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De Johnny Depp a Kate Moss: cuando la polémica vende
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ESCÁNDALOS DE ORO

De Johnny Depp a Kate Moss: cuando la polémica vende

En el universo de la moda y de la belleza, los escándalos funcionan a veces como una mina de oro

Foto: Johnny Depp. (Dior)
Johnny Depp. (Dior)

En el mundo de la moda y de la belleza, la polémica puede actuar en dos direcciones radicalmente opuestas. Muchas celebridades y marcas se han hundido por culpa de algún escándalo, mientras que otras, por alguna extraña razón, han salido reforzadas. Dolce & Gabbana es el mejor ejemplo de cómo meter la pata puede salir rentable. La marca italiana se ha caracterizado por protagonizar batacazos racistas e incluso homófobos, pero siempre consigue salir adelante e incluso beneficiarse de sus errores. Dolce & Gabbana sacó camisetas que invitaban a boicotear a la marca, esas que sus seguidores compraban para reírse de la polémica mientras que los italianos demostraban que quien ríe el último, ríe más rico. Ahora le ha tocado el turno a Johnny Depp.

placeholder Sauvage de Dior.
Sauvage de Dior.

Tras haber hallado el tribunal pruebas irrefutables de agresión a su exmujer, Amber Heard, y tener que pagar por ello 701.000 euros a ‘The Sun’ al haber perdido su demanda por difamación, parece que el actor no tendrá que preocuparse por motivos económicos por más que Warner le haya invitado a abandonar el rodaje de ‘Animales fantásticos 3’. Depp, que habría recibido entre 2,5 y 4,1 millones de euros como imagen del perfume Sauvage, de Dior, se ha convertido ahora en la razón por la que la fragancia cuenta con un impresionante y renovado éxito.

placeholder Sauvage de Dior.
Sauvage de Dior.

Los fans del actor han decidido mostrarle su apoyo recurriendo a la fragancia, por lo que mientras que los perfumes son un arma de consumo metonímico que permite a los consumidores sentirse parte del mundo del lujo sin tener que desembolsar grandes cantidades, parece que también son los aliados perfectos para mostrar apoyo a aquellos a quienes no se le podría demostrar de otra forma. 'The Guardian' señala que según datos de Cosmetify, tras el dictamen del juez, las búsquedas de Sauvage en internet han aumentado un 23%, y el perfume se ha convertido en el aroma masculino más vendido en The Fragrance Shop. Aunque el portavoz de la Autoridad de Estándares de Publicidad anunció haber recibido 11 quejas por el anuncio de Dior junto a Johnny, al considerar los anunciantes poco oportuno el protagonismo del actor ante las circunstancias, por su parte, una campaña a favor de Depp ha encontrado en las redes su mejor campo de acción. ¿Su arma? El hashtag #Justiceforjohnnydepp.

placeholder Kate Moss. (Getty)
Kate Moss. (Getty)

Cuando Kate Moss fue fotografiada consumiendo cocaína, las marcas de moda se apresuraron a despedir a la supermodelo, que contra todo pronóstico experimentó después del escándalo un fructífero renacer. La británica se convirtió en un icono de las segundas oportunidades y Alexander McQueen cerró su desfile ataviado con una camiseta que rezaba ‘We Love You Kate’. Hoy se recuerda el escándalo de Moss como un dato más a sumar a su biografía, del mismo modo que las peleas de Naomi Campbell forman ya parte de la historia de la leyenda. En la industria, los escándalos se perdonan porque en el fondo lo verdaderamente imperdonable es no vender.

En el mundo de la moda y de la belleza, la polémica puede actuar en dos direcciones radicalmente opuestas. Muchas celebridades y marcas se han hundido por culpa de algún escándalo, mientras que otras, por alguna extraña razón, han salido reforzadas. Dolce & Gabbana es el mejor ejemplo de cómo meter la pata puede salir rentable. La marca italiana se ha caracterizado por protagonizar batacazos racistas e incluso homófobos, pero siempre consigue salir adelante e incluso beneficiarse de sus errores. Dolce & Gabbana sacó camisetas que invitaban a boicotear a la marca, esas que sus seguidores compraban para reírse de la polémica mientras que los italianos demostraban que quien ríe el último, ríe más rico. Ahora le ha tocado el turno a Johnny Depp.

Alexander McQueen
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