Económico y natural: maquillarse con los dedos, el truco de los profesionales

Hasta los mejores maquilladores, aquellos que maquillan a estrellas de la gran pantalla y firman los mejores editoriales de moda, utilizan sus dedos para llegar a zonas a las que no las brochas no alcanzan o para difuminar de una forma muy natural. Si los dedos son las herramientas de los artistas y se pasean veloces por los teclados de todos los oficinistas, por qué no otorgarles el lugar que ocuparan antaño en el maquillaje.

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Te contaremos un secreto, detrás de algunos de los maquillajes de celebs como Sara Carbonero, Valentina Ferragni o Rocío Crusset están los dedos de Vicky Marcos. La maquilladora siempre ha sido una firme defensora de los productos que se puedan trabajar con los dedos y es capaz de crear el degradado más espectacular convirtiendo los suyos en auténticas herramientas de precisión.

Menos tiempo, menos herramientas

Sin duda los beneficios más seductores de maquillarse con los dedos están en el simple ahorro de herramientas. No hace falta que te hagas con un kit de brochas completo. Aunque nunca viene de más tener una brocha a mano, a veces puede resultar abrumador estar cambiando de brocha para cada zona del rostro, por no hablar de la amplia variedad de brochas para trabajar las sombras de ojos. Al utilizar solo los dedos simplificamos mucho más el momento del maquillaje y nos ahorramos tener que estar lavando todas las brochas después de cada uso.

La vida (de base) se simplifica enormemente

Algo tan cotidiano como aplicar la base de maquillaje puede convertirse en un mix de pasos y mejorar el resultado final de la piel. Al trabajar la base de maquillaje en el dorso de la mano calentamos su fórmula mejorando la mezcla de sus ingredientes y logramos que se adhiera mejor a la piel.

Además, mientras trabajamos la base podemos probar nuevas técnicas e incluir una gotitas de iluminador, modificar ligeramente su color con un mixer de maquillaje o directamente fusionarla con nuestra hidratante habitual.

El momento de aplicar la base de maquillaje también cambia por completo. Al extenderla con los dedos logramos llegar a muchas más zonas y controlamos al máximo la cantidad de producto que aplicamos. Por supuesto, el acabado no tiene nada que ver, queda una cobertura más ligera pero natural, casi jugosa. Es un truco estupendo para terminar con la sensación de maquillaje parcheado o mate.

Adiós, efecto Heidi

Uno de los grandes beneficiados del maquillaje con los dedos es el rubor. Nos encanta tener ese toque saludable en las mejillas, pero un rubor demasiado pigmentado o directamente abusar de la cantidad de colorete puede terminar en unas mejillas tan artificiales como las del manga más clásico.

El acabado empolvado que en muchas ocasiones mata el efecto hidratante de la base de maquillaje es otro de los riesgos más habituales. Como consecuencia de este mal uso del rubor cada vez hay más cosméticos en formato líquido, como los tintes para mejillas, en textura cremosa, mouse o directamente en stick. Con ellos podemos controlar mucho mejor la cantidad de producto que depositamos y podemos ir subiendo el color poco a poco, capa a capa.

Los dedos son los mejores aliados de este tipo de cosméticos. Por ejemplo, con los rubores más líquidos, podemos aplicar una gotita de color en la manzana y extenderlo con movimientos circulares pero hacia afuera para evitar redondear en exceso el rostro. Si aplicamos un rubor en stick, los dedos con la mejor herramienta para difuminar el producto y desdibujar los bordes.

Por supuesto, los iluminadores funcionan igual, se aplica y se difumina con los dedos para lograr un brillo natural. Otra opción es incluso tomar un poco de iluminador con un dedo y aplicarlo con toquecitos sobre el rostro.

El contorno también es bienvenido en el formato cremoso. Es más, probablemente es la mejor forma de aplicarlo cuando eres principiante y desde luego es la técnica más efectiva para crear un contorno natural. Marca las zonas a oscurecer con un contorno en stick o cremoso y difumina con los dedos.

Maquillarse los ojos también es posible

Y llegamos a los ojos, probablemente la primera cosa en la que nos fijamos a la hora de analizar un maquillaje y la que más quebraderos de cabeza nos da al no conseguir un acabado de profesional. Las sombras en crema son la mejor opción para crear los ahumados mientras que las más fluidas son perfectas para sombras brillantes y acabados más homogéneos.

El truco está en aplicar primero una capa que sirva de base, difuminarla bien con los dedos y aplicar la misma u otra más oscura en el extremo del ojo, donde aplicaríamos la sombra oscura para acentuar la forma rasgada del ojo. Difuminar y difuminar. Poco secreto. Y si quieres un toque de más intensidad o un color más luminoso, puedes aplicar a modo de remate final un poco de sombra en el párpado móvil con un par de toquecitos o un punto de luz en el lagrimal con ayuda del meñique.

1. Neo Nude A-Contour de Armani (42,50€). Contorno fluido con aplicador tipo gloss y cobertura muy ligera. 2. Cream Shadow de AKU Cosmetics en color Lady Rock (18€). Sombra en crema muy fácil de trabajar y perfecta para un ahumado de noche. 3. Chachatint de Benefit (19,95€). Es la versión más coral del Benetint, ideal para pieles bronceadas. Sirve como tinte de mejillas y labios y es muy fluido. 4. Touche Eclat Glow Shot de Yves Saint Laurent (20,88€). Ilumina de una forma muy sutil pero con los matices más bonitos que puedas imaginar. Está disponible en tres tonos, según cómo te guste brillar.

Precauciones

Como la frase dice, lo más limpio y lo más sucio de un hombre son sus manos. Además de lavar perfectamente las manos antes de tocar cualquier cosmético que vayamos a aplicarnos sobre la piel, después de usar cada sombra, maquillaje o rubor, hay que eliminar el exceso de color. Las toallitas húmedas son siempre una buena opción.

La otra advertencia es convertir cada dedo en una brocha diferente, sobre todo cuando se trata del maquillaje de los ojos. Para no ensuciar ni emborronar el trabajo, puedes utilizar cada dedo para un sombra.

Así que dedos a la obra, mánchate un poco y crea un look muy natural en nada de tiempo.