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El sencillo truco para tener una terraza llena de verde aunque se te mueran todas las plantas
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El sencillo truco para tener una terraza llena de verde aunque se te mueran todas las plantas

Si siempre has querido una terraza verde pero todas tus plantas terminan en el contenedor, esta solución es para ti

Foto: La hiedra es una opción muy buena para terrazas pequeñas, ya que no ocupa mucho espacio. (Pexels/ ROMAN ODINTSOV)
La hiedra es una opción muy buena para terrazas pequeñas, ya que no ocupa mucho espacio. (Pexels/ ROMAN ODINTSOV)

Tener una terraza frondosa y llena de vida es el sueño de muchos, pero para quienes no tienen buena mano con las plantas, ese objetivo puede parecer inalcanzable. Las hojas se secan, las macetas se vacían y la ilusión de un rincón verde se diluye entre riegos fallidos y cuidados olvidados. Sin embargo, existe un truco tan simple como efectivo para transformar cualquier terraza en un oasis vegetal sin necesidad de ser un experto en jardinería: apostar por la hiedra.

La hiedra común (Hedera helix) es una planta trepadora resistente, poco exigente y de crecimiento rápido, ideal para quienes buscan una solución estética y natural sin complicarse demasiado. Su secreto está en su capacidad para expandirse y cubrir paredes, rejas o estructuras verticales, lo que permite crear un efecto de “muro verde” incluso en espacios pequeños o con pocas macetas. Con solo una planta bien colocada, es posible llenar visualmente toda una pared con verde, dando la impresión de una terraza exuberante y cuidada.

placeholder La hiedra puede crecer varios metros al año. (Pexels/ Anne van der Valk)
La hiedra puede crecer varios metros al año. (Pexels/ Anne van der Valk)

Para poner en marcha este truco, basta con colocar una maceta de tamaño medio o grande en una esquina estratégica de la terraza y plantar en ella un ejemplar sano de hiedra. Asegúrate de que tenga una guía —una malla, celosía, cuerda o alambre— para que pueda trepar, y deja que la naturaleza haga el resto.

La hiedra se adapta bien tanto al sol como a la sombra, resiste bien las temperaturas extremas y no requiere riegos constantes, lo que la convierte en una de las plantas más agradecidas para quienes se olvidan del regado con frecuencia.

placeholder La hiedra trepará por tus paredes con facilidad sin dañarlas. (Pexels/ Eriks Abzinovs)
La hiedra trepará por tus paredes con facilidad sin dañarlas. (Pexels/ Eriks Abzinovs)

Además del impacto visual, la hiedra aporta otros beneficios: actúa como aislante natural del calor y del ruido, mejora la calidad del aire y aporta frescura al ambiente. Si se mantiene con podas ligeras cada cierto tiempo, su crecimiento puede controlarse fácilmente, evitando que invada zonas no deseadas o que se vuelva demasiado densa.

Y si quieres añadir un toque decorativo extra, puedes combinarla con luces colgantes o pequeños elementos en madera, que contrastan con el verde y realzan la sensación de un jardín natural. Así, sin necesidad de llenar la terraza de macetas ni memorizar complejos calendarios de riego, lograrás un espacio lleno de vida, estilo y verdor.

Tener una terraza frondosa y llena de vida es el sueño de muchos, pero para quienes no tienen buena mano con las plantas, ese objetivo puede parecer inalcanzable. Las hojas se secan, las macetas se vacían y la ilusión de un rincón verde se diluye entre riegos fallidos y cuidados olvidados. Sin embargo, existe un truco tan simple como efectivo para transformar cualquier terraza en un oasis vegetal sin necesidad de ser un experto en jardinería: apostar por la hiedra.

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