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Cómo Audrey Hepburn cambió la historia de la belleza para siempre: de los ojos de cervatillo al baby bang
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Cómo Audrey Hepburn cambió la historia de la belleza para siempre: de los ojos de cervatillo al baby bang

Todo lo suyo se convertía en tendencia. Cambió la forma de maquillarse, puso de moda el pelo corto y sus cejas fueron las predecesoras de cualquier diseño actual

Foto: Audrey Hepburn, en una imagen promocional de 'Sabrina'. (Cordon Press)
Audrey Hepburn, en una imagen promocional de 'Sabrina'. (Cordon Press)

Ni estaba cómoda con su físico, ni sus cejas eran tan perfectas como nos han hecho creer. Sin embargo, Audrey Hepburn sabía perfectamente lo que quería. Conocía su cuerpo, sus puntos fuertes, sus carencias y era partidaria de la elegancia por encima de otros atributos de moda en su época. “Admito que no tengo el cuerpazo de Sophia Loren o de Gina Lollo-como-se-llame. Pero el atractivo tiene que ver con algo más que con las medidas”, confesaba a 'Weekend Magazine' en 1969, pocos días después de haber cumplido los 40.

Su definida estética ha trascendido, en muchas ocasiones, más allá de sus películas y ahora, cuando habría cumplido 92 años, la explotación de su imagen sigue dando beneficios económicos, aunque no sabemos si comparables a los 13 millones de dólares que genera al año Marilyn Monroe.

placeholder Audrey Hepburn, en 'Breakfast at Tiffany's'. (Cortesía)
Audrey Hepburn, en 'Breakfast at Tiffany's'. (Cortesía)

Fue pionera en materializar la frase de Gabrielle Chanel: “Una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar su vida”, llevó las mechas rubias antes que nadie, se maquillaba las cejas más allá de sus límites, prohibió la venta de su perfume, dio nombre a varios cortes de pelo y fue la primera actriz en mantener una sólida amistad con su estilista (su peluquera y su maquillador estaban casados). Audrey Hepburn fue pionera en todos estos comportamientos que hemos normalizado en torno a la belleza, además de crear un estilo tan marcado como reconocible incluso para los no cinéfilos.

Un maquillaje mil veces imitado

Pippin era el cervatillo que, por exigencias del guion, Audrey Hepburn acogió en su casa para que, durante el rodaje de 'Green Mansions', la siguiera como un animal doméstico. Aunque por entonces los ojos de Audrey Hepburn ya eran un emblema del cine, la actriz describió la forma en la que Alberto Rossi perfilaba sus grandes y almendrados ojos como ‘ojos de cervatillo’, en una clara referencia a Pippin. En más de una ocasión, Audrey confesó que el único responsable de su mirada era el maquillador italiano. Hasta la fecha, los ojos de gata, al estilo de Liz Taylor, o el maquillaje natural y de labios marcados de Grace Kelly eran la moda.

placeholder Audrey Hepburn, en una imagen de película.
Audrey Hepburn, en una imagen de película.

Pero Audrey optó por un look distinto, hecho a medida para la peculiar forma de sus ojos. Fino delineado para potenciar la elevación final de su ojo y máscara de pestañas abundante, a poder ser rematada con unas pestañas postizas. Hace unos años, L’Oréal lanzaba la máscara de pestañas Bambi Eye para potenciar la longitud y generar sensación amplitud en la mirada.

Puede que las cejas de Audrey Hepburn no llegaran a ser una cuestión de Estado en su día, pero cuando celebrities como Cara Delevingne o Lily Collins llegaron a la escena pública con una reinterpretación de las cejas de Audrey en ‘Vacaciones en Roma’, el escándalo las convirtió en famosas y las cejas gruesas se convirtieron en una tendencia que va camino de alcanzar los 10 años en lo más alto. Cuando la actriz recogió su Oscar por la película, no contentos con el grosor de sus cejas, las dramatizaron aún más añadiéndoles un par de milímetros de lápiz marrón.

placeholder Audrey Hepbrun, recogiendo su Oscar por 'Vacaciones en Roma' en 1954. (Cordon Press)
Audrey Hepbrun, recogiendo su Oscar por 'Vacaciones en Roma' en 1954. (Cordon Press)

Cuando, para el rodaje de ‘Dos en la carretera’, Alberto Rossi tuvo que modificar por completo el look de Hepburn, apuntó que también había cambiado drásticamente sus cejas: “Por supuesto, uno no lo nota, pero las cejas de Audrey son ahora la mitad de gruesas que cuando hizo su primera película. Entonces eran inmensas, pero es imperceptible cómo las reduje, película tras película. Le di unos ojos totalmente nuevos para este filme. Muy muy sutiles”, recoge Scott Brizel en el libro ‘Audrey Hepburn en portada’ (2009).

placeholder Audrey Hepburn, en un fotograma de 'Dos en la carretera'.
Audrey Hepburn, en un fotograma de 'Dos en la carretera'.

La relación de sutileza y dependencia de Audrey con el maquillaje queda también reflejada en sus películas. No solo remataba ella misma su aspecto antes de ponerse frente a sus focos, también es habitual que, en varios fotogramas de sus cintas, sus personajes se retoquen en el tocador. ‘Desayuno con diamantes’ no solo constata que Audrey sabía lo importante que era maquillar y peinar las cejas, también convirtió el labial coral de acabado cremoso en uno de los emblemas de su look beauty. En una época de labios rojos, Audrey Hepburn rara vez los llevaba así pintados.

placeholder Audrey Hepburn, pintándose los labios en el rodaje de 'Sabrina'. (Cordon Press)
Audrey Hepburn, pintándose los labios en el rodaje de 'Sabrina'. (Cordon Press)

Cortes de pelo con nombre propio

Más allá de las flappers que pusieron de moda el ahora rebautizado como ‘bob francés’ o del cabello corto de los años 30, lo habitual en el cine de los años 50 era ver medias melenas, pulidas y perfectamente onduladas. Así que cuando una desconocida belga se plantó en el casting de ‘Vacaciones en Roma’ con el cabello corto y una actitud entre tierna y pizpireta, la revolución llamó a la puerta de los productores, que encontraron la forma de convertir el look de Hepburn en un elemento clave del metraje… ¿Qué hay más rompedor que una princesa que se corta el pelo?

placeholder Audrey Hepburn, en 1953 durante el rodaje de 'Vacaciones en Roma' con el baby bang y el corte de pelo que le dieron la fama. (Cordon Press)
Audrey Hepburn, en 1953 durante el rodaje de 'Vacaciones en Roma' con el baby bang y el corte de pelo que le dieron la fama. (Cordon Press)

Pero no solo su corte de pelo ‘a lo Audrey’ rompía con lo anterior, también lo hacía su flequillo, que ahora conocemos como ‘baby bang’. Mechones muy cortos, densos y peinados con una pequeña curva para conseguir un acabado redondeado. El flequillo que el peluquero de la mítica película no hacía más que peinar se convirtió en el icono de la actriz. La acompañó en el resto de sus cintas y evolucionó con ella hasta convertirse en un fino flequillo dorado con el que la vimos en ‘Desayuno con diamantes’ o ‘Guerra y paz’. En esta última película, podemos observar el primer ‘baby hair’ del cine, que más tarde recuperaría Kim Kardashian y el casting de ‘Los Bridgerton’.

La influencia del corte de pelo de la actriz sigue presente en los salones a día de hoy. "Ella es sin duda el mayor icono de estilo de todos los tiempos. Aunque fueron muchos los looks que Audrey Hepburn llevó, son dos sus señas de identidad indiscutible. La primera de ellas es el flequillo corto, desigual y ligeramente ladeado que potenciaba sus ojos, sus ángulos faciales y su inigualable mirada. Un flequillo probablemente trabajado con navaja para agrandar esas sensación de irregularidad y ladeado, siguiendo el movimiento del cabello. Un flequillo que, además, ayudaba a restar sobriedad y le daba ese aire tan personal, a los looks más formales. Un flequillo que encarnaba a la perfección su estilo moderno pero absolutamente chic", nos confiesa Eduardo Sánchez, de Maison Eduardo Sánchez

placeholder Audrey Hepburn, en 'Guerra y paz' y Daphne Bridgerton. (Cordon Press / Netflix)
Audrey Hepburn, en 'Guerra y paz' y Daphne Bridgerton. (Cordon Press / Netflix)

Con el paso de los años, y resultado de su interpretación en ‘Love in the Afternoon’ o ‘Romance al atardecer’, Hepburn volvió a poner de moda un rompedor corte de pelo, bautizado como Arianne (el nombre de su personaje en la cinta) por las revistas de la época. “Alto, con volumen, bonito, fresco, cómodo y emocionante. El Arianne es modificable. Cuatro estilos diferentes para adaptarse al estado de ánimo de una dama, todos ellos capaces de despertar emoción en la oficina, en un cóctel, de noche o bajo el sol de verano”, así describía 'The HairDo' el nuevo corte de pelo de la actriz. La revista aseguraba que, igual que rápidamente se puso de moda el cabello corto de ‘Vacaciones en Roma’ o ‘Sabrina’, poco tardaríamos en contemplar en las calles el Arianne.

placeholder Audrey Hepburn, con el corte de pelo Arianne en 'Love in the Afternoon'.
Audrey Hepburn, con el corte de pelo Arianne en 'Love in the Afternoon'.

Audrey Hepburn comenzaba así una exitosa estrategia que la acompañaría a lo largo de su carrera, cambiar de look según su personaje y según su vida personal se lo pidiera. Incluir en su cabello castaño claro unas marcadas mechas rubias era, de nuevo, algo nunca visto. En el Hollywood de los 60, o eras rubia o morena o pelirroja, pero la variante mechas no estaba de moda. Así que cuando Grazia Rossi, mujer de su maquillador y su peluquera de confianza, le hizo las archiconocidas mechas de ‘Desayuno con diamantes’, acompañadas de una estructural cardado, el mundo se puso patas arriba y la coloración de la actriz fue la mecha que terminaría convirtiéndose en el predominio del cabello decolorado sobre el natural.

placeholder Detalle de las mechas y el flequillo de Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'.
Detalle de las mechas y el flequillo de Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'.

¿Qué se ha hecho Audrey en el pelo? Aquí va una noticia bomba desde el estudio donde se rueda su nueva película: Hepburn cambia de mosquita muerta a seductora en ‘Desayuno con diamantes’. Y necesitaba un nuevo peinado para el personaje. Así que nos despedimos de la arpía italiana y damos la bienvenida a la morena de mechas rubias con moño para las escenas nocturnas. ¿Chillón? Pues sí. A la señorita Hepburn también le gusta llevar el pelo de esta forma fuera de la pantalla”, así describía John O’Connell el cabello de Audrey en el número del 25 junio 1961 de ‘The American Weekly’.

Eduardo Sánchez también nos señalaba la importancia de los recogidos que habitualmente lucía Audrey: "Otra de sus grandes apuestas eran los moños italianos que ella convirtió en el súmmum del estilo y que supo modernizar como pocas. Y, por supuesto, el cabello corto, llevó como nadie el corte garçon. Y es que ella, con esas facciones, esa elegancia innata y ese carisma, se lo podía permitir absolutamente todo”.

placeholder Lily Collins siempre ha inspirado sus looks en la estética de Audrey. En la imagen, un fotograma de 'Una cara con ángel' frente a un fotograma de 'Emily in Paris'.
Lily Collins siempre ha inspirado sus looks en la estética de Audrey. En la imagen, un fotograma de 'Una cara con ángel' frente a un fotograma de 'Emily in Paris'.

Tras este cambio de looks vinieron otros. Dos en la carretera fue uno de esos proyectos que Audrey se vio forzada a aceptar por la recomendación de su marido y amigos. El proyecto precisaba un cambio de look y la actriz se vio forzada a trabajar con una nueva estilista, aunque no renunciaría a su estética. La estilista confesó posteriormente que el trabajo fue muy difícil debido a la imagen tan definida de Hepburn. “Le preocupaba mucho mantener la cabeza despejada y pequeña. Por supuesto, tenía razón porque le sienta perfectamente”, aseguraba Patricia Thomas, responsable de los peinados ‘modernos’ de ‘Dos en la carretera’ en ‘Audrey Hepburn en portada’.

placeholder Audrey Hepburn, en 1968 con su corte de pelo posruptura. (Cordon Press)
Audrey Hepburn, en 1968 con su corte de pelo posruptura. (Cordon Press)

Manteniendo esa original estrategia de cambiar de look cada vez que su vida iniciaba una nueva etapa, y que sería el germen del concepto ‘cambio de look, cambio de vida’ también defendido por Gabrielle Chanel, Audrey acudió al estilista francés Alexandre París nada más separarse de Mel Ferrer. “Le cortó el pelo y la peinó varias veces hasta conseguir un estilo que parecía engañosamente sencillo, pero que requería una técnica maestra. Cada mechón tenía su propio corte, y luego estaba afinado a navaja desde la raíz hasta la punta y cortado a tijera al bies, un peinado informal que 'Vogue' llamó ‘la nueva melena energética’ de Audrey”, relataba Scott Brizel en su libro. Con este nuevo look, en 1968 una Audrey de 39 años se entregó a unas vacaciones estivales en las que conocería a su segundo marido, Andrea Dotti.

La importancia de un perfume (casi) único

Además de su importante influencia en los cortes de pelo de la época y su posterior repercusión en las modas actuales, la cosmética fue otro de sus grandes aliados en el terreno beauty. Su maquillaje sofisticado en el que lo único importante eran sus ojos, el centro de toda su imagen, Audrey también trasladó su especial relación con el diseñador de moda Hubert Givenchy al terreno de los perfumes.

Musa y creador rebuscaron en el armario de la esencias hasta dar con un perfume único, con carácter y elegancia. “En 1957, Hubert de Givenchy creó el primer perfume audaz para su fiel amiga Audrey Hepburn. En 2018, la maison inició un nuevo capítulo dando luz a una nueva saga prohibida: L'Interdit, desde 36,90€ en Sephora, así comunicaba la firma francesa la creación del perfume que Audrey quería para sí misma, ese que no compartía. Una fragancia ligera, floral y salpicada por notas frutales como la pera y la cítrica bergamota, pero sin olvidarse del toque dulce que caracterizaba a la actriz, en esta ocasión representada por la vainilla.

placeholder  L'Interdit de Givenchy.
L'Interdit de Givenchy.

Comprar en Sephora

El perfume hizo que Givenchy no solo apareciera en los créditos de sus películas como responsable del vestuario de Audrey, también se acreditó el uso de su perfume en ‘Encuentro en París’. Las críticas negativas sobre la cinta llevaron a que uno de los críticos de cine del momento asegurara, tal como recoge el libro ‘Audrey Hepburn en portada’, “el perfume no olía, pero la película sí”.

El constante debate sobre el cuerpo de la mujer

Hablar de Audrey significa hablar de su delgadez. Se ha hablado mucho de su excesiva delgadez, defendida por ella como resultado del hambre que pasó durante la II Guerra Mundial, la cual le pilló en los Países Bajos. Su figura fina y fibrosa fue de gran ayuda durante sus años de bailarina, pero la sombra de la anorexia siempre la persiguió, ante lo que Hepburn contestaba con soltura que su cuerpo nunca había sido voluptuosa como el de otras actrices. “La verdad es que sé que tengo más atractivo en la punta de la nariz que muchas mujeres en todo su cuerpo. No se ve a un kilómetro, pero ahí está”, aseguraba en la ya citada entrevista al 'Weekend Magazine' de 1969.

placeholder Audrey Hepburn, en el rodaje de 'Desayuno con diamantes'. (Cordon Press)
Audrey Hepburn, en el rodaje de 'Desayuno con diamantes'. (Cordon Press)

El productor de cine Peer J. Oppenheimer también se aventuró a hablar de la belleza única de Audrey como recoge ‘Audrey Hepburn en portada’: ¿Podría ser que, incluso en esta época, la mujer media desee ser una ‘hermosa dama’ (haciendo un juego de palabras con ‘fair lady’) y que el hombre medio sienta una admiración pasada de moda pero irresistible por dicho tipo de belleza, teóricamente desfasado?”. Otros se quedaban con la frase de George Cukor: “Es la mujer más hermosa de todas”.

placeholder Audrey Hepburn, en el rodaje de 'Vacaciones en Roma'. (Cordon Press)
Audrey Hepburn, en el rodaje de 'Vacaciones en Roma'. (Cordon Press)

La belleza es subjetiva, así que no seremos nosotros quienes reafirmemos al director de cine, pero donde no hay posibilidad de reproche es en que la historia de la belleza no sería lo mismo si Audrey Hepburn no se hubiera colado en el casting de ‘Vacaciones en Roma’.

Ni estaba cómoda con su físico, ni sus cejas eran tan perfectas como nos han hecho creer. Sin embargo, Audrey Hepburn sabía perfectamente lo que quería. Conocía su cuerpo, sus puntos fuertes, sus carencias y era partidaria de la elegancia por encima de otros atributos de moda en su época. “Admito que no tengo el cuerpazo de Sophia Loren o de Gina Lollo-como-se-llame. Pero el atractivo tiene que ver con algo más que con las medidas”, confesaba a 'Weekend Magazine' en 1969, pocos días después de haber cumplido los 40.

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