Por qué Lindsay Lohan ha vuelto a tener su mejor cara, tras el abuso de los retoques estéticos

Como si de un intento por recuperar el género de las ‘teen movies’ (películas para adolescentes) de los 2000 se tratara, Netflix ha vuelto a encumbrar a Lindsay Lohan como protagonista de un nuevo género.

Comedias románticas tipo telefilm con protagonistas treintañeras que necesitan un cambio en sus vidas. Lohan, tras una década en el ostracismo, es su diosa. Así fue como en 2022 ‘Navidad de golpe’, con Lindsay de prota, logró sentar a casi todos los usuarios de la plataforma ante la pantalla.

En aquella cinta, la actriz lucía un rostro entre abotargado de rellenos y paralizado por neuromoduladores. Labios tan colmados de ácido hialurónico que, prácticamente, resultaba imposible prestar atención a las palabras que salían de ellos.

Cuando por aquel entonces le pedimos veredicto a nuestro médico estético de cabecera, el doctor Leo Cerrud, su resumen fue que el rostro de Lohan era un "catálogo de desastres médico-estéticos".

Sin embargo, llega marzo de 2024 y Netflix vuelve a estrenar una rom-com con la actriz estadounidense a la cabeza, ‘Un deseo irlandés’, y de repente ya no hay rastro de la frente paralizada ni de volúmenes imposibles. ¿Puede revertirse el efecto de la medicina estética?, ¿qué ha pasado en el rostro de Lindsay Lohan en estos dos años? Le volvemos a preguntar al doctor Cerrud.

En esta ocasión, la descripción del doctor nombra a Lohan como 'superviviente estética': “Reaparece la Lohan con una película nueva bajo el brazo y un aspecto absolutamente renovado, fresco, joven y 'naturalmente' rejuvenecido. Pero ¿cómo es posible?, ¿cuándo pasó esto?, ¿cómo es que la reina del exceso tiene ahora una cara armónica, proporcionada y natural?”, bromea Cerrud.

En cosa de algo menos de dos años, el rostro de la actriz habría recuperado sus volúmenes originales, e incluso sus labios, los cuales lleva rellenando desde, prácticamente, el inicio de su carrera, parecían volver a su estructura original.

“Palabras como hipercorregida, ‘pillow face’, deformada, hinchada, petrificada, sin expresión, exageradamente congelada, ‘con lo guapa que era para qué se hace eso’ y cosas por el estilo han acompañado a esta famosa actriz desde niña. Y la verdad es que todo eso era bastante real hasta 2022. Pero de repente en 2024 reaparece con película nueva y cara ‘recuperada’ como si no hubiera pasado nada en ese rostro y como si la huella estética hubiera desaparecido. No puedo evitar preguntarme: ¿qué demonios ha pasado?”, apunta el doctor.

Parte de la explicación está, justamente, en una cuestión de tiempos. Igual que la mala organización de la agenda beauty nos mostró en su día a la reina Letizia con una cara enrojecida, con Lindsay Lohan habría pasado justo lo contrario. No es que la actriz haya espaciado mucho sus tratamientos, es que ha tenido un amplio gap en el que no podía hacerse nada.

“Encuentro rápidamente la respuesta a mis dudas estéticas a golpe de clic. Las redes me informan de un factor importante que no sabía: el embarazo y parto de la actriz fueron durante casi todo 2023. Y ahí, justo ante mis ojos, está la respuesta. A las embarazadas no se les puede hacer nada, pero cuando digo nada es absolutamente nada”, nos ilumina el doctor Leo Cerrud.

Según explica el médico, los cerca de 12 meses, contando con el embarazo y la lactancia, que Lindsay Lohan ha estado sin recibir ningún tipo de pinchazo estético habrían “obrado el milagro”, según Leo Cerrud. “Estamos observando una mujer joven con una nueva relación con la medicina estética y un nuevo médico, me atrevo a asegurar, mucho más moderado, mucho más moderno y mucho más natural”, puntualiza.

Así que, por un lado, dejar descansar la piel durante un año habría contribuido a ese nuevo aspecto más natural, pero nos quedaba la otra duda, la de por qué estaba radiante y sin ‘efectos secundarios’ de todo el abuso estético previo. La respuesta sería un nuevo médico que, según Cerrud, sabe cómo y cuándo hacer las cosas para no caer en los errores del pasado. “Un detalle divertido, la punta de la nariz en 2022 la tenía hacia abajo y en 2024 la tiene respingona y puntiaguda”, advierte Leo Cerrud. Este cambio se explicaría con una rinomodelación con ácido hialurónico, capaz de mejorar el perfil nasal como el caballete o la citada punta hacia abajo.

"Sospecho que ha cambiado de médico porque ahora sigue teniendo de todo, neuromoduladores y fillers, sobretodo, pero bien puestos, en sitios estratégicos que le aportan ese aspecto juvenil, fresco y natural", sentencia el experto.

El experto ha analizado el rostro de la actriz en más de una ocasión y precisa que ella cometió dos errores garrafales y bastante habituales en el panorama celeb: “Empezó demasiado joven y con demasiado producto”.

Y añade: “Todo ese exceso de neuromoduladores para las arrugas, rellenos, hilos, láseres, luces pulsadas, peelings, mascarillas, vitaminas, inductores de colágeno, etc, cuando se usan en exceso y demasiado temprano, producen el efecto contrario al deseado. Es decir, una chica joven excesivamente corregida siempre va a parecer una señora mayor mal tratada. Y eso era lo que le pasaba a nuestra querida Lindsay, demasiado DE TODO, demasiado temprano. Suerte que la medicina estética tiene ese componente reversible que un embarazo pone en evidencia en cuanto te dejas de pinchar”.

Tiempo y un buen médico estético, dos ingredientes claves en la vuelta a la normalidad facial de Lindsay Lohan, igual que le pasó a Brad Pitt.