en Sephora. Además de tener un aroma a aceite de argán adictivo, repara, nutre y al aclarar el cabello lo deja superbrillante.

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Otro truco en el que no reparamos demasiado y que influye directamente en el brillo de la melena es el aclarado. Nunca has aclarado lo suficiente el cabello, es decir, no te quedes corta. Eso sí, la temperatura que siempre sea fría. El agua fría ayuda a cerrar las cutículas, del mismo modo que cuando nos lavamos la cara con agua fría se cierran los poros. El resultado inmediato es un cabello mucho más liso.

Otro momento crucial es el del secado. Si no hay opción de dejar que el pelo se seque al aire y hay que recurrir al secador, la temperatura de nuevo marcará la diferencia. Todo buen secador tiene, además de varias potencias y temperaturas, un modo de aire frío. Si eres una valiente que se arma de paciencia para secarse toda la melena con el aire frío, felicidades. Si no tienes ni tiempo ni paciencia, o tu cabello es abundante, el plan B es no abusar de las altas temperaturas del secador y siempre, siempre, siempre, rematar el secado con un golpe de aire frío.

Este gesto aumenta el brillo final del cabello y ayuda a fijar el peinado que le hayas dado a tu melena. Por supuesto, el uso de protectores térmicos ya no solo se centra en actuar de barrera frente al calor de secadores o herramientas de moldeado, también encontramos una amplia variedad de productos que potencian el brillo del cabello.

Brillo tópico: cómo espolvorear lentejuelas en la melena (casi de forma literal)

A estos gestos diarios que corregir se suma, por supuesto, el poder de la cosmética. Desde la elección de la línea de champú con la que enjabonar el cabello hasta las propiedades hidratantes de una 'hair mist' con la que vamos a perfumar la melena pueden contribuir al plus de brillo.

Suena repetitivo, pero la hidratación es la base de un cabello brillante. Si centras esfuerzos en dar con un producto que no solo limpie el cuero cabelludo, desincrustando la suciedad, sino que también cuide la fibra capilar a través de ingredientes hidratantes, partirás de un cabello más luminoso en sí, siendo el aderezo solo eso, un potenciador del glow.

Un aliado que deja la melena con resultados de peluquería es el Shampooing Crème Moelle de Bambou de Leonor Greyl, 36,30 € en su web. Entre sus ingredientes encontramos el extracto de ajo que, además de tener propiedades antibacterianas, es rico en oligoelementos, a lo que se suma la nutrición de la proteína de trigo. El resultado en un solo lavado y con una soja enjabonada es un pelo radiante, ya que se trata de un champú muy nutritivo, elaborado especialmente para cabello largos, secos, gruesos, rizados o encrespados… Y sí, puede con todo.

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Mientras el brillo que se consigue con champús, acondicionadores y mascarillas nutritivas es un reflejo natural que devuelve la idea de una cabello sano, siempre se puede dar un paso más para ir de un 'sleek hair' a una melena de lentejuelas al reforzar la hidratación con tratamientos intensivos en los que el brillo se incorpore de forma gráfica. Esto es, a través de partículas de oro. Dentro de este lujoso sector, destaca, por ejemplo, toda la línea Sublime Golden de Miriam Quevedo, pero, especialmente, la Opulent Transforming Mask, 225€ en Isolee.

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Se trata de una suntuosa mezcla de 34 ingredientes, entre los que destacan la manteca de camomila, microlípidos de células madre de olivo silvestre y el complejo Multibond Filler, que consiguen fortalecer el cabello, regenerarlo y protegerlo no solo de las agresiones habituales, sino también de aquellas que aceleran el envejecimiento del cabello. ¿Su plus para cubrir de luz dorada la melena? Pues la lujosa mascarilla contiene oro de 24 quilates, presentes en diferentes formas: bioactivo, micronizado y en escamas. Este último se deshace en los dedos para llenar de un brillo muy natural y sin acabado glitter, pero 'ultraglow', el cabello.

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Aunque todo el mundo sabe que cuando se habla de oro líquido se hace referencia al aceite de oliva y su sinfín de propiedades, cuando hacemos referencia a los aceites de belleza, el oro recibe un sinfín de nombres, de aceite de argán a… miel. Si estás acostumbrada a utilizar sérums o aceites secos para hidratar tus puntas, no te será desconocido su poder potenciador de la luminosidad del cabello. La parte complicada está en encontrar uno que no apelmace o engrase el cabello.

Una de esas fórmulas prodigiosas podría ser el Honey Infused Hair Oil de Gisou, a partir de 23€ en Sephora. El primer producto que la influencer Negin Mirsalehi lanzó al mercado, y que ahora se ha visto arropado por un sinfín de referencias, no es otra cosa que miel -directa del jardín del padre de Negin- infusionada con aceite de almendras dulces o passiflora para crear un aceite que no es ni pegajoso ni graso, pero hidrata intensamente las puntas.

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Su densidad es mayor que la de otros aceites y con una gota, calentada en las manos, cunde para trabajar de medios a puntas, y con los posibles restos que queden entre los dedos, darle una pasada a toda la melena. El cabello queda hidratado, con mucho movimiento, pero, sobre todo, con tanto brillo que parece que acabas de salir de la peluquería. Aquí viene mi confesión: me regalaron mi primer Honey Infussed hace años y en el momento en el que lo incluí en mi rutina, comprendí el porqué del pelazo de Negin.

Igual que la miel más famosa de Instagram fue un regalazo con el que sublimar el brillo de mi melena hasta cuotas insospechadas, otro regalo con el que reforcé el brillo y hasta llené de matices mi cabello fue el Shimmer Shine de Kevin Murphy, 34,50€ en su web. De venta en locales especializados, es algo así como un elixir del que no conoces la existencia hasta que alguien te lo introduce.

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Su funcionamiento es sencillo, funciona como una bruma de acabado del peinado con el superpoder de reparar el cabello y reavivar el brillo. Al voltearlo -no agitarlo, como James Bond- se mezclan las diferentes partículas brillantes, creando un caleidoscopio irisado que es igual de efectista sobre el pelo. Es algo así como oro pulverizado sobre la melena y es perfecto para rematar cualquier peinado antes de salir por la puerta de casa.

Como decíamos, brillo, perfume e hidratación pueden conseguirse en un solo paso y son la forma de acercarse a ese efecto de melena de lentejuelas en un abrir y cerrar de ojos. Otro de mis aliados para lograrlo es el Balmain Hair Silk Perfume, 35€ en Perfume’s Club. No me canso de recomendarlo porque es uno de esos productos 'todo en uno'. Sublima el pelo, nadie puede descubrir que lo llevas, pero todo el mundo te va a decir que qué te has hecho en el pelo tanto por el aroma que desprende como por el brillo que deja en la melena. Pero, cuidado, no hay que abusar de las pulverizaciones o el cabello puede quedar graso.

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Para conseguir ese brillo seda que promete, además de proteínas de la mismísima seda, también cuenta con aceite de jojoba, de argán y de almendro. Pulverízalo a varios centímetros de distancia, de medios a puntas y luego ahueca efusivamente la melena. Si llevas ondas, el brillo se verá aún más potente. Es lo más cercano a llevar alta costura en el pelo.

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Y dentro del apartado de los cosméticos potenciadores (a más no poder) del brillo de cualquier melena, llegamos a otro de esos secretos multifunción, el Lipid Booster de System Profesional de Wella, solo a la venta en salones autorizados. Cuando un peluquero te da un producto, confía siempre con los ojos cerrados. En este caso, Pablo Bogado me lo recomendó para fortalecer el pelo y aumentar su brillo: "Con este tratamiento podemos reconstruir de una forma profunda el cabello proporcionando hasta un 99% más de resistencia contra la rotura". Por un lado, es un protector del cabello frente agresiones externas, pero por el otro es el perfecto tratamiento para cabellos secos, teñidos o dañados, ya que los fortalece.

Al tratarse de un cuidado más intenso, se debe realizar una vez a la semana. Tan solo hay que pulverizarlo sobre el cabello húmedo tras el lavado, extendiéndolo de medios a puntas. No precisa de aclarado, sino que se puede secar el cabello a continuación. La primera sensación es la de un cabello ultrabrillante, de nuevo como si hubieras salido de la peluquería. Pero al día siguiente, el efecto continúa como si fuera un tratamiento profesional, el cabello se ve más grueso y con cuerpo. Un salvavidas.

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Tratamientos de salón para un melenón

Llegados a este punto y cuando el brillo que se quiere en la melena no es cosa de acicalarse frente al tocador, sino que precisa de la mano de un profesional y la duración que solo aportan cosméticos más potentes, toca hablar de tratamientos ‘long tail’.

Un viejo conocido de las peluquerías es el Fusio-Dose de Kérastase. La marca francesa ha reformulado su tratamiento más rápido y personalizado al trasladar los ingredientes habituales del skincare como la niacinamida, la vitamina E o el ácido láctico al cuidado del cabello. Tras un análisis con cámara del estado de la fibra capilar, tu profesional de confianza te recomendará el tratamiento que más necesite tu cabello -lo que corresponde al ‘concentré’-, pero tú determinas la otra parte del dúo; es decir, lo que quieres ver en tu pelo: brillo, volumen, hidratación, etc -el booster-.

Al combinar estos dos productos, el resultado es una fórmula personalizada que se pulveriza sobre el cabello tras el lavado, necesitando tan solo 10 minutos para actuar y penetrar. Aunque parezca algo muy sencillo, la efectividad del Fusio-Dose está en que sus moléculas son hasta 100 veces más pequeñas que las de los productos que usamos en casa, por lo que su poder de penetración es incomparable.

Dependiendo de las necesidades de tu pelo, determinadas por el profesional, recibirás un tratamiento u otro y el brillo estará asegurado; sin embargo, siempre puedes elegir un booster de brillo para revitalizar e iluminar su cabello al estilo 'glass hair' o 'liquid hair'. Como curiosidad, para reforzar el efecto del tratamiento y que dure más tiempo, la parte del booster que elige el peluquero corresponde a una línea de cuidado de la marca, por lo que sus efectos se pueden prolongar.

Aunque a través del champú, la mascarilla One Minute Wonder y el spray protector Bonde se puede recuperar el brillo de un pelazo en casa y aún existiendo su versión doméstica, el tratamiento Clandestino de Moncho Moreno, a partir de 110€, fija los resultados por más tiempo. Tras lavar el cabello con un champú que retira suciedad, polución, metales y abre el poro, se aplica una hidratación que repara el cabello y se aplica calor para que el tratamiento penetre más rápido. El paso final es aclarar el producto para volver a cerrar la cutícula en un proceso que no supera la hora y media.

Aunque parte de su fama se debe a la sensación de un cabello más denso, más grueso, con movimiento y como reparado, el brillo con el que sales del salón y que dura varias semanas si lo cuidas de la forma adecuada es la materialización de una melena de lentejuelas. Para recuperar cuerpo y brillo de larga duración, tampoco falta en la lista el tratamiento Rellenador Molecular de Wella Profesional, disponible en Pablo Bogado Hair Studio. Su acción reparadora, responsable de devolverle el brillo y la fuerza al cabello, se apoya en aminoácidos esenciales. El cabello recupera cuerpo y el brillo se intensifica inmediatamente, algo que dura varias semanas y que ya no implica pasar horas y horas en la peluquería.

En casa, a diario o en el salón, ha llegado el momento de conseguir que el cabello brille como si estuviera repleto de lentejuelas, sin importar la estación, solo la salud de la melena y el savoir faire.

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