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La preocupante cara de muñeca de Kate Beckinsale pone el foco en los abusos estéticos y la repercusión del efecto filtro
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Sobredosis de hialurónico

La preocupante cara de muñeca de Kate Beckinsale pone el foco en los abusos estéticos y la repercusión del efecto filtro

En los últimos años, la actriz ha modificado drásticamente su rostro hasta perder sus gestos, algo que acompaña a polémicos posts en redes sociales y una forma de vestir entre gótica a infantil

Foto: Primer plano de los últimos retoques estéticos de Kate Beckinsale. (Getty/Vittorio Zunino Celotto)
Primer plano de los últimos retoques estéticos de Kate Beckinsale. (Getty/Vittorio Zunino Celotto)

La conocimos como la chica británica de ‘Serendipity’ o como la mujer entre dos amigos (Josh Hartnett y Ben Affleck) en ‘Pearl Harbor’, han pasado un par de décadas desde entonces y ahora, Kate Beckinsale a sus 50 años parece estar viviendo una segunda adolescencia.

La intensa actividad de la actriz inglesa en redes sociales nos ha permitido acceder de cerca no solo a su rostro de volumen reconfigurado, sino también a sus momentos más íntimos en los que comparte imágenes llorando, realizando extracciones de sangre o sacando el trasero por la ventana.

Una Kate Beckinsale completamente desconocida sobre la que planea la duda de una autopercepción quizá alterada, se muestra en Instagram siempre con filtros, peinados de varios centímetros de altura de estética sesentera, maquillajes recargados (incluso con pegatinas brillantes) y unas plataformas propias de una lolita japonesa.

Sin embargo, es en su redimensionado rostro en donde parece inevitable poner el foco. Le preguntamos por las modificaciones más llamativas o excesivas a la Dra. Mar Mira, codirectora de Clínica Mira+Cueto y cuyos trabajos se caracterizan por una máxima naturalidad, que nos ayuda a profundizar en algunos de los posibles abusos.

placeholder El nuevo rostro de Kate Beckinsale. (Instagram/@katebeckinsale)
El nuevo rostro de Kate Beckinsale. (Instagram/@katebeckinsale)

La nueva cara de Kate

“Ha perdido la naturalidad, su esencia. Tenía un gesto muy particular y ahora su rostro no posee esa personalidad que tenía anteriormente”, apunta la doctora, al ver la evolución de Beckinsale en la última década.

placeholder La evolución facial de Kate Beckinsale en los últimos diez años. En 2014 y 2024. (Getty/Astrid Stawiarz-Getty/Theo Wargo)
La evolución facial de Kate Beckinsale en los últimos diez años. En 2014 y 2024. (Getty/Astrid Stawiarz-Getty/Theo Wargo)

Los retoques más llamativos para la experta son el relleno de los labios y en los pómulos, “quizás también se haya realizado tratamientos con neuromoduladores para tratar arrugas dinámicas”, precisa la experta.

Los neuromoduladores son lo que conocemos popularmente como toxina botulínica o Bótox y su uso en la medicina estética tiene como finalidad paralizar los músculos para evitar que se marquen y formen arrugas, habitualmente en la frente. Su mala infiltración o abuso tiene como resultado algunas de esas frentes y cejas paralizadas que vemos en Hollywood.

placeholder Las caras de Kate Beckinsale de 2014 al presente. (Getty/Instagram)
Las caras de Kate Beckinsale de 2014 al presente. (Getty/Instagram)

Para la doctora Mar Mira, la combinación de los diferentes retoques de Kate Beckinsale “le da un aspecto como de muñeca”. El resto de cambios de la actriz van también en esa misma dirección. Su maquillaje busca hacer su boca aún más prominente y jugosa, sin olvidar el uso de purpurina o las gemas en sus ojos y pómulos.

Analizando las fotografías, la doctora Rita Sêco, especialista en medicina estética incide en que el estado de la piel es diferente en cada momento en el que se han tomado, por lo que sería necesario realizar un estudio en persona, sin embargo, apunta, Kate sí está bien asesorada. "En algunas fotos, sobre todo cuando sonríe, parece que tiene relleno en los pómulos y, en mi práctica clínica, desaconsejo este procedimiento porque puede dar a la piel un aspecto más inflado y poco natural", indica.

La excentricidad también se aprecia en el cabello. Siempre ha tenido un pelo fuerte y denso, pero en los últimos años, no sale de casa sin extensiones con las que crear una arquitectónica coleta cardada.

En sus últimas publicaciones lo que más críticas ha suscitado ha sido su visiblemente más delgado cuerpo, ante las acusaciones sobre su extrema delgadez, la actriz confesaba a través de redes sociales a modo de comunicado oficial que, tras la muerte de su padrastro, de su gato y el cáncer de su madre (en orden cronológico), había perdido mucho peso, pero que se trataba de algo que no concernía a nadie.

Lo curioso es que, estos cambios no han hecho, sino que aumentar la seguridad de los posados y post en redes sociales de la actriz, dejando entrever algún tipo de dismorfia corporal. Parece inevitable preguntarle a la doctora si es un caso habitual en consulta y si es normal que acudan pacientes que quieren más y más retoques, como si nunca fuera suficiente.

Consecuencia de los filtros en redes sociales

“Por suerte no es lo habitual, pero sí ocurre en ciertas ocasiones. Diversos estudios científicos confirman que el abuso continuado de los filtros en RRSS, sobre todo cuando hay falta de madurez y problemas de autopercepción o autoestima, puede desembocar en una verdadera adicción al efecto que proporcionan dichas ‘máscaras digitales’ y, como consecuencia, se genera una obsesión o compulsión por encontrar ‘soluciones’ vía intervenciones estéticas para tratar de replicar en la vida real ese aspecto”, señala la médico estético.

Según explica, el asociado a la percepción de las redes sociales, es un tipo de dismorfia que implica dejar de verse como realmente se es. “Los médicos tenemos la obligación deontológica y moral de buscar vías de detección temprana y de tratar de frenar esos comportamientos que pueden resultar altamente nocivos. Se ha descrito que algunas de estas personas llegan al aislamiento social, vivir solo a través de las redes, encerrarse en casa y abandonar cualquier tipo de relación para no ser visto con el rostro y cuerpo real; dejar de mirarse al espejo y, en los casos más severos, ansiedad, depresión, autolesiones e ideas de suicidio”, advierte.

placeholder Kate Beckinsale en su cuenta de Instagram. (Instagram/@katebeckinsale)
Kate Beckinsale en su cuenta de Instagram. (Instagram/@katebeckinsale)

El abuso de los filtros en redes sociales como Instagram o TiKTok, en los que vemos a diario posts, stories y vídeos en los que todos los rostros son perfeccionados por un filtro inalcanzable, ya tiene consecuencias directas en la autopercepción. “Todas son posibles consecuencias de acostumbrarse a verse o a que le vean a uno solo con filtros. Esta situación se agrava si el médico al que recurren no detecta el trastorno y pretende alcanzar expectativas irrealizables. El resultado nunca es satisfactorio y la obsesión y desesperación se multiplican”, sentencia la doctora Mira.

¿Hay solución al abuso de los retoques estéticos?

Sonoros casos como la inexpresión facial de Nicole Kidman, los pómulos de Demi Moore o el rostro abotargado de Lindsay Lohan arrojaron luz sobre la presión para no envejecer jamás que sufren las actrices de Hollywood, pero también demostraron que el efecto de muchos de estos retoques es efímero y va atenuándose hasta desaparecer.

placeholder Kate Beckinsale en su cuenta de Instagram. (Instagram/@katebeckinsale)
Kate Beckinsale en su cuenta de Instagram. (Instagram/@katebeckinsale)

Es, por tanto, posible corregir los excesos o errores, es más, se ha convertido en una práctica habitual en los centros de medicina estética. Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruíz del Cueto están acostumbradas a arreglar, por ejemplo, labios desproporcionados.

Foto: Si la técnica está bien hecha no habrá migración (Launchmetrics Spotlight)

"En los casos en los que tenemos rellenos con ácido hialurónico, es posible eliminarlos utilizando una enzima llamada hialuronidasa. Esta enzima disuelve todo el producto aplicado y el rostro vuelve a la normalidad", indica la doctora Sêco.

Explica la doctora Mira explica que estos casos suelen ser resultado de una demanda de más volumen por parte del paciente, al que se inyecta sin analizar si esa solicitud iba a resultar equilibrada dentro del conjunto del rostro, “lo cual es labor del médico estético, cuya misión, más allá de hacer lo que el paciente pide, es asesorarle y hacerle ver si sus peticiones encajarán o no con el resto de su rostro. Es una mala praxis: cualquier acto médico requiere de un diagnóstico exhaustivo previo”, aclara.

placeholder Kate Beckinsale en el Festival de Cannes de 2023. (Getty/Pascal Le Segretain)
Kate Beckinsale en el Festival de Cannes de 2023. (Getty/Pascal Le Segretain)

Cada tipo de recorte, por supuesto, tiene su correspondiente tratamiento de corrección. Si se trata de un exceso de neuromoduladores que paraliza de forma artificial los músculos frontal y elevador de las cejas y el paciente siente una pesadez en los párpados, “paciente siente una pesadez en los párpados”.

Si se trata de una sobredosis de hialurónico, la doctora indica que premier se debería establecer un ‘mapeo’ facial con hialuronidasa, una enzima natural que degrada el ácido hialurónico. “En este mapeo no todas las zonas son igualmente tratadas, ya que depende de sus características anatómicas. En el tratamiento se aplican diferentes variables de diluciones y cantidades por las zonas conflictivas para recuperar así la naturalidad del rostro”.

A continuación se realiza el tratamiento que el médico considere necesario, pudiendo recurrir a un drenaje facial para retirar los rellenos. Al terminar el proceso, se mantiene un control de la evolución del paciente para establecer las pautas de los protocolos posteriores.

La pelota estaría ahora en el tejado de Bekcinsale que, por otro lado, está encantada con su nueva imagen y recibe el apoyo de celebrities como Britney Spears. Recientemente, reposteaba uno de esos mensajes de apoyo de la cantante, señalando "me encanta, mujeres apoyando a mujeres".

En más de una ocasión, la actriz ha sido preguntada por su imagen. En su última intervención sentenció: "Cada vez que publico algo me acusan de haberme hecho una cirugía irreconocible, de usar Bótox, de usar rellenos, de estar obsesionada con parecer más joven, y es realmente muy aburrido y una forma sutil y retorcida de intimidar a una persona", publicaba en Instagram, asegurando que jamás se ha sometido a ningún retoque.

Bajo el criterio de la doctora Rita Sêco, el rostro de Kate Beckinsale es muy proporcionado y simétrico. "Creo que lo más importante en este momento, a los 51 años, sería ayudar a rejuvenecer la piel mediante el uso de aparatos láser y bioestimuladores de colágeno y evitar los tratamientos con rellenos como el ácido hialurónico. En primer lugar, debemos cuidar y tratar la piel, devolverle su densidad y firmeza y solo después, si es absolutamente necesario, seguir adelante con los rellenos", recomienda la médico estético.

La conocimos como la chica británica de ‘Serendipity’ o como la mujer entre dos amigos (Josh Hartnett y Ben Affleck) en ‘Pearl Harbor’, han pasado un par de décadas desde entonces y ahora, Kate Beckinsale a sus 50 años parece estar viviendo una segunda adolescencia.

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