Y los 90 se apoderaron de la alfombra roja de Venecia: los mejores looks beauty

Un año más, la presencia española en la alfombra roja italiana ha puesto la nota trendy en un festival de cine que se mueve entre el espectáculo cinematográfico y el desfile de moda. Con el mismo detalle que se mide la aparición de cada celebrity, analizando desde las piezas de alta costura hasta las joyas, en el terreno de la belleza nada es dejado a la casualidad.

Maquilladores y peluqueros -muchas veces aunados en la misma persona, que incluso puede ejercer de manicurista de última hora- cincelan cada estilismo para crear efímeras obras de arte de las que desgranarán las tendencias que llevaremos en unos meses, justo como pasa con el efecto pasarela. Y si hubiera que hacer un resumen general de esta última edición del Festival de Cine de Venecia, sería que para acertar, sea cual sea tu outfit, siempre tomes como referencia las décadas pasadas a la hora de construir tu look beauty.

Los noventa de Monica Bellucci y Pamela Anderson

Centrando el objetivo en una época concreta, la vorágine noventera en la que vivimos ha encontrado en los maquillajes y peinados de dos estandartes de la estética de aquella década a las mayores fuentes de inspiración para la alfombra roja.

Cuando Pamela Anderson reinterpretó el flequillo Bardot y triplicó el volumen de su cardado sustituyéndolo por capas, creó un estilismo esponjoso que en 2023 vuelve a ser tendencia. El lookazo de la modelo húngara Barbara Palvin, uno de los más imponentes del festival, recreaba ese moño Anderson, lleno de mechones ondulados superpuestos y un flequillo Bardot moldeado a juego.

El mismo recogido se convertía día tras día en una elección con la que sublimar cualquier estilismo. La española Nieves Álvarez, siempre puntual en su cita con Venecia, versionó el moño Pam, pero recortando su estructura y volumen, mucho más acorde con su estilo. Sin embargo, para crear el impacto deseado, el flequillo postizo remataba el peinado. Su maquillaje, en un tono soft pink irisado presente tanto en sombras como en rostro, adelantaría otra de las tendencias más repetidas en el Lido.

Mientras en Estados Unidos los 90 eran capitaneados por la estética de Pamela Anderson, en Europa podríamos decir que Monica Bellucci encarnaba a la perfección las frondosas melenas de volumen esponjoso con capas y desfilados que enmarcaban el rostro. Sus roles en ‘Malena’ o ‘Drácula’, por más que transcurrieran en otras épocas, están guardados en la memoria colectiva como frames noventeros.

Sus maquillajes, en los que la mirada, sin demasiada producción, está cargada de fuerza, estaban acompañados de una tez cincelada y unos labios perfilados en nude oscuro para jugar con su tridimensionalidad. Estos mismos tips de maquillaje los veíamos en el estilismo con el que Georgina Rodríguez aparecía sobre la alfombra roja veneciana. Su homenaje a Julia Roberts en ‘Pretty Woman’ tenía mucho de Bellucci.

Los años 60, los invitados especiales

¿Podríamos encontrar una similitud entre la necesidad de inspirarse en el pasado del mundo de la belleza y la crisis de ideas del cine? A lo mejor, pero del último Festival de Cine de Venecia sacamos la importante lección de que si tomas tips del pasado, rara vez fallarás… Eso y que, en lo que a cortes de pelo se refiere, la década de los 60 es la mayor fuente de inspiración, si quieres una melena chic.

La directora Sofia Coppola, que presentaba en el festival su biopic ‘Priscilla’, sorprendió con una voluminosa melena bouffant. Capas largas, sutil desfilado frontal, algo de cardado en la coronilla y las puntas de Sandra Dee, redondeadas y respingonas. Si el ‘malt shop bob’ es uno de los peinados del street style de toda buena semana de la moda, el bouffant, aquel cardado tipo casco que popularizó Jackie Kennedy, es el peinado ‘it’ de la alfombra roja. La otra opción es que fuera, simplemente, un guiño a los años 60 y 70 en los que transcurre la cinta que presentaba a concurso.

Su protagonista, Cailee Spaeny, también se entregaba a la estética sesentera, pero en su caso con un aire mucho más naíf y desenfadado, una pulida melena bob, menos esponjosa y con menos volumen. En su caso, las puntas se curvaban hacia el interior, creando una melena casi flapper. El flequillo seguía la misma curvatura.

Y esa misma melena 'chin bob', que parte de la altura de la barbilla, se ha convertido en el corte de pelo con el que sofisticar cualquier look. La reina, desde que el peluquero español Moncho Moreno cortara su melena en un bob sleek, es sin duda Olivia Palermo. El largo de la melena de Cailee Spaeny cambia radicalmente al llevarlo en su versión más lisa. El cabello de Olivia Palermo daba un salto desde los 60 hasta la década actual. Su otra lección de belleza y tendencias la veíamos en su maquillaje, también de un rosa empolvado de brillo irisado, a juego con su voluminoso vestido de Armani.

Hola Y2K, los 2000 tampoco faltaron

Para sentenciar nuestra teoría de que la cosa ha ido de décadas pasadas, algo más cercana y bastante más complicada de llevar a cabo sin caer en los excesos, llegamos a la década de los 2000. La bautizada como estética Y2K (year 2000) hacía acto de presencia en Venecia, a través de maquillajes con sombras de ojos metalizadas, pero, sobre todo, con peinados ultratersos y fijadores.

Maquillada por Inés Castaños, Eugenia Silva señalaba que el estilismo le había hecho salir de su zona de confort al apostar por sombras de brillo metalizado, concretamente los Eye Tint de Armani en tonos 27 (rosa claro) y 56 (berenjena), con los que la maquilladora creaba un cat eye que rasgaba los ojos de la modelo con delicadeza. Pero el toque más rompedor del maquillaje era, sin duda, sus stiletto lashes, es decir, las pestañas inferiores agrupadas en pegotes. Su efecto de ojos de muñeca transformaba el estilismo en un maquillaje de impacto.

Otra de las invitadas de Armani que transgredió con su look y se marcó un peinado Y2K en mayúsculas fue la modelo y empresaria Gabrielle Caunesil. Embarazada de su segundo hijo, la francesa sublimó su sencillo vestido negro con una coleta tirante, de cola de caballo ultralisa, de la que se liberaba un mechón lateral, también sleek, que cubría media parte de su rostro. Un 10 en innovación.

Por último, pero no por ello menos importante, el peinado de otra de las celebrities siempre fieles a Venecia, Rocío Muñoz Morales. La española lució una trenza baja, centrada y supertexturizada con la que conseguía un look minimalista, un poco a lo Tomb Raider de los 2000. Su maxitrenza, como los peluqueros de Cotril que la peinaron la denominaron, reposaba en la Pomade Wax, una cera en spray con la que fijar y reforzar el brillo. La guinda era un discreto pasador joya con el que embellecer la unión entre nuca y trenza.