Los cinco labiales que nunca pueden faltar en tu neceser, de los looks de día a los de noche
Si hay que invertir en una barra de labios, mejor hacerlo en una que se adapte a varios looks y tenga varios acabados. Y si tienes que elegir más de un tono, estos son los cinco infalibles
Mientras las modas dictan cada temporada los colores que veremos en las tiendas, del mismo modo que el Pantone nos da sutiles directrices cromáticas, cuando se trata del maquillaje, aquí también existen tonos básicos, esos que conforman el fondo de armario y a los que recurrir en cualquier momento, sobre todo cuando hablamos de barras de labios. El truco está en no comprar sin probar. Rojo, burdeos, rosa intenso, nude y rosa acoralado son los cinco colores con los que salir del paso y reajustar su intensidad según la ocasión. Pero, para dar con el labial perfecto, a la hora de elegir cada uno de estos tonos, es importante tener siempre como referencia el color de la piel y su tono.
"No se puede leer una cosa así sin llevar los labios pintados", decía Holly Golightly en 'Desayuno con diamantes' antes de leer la carta en la que su prometido le decía que la dejaba, y no le faltaba razón. A pesar de que no existen estudios científicos que demuestren la relación entre el maquillaje y el liderazgo, sí es cierto que en alguna que otra situación en la que necesitamos un pequeño impulso, máscara de pestañas, rubor o un toque de barra de labios puede hacernos sentir más cómodas con nuestra imagen y, tal vez, darnos un push de confianza…
No lo dice la ciencia, lo dice alguien que ha encontrado en un labial rojo un aliado para una cita inesperada, un retoque antes de una videoconferencia a última hora de la tarde o como herramienta capaz de desviar la atención de las ojeras un viernes a primera hora -resultado de la fiesta de Navidad de la empresa-. Sin embargo, no vale cualquier labial para levantar un look algo soso o directamente desastroso y tu tono de piel, tus facciones o el outfit que hayas elegido juegan un papel importante.
Si el tono de tu piel es cálido, los tonos de esa misma familia siempre te sentarán mejor. Si tus labios son pequeños, los colores claros ayudarán a hacerlos más grandes y en este baile de tonos, el acabado del labial también tendrá un efecto u otro.
Existen tres acabados (mate, cremoso y gloss) y cinco colores (nude, rojo pasión, burdeos, rosa intenso y rosa anaranjado) capaces de cambiar por completo cualquier rostro, sea cual sea su tono de piel. Es algo así como los vídeos en los que las influencers se dejan un vestido negro y van cambiando accesorios hasta convertir un conjunto de día a uno de noche al instante.
Color nude
En ningún tocador debe faltar jamas un labial del tono más similar posible del labio. Es decir, no te vale con comprarte el número 001 de una marca de maquillaje en concreto, así que acudir con la referencia exacta no es la mejor idea. Conseguir dar con un labial idéntico al color de tus labios es resultado de una larga experimentación, prueba y error, no hay más.
¿Para qué lo necesitas? Para esos días en los que no quieres un maquillaje muy recargado. El look natural requiere un tono que unifique el labio y perfeccione, sin que se note. Si lo aplicas con la yema de los dedos, puedes conseguir un labio más grueso y puedes ir subiendo la intensidad pasándolo directamente por los labios.
A pesar de que no existe un tono ideal de nude, el archiconocido Pillow Talk de Charlotte Tilbury sí haría las veces de barra de labios que se adapta a cualquier persona. Sobre cada piel queda diferente, pero favorece a todo el mundo. Sin trampa ni cartón.
Matte Revolution en color Pillow Talk de Charlotte Tilbury, 32,99€ en Sephora. Es el nude por excelencia, capaz de adaptarse a cualquier tono de piel. Cremoso y de acabado mate, salva un look sobrio de día a día.
Rojo sangre
Que no sea ni cereza, ni burdeos, ni anaranjado. El rojo clásico, de toda la vida, ese que llevaba la abuela en los eventos importantes, es la varita mágica del maquillaje, con permiso de la máscara de pestañas. En el día a día, el rouge muy marcado es capaz de convertir una cara lavada en un look parisino, un delineado en un maquillaje retro e incluso se puede combinar con un ojo muy marcado en un evento nocturno.
Las texturas más agradecidas son las cremosas, para conseguir un maquillaje más luminoso y perfecto para el día a día, y las mate, aliadas de los looks ultrapulidos o bold, es decir, perfectamente delimitados y llenos de color.
Rouge Coco en el color 466 Carmen de Chanel, 38,99€ en Sephora. Otro clásico, nada como el rojo rojo para levantar un look. Nos enamora su acabado hidratante. Con la primera capa se consigue un tono muy jugoso y natural, con la segunda se sube la intensidad hasta un rojo radiante y con la tercera pasada se consigue un rouge clásico que hará que parezcas salida de Pearl Harbor.
Burdeos dramático
Allá por 2015 llegó a la pasarela el burdeos de la mano de fieles defensores como Dolce & Gabbana. Desde entonces, ha pasado de ser un labial abandonado al final del tocador porque nos parecía demasiado intenso a ser ese labial capaz de convertir en elegante y sensual cualquier día.
Se trata de un rojo muy oscuro, vino, podrías llamarlo, incluso el ciruela puede ayudar a conseguir ese dramatismo, pero la clave es que sea lo suficientemente oscuro para que se note que está ahí. No es que te hayas dado una pasadita de barra de labios o que hayas frotado una servilleta por tu boca: te has pintado los labios de burdeos porque querías ser un poquito más Sofia Vergara.
Válido tanto para looks de día como de noche, si consigues hacerte con un labial mate o de acabado más empolvado, su efecto se duplicará. La clave está en equilibrar el resto del maquillaje para que el rostro no quede demasiado oscuro -no queremos volvernos una persona triste de los locos 20-. El bronceador potencia y equilibra su color igual que las sombras de ojos ligeramente satinadas y en tonos champán o cobrizos, así como los ahumados en tonos café.
Miss Sicily Colour And Care Lipstick Dolce&Gabbana en color 310 Domenica, 32,50€ en El Corte Inglés. Tiene el tono entre ciruela y vino perfecto, que permite crear el efecto de labio mordido (aplicado con toquecitos) o un look más vibrante y luminoso con un par de capas, pero sin perder comodidad.
Rosa intenso
Da miedo, sí, pero no es aquel rosa fucsia que se llevaba en los 80-90. El rosa tiene el superpoder de rejuvenecer y servir como contrapunto iluminador. Las pieles más claras pueden encontrar en él su rojo de labios, al contrastar con su tono de piel, cabello o incluso ojos. Mientras que para las más morenas el rosa es luz, alegría y juventud, aportando un color más vibrante.
Sobre un maquillaje muy natural, el rosa intenso y casi fucsia es perfecto para un look de noche muy discotequero, un paseo de verano al atardecer o un look del día en el que el rosa sea la esencia del maquillaje. Elsa Hosk es pura inspiración.
Rouge Dior en el color 766 Rose Harpers de Dior, 31,95€ en Douglas. Su acabado es hidratante con la primera capa y algo más matificado con la segunda. Se trata de un rosa muy radiante capaz de iluminar cualquier rostro, ideal para pieles frías y cálidas gracias a su acabado sorbete.
Rosa anaranjado
Puede parecer que se trata del color menos habitual en tu neceser, pero es ese rosa que, dependiendo de la cantidad de producto y técnica que utilices, puede ser un nude empolvado, un coral ideal para jugar a estar bronceada o un rosa muy discreto, con un sutil tono anaranjado que se adapte al tono de tu piel, ideal para el día a día. Color natural y adaptable a cualquier ocasión.
Aplicado con toquecitos sobre el labio y luego difuminado hará las veces de ese labial básico para aumentar la sensación de volumen. A modo de barra de labios tradicional, sirve para convertir en cálida cualquier piel y es un excelente elemento rejuvenecedor de última hora.
Yves Saint Laurent Rouge Pur Couture The Slim Sheer Matte en color 112, 38,99€ en Sephora, logra el tono perfecto entre rosa y coral, para sublimar el tono natural de los labios, como si lo sonrojara. Su textura cremosa trabaja con facilidad por el labio, sin que su pigmento resulte pesado y dejando una sensación de hidratación perfecta para el día a día.
Un toque glossy
Por supuesto, siempre queda la opción de los formatos gloss, encargados de dejar un color muy tenue pero muy jugoso. Si durante años los has desterrado por su pegajosidad, estás de enhorabuena porque la ciencia ha desarrollado cientos de labiales en formato gloss que son ligeros, hidratantes, no pesan sobre el labio y no se pegan en absoluto, se pueden retirar con ayuda de agua o un algodón.
Gloss Bomb Universal Lip Luminizer de Fenty Beauty, 18,99€ en Sephora. Igual que ocurriera con el de Charlotte Tilbury, se trata de un labial válido para cualquier tono de piel ya que crea una película con pequeñas partículas iluminadoras que reflectan la luz. Además potencia la sensación de volumen del labio.
Lip Gloss Super Orgasm de NARS, 25,99€ en Sephora. Otro básico, superligero sobre la boca que ilumina con un brillo muy sutil. Deposita la cantidad justa de color para superar el terreno de bálsamo labial pero sin pigmentar en exceso.
Mientras las modas dictan cada temporada los colores que veremos en las tiendas, del mismo modo que el Pantone nos da sutiles directrices cromáticas, cuando se trata del maquillaje, aquí también existen tonos básicos, esos que conforman el fondo de armario y a los que recurrir en cualquier momento, sobre todo cuando hablamos de barras de labios. El truco está en no comprar sin probar. Rojo, burdeos, rosa intenso, nude y rosa acoralado son los cinco colores con los que salir del paso y reajustar su intensidad según la ocasión. Pero, para dar con el labial perfecto, a la hora de elegir cada uno de estos tonos, es importante tener siempre como referencia el color de la piel y su tono.