El Louvre inspira la colección de maquillaje que Botticelli compraría

Fortaleza y feminidad son las cualidades que la maquilladora británica Lisa Eldridge destaca de las siete esculturas que han inspirado la colección de maquillaje más artística, delicada y exclusiva de los últimos años. Barras de labios talladas y protegidas por capuchones que con los rostros de Eco, Higía o Corina son algunas de las piezas de la edición limitada de Lancôme x Louvre.

La idea de poner a mujeres actuales como Amanda Seyfried o Zendaya, musas de la firma de cosmética francesa, frente a la Venus de Milo o la 'Victoria de Samotracia' no es fortuita, sino que nace de la idea de encontrar referentes poderosos en mujeres del pasado. El museo parisino cerraba sus puertas para una sesión de fotos que resume la frase con la que se sentencia la colección: ‘Beauty is living art’, la belleza es arte en vida.

Por supuesto, no se trata de una edición en la que solo se haya cuidado el packaging, sino que es una perfecta sinergia entre formas y colores, una colaboración directa entre el museo y la firma.

“Nuestra colaboración con Lancôme destaca la diversidad de todas las formas de belleza que se encuentran en las colecciones del Louvre -un diálogo entre culturas y civilizaciones que va más allá del tiempo y la geografía-. Embajadoras como la Venus de Milo, 'La ninfa y el escorpión' y la Artemisa de Gabios tienen mucho que contarnos. A través de este encuentro entre dos instituciones francesas, me complace ver cómo las obras de arte y el museo siguen siendo fuentes de inspiración”, explica Laurence Des Cars, presidenta-directora del Museo del Louvre.

Pieza fundamental en esta efímera creación es, por supuesto, Lisa Eldridge, directora creativa de Maquillaje de Lancôme y encargada de dar con los tonos idóneos de las cuatro barras de labios de textura aterciopelada y una paleta de sombras de ojos que haría las delicias de cualquier pintor o escultor del Renacimiento o Barroco. Los cuatro exclusivos tonos de L’Absolu Rouge se inspiran en cuatro musas elegidas entre las obras del museo.

Se suma también a la colección el sérum Génifique, decorado con el rostro de la Higía de Jean-Baptiste Lemoyne, un personaje mitológico asociado a la belleza y la bondad. Sin embargo, la pieza principal de esta colección de arte y belleza es la paleta de sombras de ojos Richelieu Wing Palette. Inspirada en el ala del mismo nombre del museo, la maquilladora perseguía plasmar la esencia del ala Richelieu a través de tres sombras luminosas y un highlighter con los mismos colores que caracterizan a ese sector del museo.

“Cada tono toma su nombre de una parte diferente del ala Richelieu y alrededores; desde el color peridoto de las sombras de ojos, que está inspirado en la Cour Puget, a la luz cobre de la Cour Carrée; el tono mármol de la Cour Marly o el tono rosa del Palacio Real”, detallan desde Lancôme. Una de las exigencias de la maquilladora era que se tratara de sombras que se pudieran trabajar tanto con los dedos como con pinceles, multiusos, fáciles de difuminar y trabajar, pero que también permitieran crear maquillajes de impacto como la sombra verde oscuro.

“Para la campaña del Louvre quería crear un look con la paleta que tuviera algo de drama”, dice Eldridge. Todas las sombras, con un delicado brillo nacarado, cumplen también con la idea de emular la luz de la galería y su forma de incidir sobre las esculturas.

Pero la paleta va más allá de la composición cromática. Además de que el rostro de la escultura de Corina de Edme-François-Étienne Gois se prensa en las sombras, creando un relieve que podría estar colgado de cualquiera de las paredes del museo, Corina también está en el marmóreo exterior de la paleta. “He elegido este diseño por Corina: sobre todo por sus dificultades, porque en aquella época no podías tener talento y ser mujer; pero lo explicó desde un punto de vista muy femenino, algo que entonces era poco habitual”, apunta Lisa Eldridge. Para que la maquilladora se sumergiera por completo en el Louvre, tras cerrar sus puertas al público, se abrieron al atardecer a Eldridge para que ella diera rienda suelta a su creatividad.

“Esta colaboración creativa sin precedentes con el Louvre es un poderoso testimonio cultural para nuestra convicción y misión de belleza en Lancôme. Continuando con el diálogo entre nuestra marca de belleza francesa de casi 90 años de antigüedad y la institución artística más icónica de Francia, queremos seguir abriendo nuevas perspectivas de belleza a las mujeres de hoy en cuanto a nuestro patrimonio artístico, y celebrar el hecho de que la belleza es un movimiento que nunca se detiene”, concluye Françoise Lehmann, presidenta internacional de Lancôme.

La edición limitada, a la venta exclusivamente en la web de Lancôme y en El Corte Inglés, estará disponible a finales de septiembre.