Chin bob, el corte a la italiana para un efecto puntas perfectas

En los últimos años hemos asistido a la proliferación y nomenclatura de todo tipo de cortes de pelo bob. Del francés al pob -fusión de ‘posh’ (pijo en inglés) y que hace referencia al estilismo que popularizara Victoria Beckham-, el bob es uno de esos cortes de pelo de inmediato poder fashionista, pero que suele requerir dos factores: las facciones adecuadas y tiempo para arreglarlo a diario. A caballo entre estas dos exigencias pero con el plus de la versatilidad, se encuentra el chin bob, más recientemente bautizado como ‘bob a la italiana’ y convertido en uno de los cortes de pelo tendencia del 2022.

En tiempos de bobs más largos que recortan la melena a la altura de los hombros, acercándose al máximo a los estilismos de moda en Francia, el bob a la italiana rompe con todos ellos y se apoya única y exclusivamente en la barbilla, tomando como referencia los labios. El corte, por tanto, depende directamente de las facciones de cada rostro, por lo que es fácil tomar referencias a la hora de retocarlo y el peinado es único para cada persona.

El bob chin tuvo su momento de éxito hace unos años, pero ahora iconos centennial como Dua Lipa lo han devuelto a la actualidad, aderezado con una nueva forma de cortarlo y peinarlo, y alejándolo así de estilismos pasados. Bautizado como ‘italian bob’, aunque su largo es el de un chin bob, apurado a la altura de la barbilla, su corte perfectamente recto, al bies y con capas largas para ganar volumen, se inspira en los cortes de pelo de dos grandes divas italianas. Por un lado, la primera en llevarlo en los años 60 fue Sophia Loren. En la misma década que Audrey Hepburn recortaba su cabello en un garçon muy apurado en la nuca con flequillo corto -otra de las tendencias de la temporada-, Sophia se deshacía de su voluminosa melena con un arriesgado corte a la altura de la barbilla. El flequillo, sumado a un considerable cardado, convertía el corte en un estilismo 100% sixties.

Pero el bob italiano no bebe solo del look Loren, Monica Bellucci es la otra responsable de que esté asignado a una nacionalidad. En 2019 y aprovechando un desfile de Dolce & Gabbana, Monica reaparecía con un bob de aire noventero, peinado en liso, pero manteniendo siempre las puntas ligeramente moldeadas hacia dentro. Hasta entonces, este tipo de cortes de pelo estaban calificados como ‘cortes que suman años’. Sin embargo, el bob italiano llegaba para romper con aquellos estereotipos y demostrar que el cabello corto no avejenta, sino que rejuvenece, además de ser más cómodo y chic.

Puntos claves del chin bob

Quizá el largo es la parte más sencilla de identificar. Como su nombre indica, se trata de un bob a la altura de la barbilla, lo que se traduce en un efecto lifting del rostro que queda perfectamente enmarcado y los rasgos quedan resaltados, algo de lo que se ven especialmente beneficiados los pómulos, sobre los que caen los mechones desfilados del flequillo. La geometría del corte funciona como potenciador de los ángulos de la cara, sin olvidar el volumen que generan sus capas.

Las puntas son otro factor fundamental de ese rejuvenecimiento duradero. En el bob italiano, las puntas se cortan rectas, al bies para ganar volumen, lo que lo convierte en un corte idóneo para cabellos finos. La forma redondeada de peinar las puntas, con una curva muy natural hacia dentro, también potencia esa sensación de volumen y esponjosidad, sin olvidar un cierto aire noventero. Todo el corte de pelo sigue un diseño recto, principal diferencia con el pob (posh bob) que sigue una línea asimétrica, más apurada en la nuca y más larga en torno al rostro.

Lo que sí queda prohibido en este bob chin con sabor a Loren son las ondas. Aunque la influencer española Alexandra Pereira sí se atreve a incorporarle unas ondas zigzag, la mejor forma de exprimir al máximo el corte es peinarlo en liso, respetando el volumen de las puntas y el volumen ahuecado de la raíz.

Versatilidad con un precio

El volumen y el movimiento son cualidades indudables del bob italiano, en parte por su longitud a la altura de la barbilla y por las capas largas de sus puntas, y en parte por su peinado retro. Aunque se tenga un cabello fino y liso, que no necesite moldeado, la forma redondeada de las puntas sí necesita de un aderezo para lograr esa esponjosidad. Tras pulir cada mechón, un golpe de calor en la punta, con un cepillo redondo o un twist de la plancha logran recrear el peinado con el que embellecer el corte. Sin embargo, el peinado resta rapidez y comodidad al corte de pelo que necesita herramientas de calor para moldear el cabello o texturizadores del cabello para levantar la raíz.