Bases de maquillaje en stick, los verdaderos salvavidas de un rostro cansado
Hagas lo que hagas, lleva siempre un stick en tu bolso. Ese sería el resumen de la belleza rápida. No ocupan, tienen cobertura y su resultado es inmediato
La belleza en stick no es ninguna novedad cosmética, pero poco a poco ha ido ascendiendo puestos en nuestra lista de ‘must have’ de la belleza. Tras aquellos tímidos pasos en los que el iluminador en stick se hacía nuestro mejor amigo para dar un punto de luz sobre el pómulo o cuando el rubor en este mismo formato se nos antojaba la panacea de la naturalidad, descubrimos que la base de maquillaje en stick sirve para mucho más que para cubrir una imperfección que aparece por sorpresa a lo largo de la jornada.
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Las bases en stick ya no son aquellos maquillajes compactos que resecaban la piel y la dejaban con un acabado mate, ahora podemos pedirles hidratación, iluminación y cobertura.
Uno de los aspectos a tener considerablemente en cuenta es cómo aplicarlos. Para conseguir el mejor resultado es necesario preparar la piel para que esté hidratada, pero sin un acabado graso ya que el maquillaje no se adherirá bien. Sérum, secar, hidratante, secar y ahora entra en acción el maquillaje en stick.
¿Cómo lo utilizo?
Igual que hacemos con una base tradicional, hay que depositar el producto en las diferentes zonas del rostro: dibuja dos líneas verticales a cada lado de la cara, otra horizontal en la frente y un toquecito en nariz y barbilla. Con esa cantidad de producto es suficiente para lograr una buena cobertura. A diferencia de las bases tradicionales, no tienes que calentar la fórmula antes, solo aplicarla.
Cuando el rostro se parece a un tutorial de maquillaje de Kim Kardashian, toca esparcir el maquillaje para cubrir toda la piel. Las brochas del tipo mofeta o planas -flat, que no las de aplicar maquillaje fluido- son las mejores aliadas. Trabaja el producto de dentro hacia afuera y asegúrate de no dejar el rastro de la brocha por el rostro. La mejor forma de evitarlo es aplicar la cantidad adecuada de maquillaje, pero si ya te has pasado, siempre puedes difuminar con una brocha más gruesa o incluso con los dedos.
Iluminar y corregir
Otro de los buenos usos del maquillaje en stick es el de corrector/iluminador. Cómo bien sabrás, este paso va después de haber aplicado la base y cuando el maquillaje ya esté seco. Para iluminar, pasa el stick en los puntos de luz habituales: sobre el hueso del pómulo, en el tabique de la nariz, en el arco de la ceja, etc.
Para que el maquillaje en stick se convierta en el mejor corrector, por ejemplo de las ojeras, puedes dibujar un triángulo debajo de los ojos y difuminarlo con movimientos ascendentes hacia afuera para así dar forma rasgada al ojo y evitar el efecto 'ojo redondo'.
Por supuesto, para conseguir un resultado natural, la cantidad de iluminador y corrector debe ser muy leve, no ejerzas presión con el stick cuando lo apliques. Siempre se puede añadir una capa más, pero quitar el exceso suele ser más complicado.
Ahora que sabes todo esto, toca ponerlo en práctica y por ello ahí va nuestra recomendación de bases de maquillaje en stick... ¡A pintar se ha dicho!
Stick Efecto Buena Cara Les Beiges de Chanel (44€). Para conseguir una piel 'healthy', iluminada y con una ligera capa de color, este stick es una auténtica varita mágica ideal para retoques, sobre todo en la zona de las mejillas ya que sus destellos ayudan a dejar la piel jugosa. Está disponible en otros tonos para que puedas sublimar tu rubor o iluminación, también en formato stick.
Flex Foundation Stick de Milk (34,95€) es perfecto para conseguir una cobertura alta pero sin renunciar a la elasticidad de su piel. Gracias a ingredientes como el loto azul, que mantiene la hidratación, o el extracto de raíz de malvavisco, el maquillaje no se pliega y acumula en los surcos de nuestro rostro.
Velvet Matte Foundation Stick de NARS (40€). Es uno de esos sticks que te facilita la vida. Por un lado, su base de maquillaje compacto aporta cobertura, lucha contra los brillos indeseados y la piel queda igual que si hubieras utilizado una base de maquillaje tradicional. En el otro extremo del stick, una esponja gruesa y algo más rígida ayuda a difuminar la base. Además, tiene el superpoder de dejar la piel jugosita y llena de luminosidad.
Terracota Skin Base de Maquillaje de Guerlain (43€). A diferencia de otras bases en stick, es de acabado cremoso, capaz de dejar la piel refrescada y manteniéndose en perfecto estado durante varias horas.
La belleza en stick no es ninguna novedad cosmética, pero poco a poco ha ido ascendiendo puestos en nuestra lista de ‘must have’ de la belleza. Tras aquellos tímidos pasos en los que el iluminador en stick se hacía nuestro mejor amigo para dar un punto de luz sobre el pómulo o cuando el rubor en este mismo formato se nos antojaba la panacea de la naturalidad, descubrimos que la base de maquillaje en stick sirve para mucho más que para cubrir una imperfección que aparece por sorpresa a lo largo de la jornada.
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