Las nuevas deportivas de Gucci cuestan diez euros... pero tienen truco

Si te dijéramos que existen (¡lo hacen!) unas deportivas de Gucci por 10 euros… ¿Cuál pensarías que es el truco? ¿Que están rotas? Para nada. De hecho, ya hemos hablado de cómo en muchas ocasiones la industria de la moda pone precios desorbitados precisamente a diseños que están rotos. ¿Se trata acaso de que son un solo uso? Tampoco. De hecho, la incesante necesidad de estrenar cosas nuevas propiciada por las redes sociales es la responsable de que cada vez sea más habitual que los diseños tan solo disfruten de unas horas de vida. Pero entonces ¿cómo puede una de las marcas más admiradas y deseadas del momento lanzar unas zapatillas de deporte a un precio tan paupérrimo? Porque únicamente existen en la esfera digital.

No es la primera experiencia de la firma en el mundo virtual relacionada con las deportivas, pues en su app Sneaker Garage, sus usuarios podían personalizar sus deportivas de forma virtual y conseguir también dentro de la plataforma un nuevo modelo de zapatillas 100% virtuales diseñadas por Alessandro Michele, las Gucci Virtual 25.

Ahora la marca da un paso más al aliarse con la plataforma de moda virtual Wanna, con quien ya había trabajado para digitalizar sus zapatos, para comercializar unas zapatillas virtuales diseñadas por el director creativo de la marca. Gucci planea crear zapatos de edición limitada que den un empujón al mercado de reventa y entusiasmen a los coleccionistas.

Marcas como Reebok y Puma ya hacen uso de la realidad aumentada de Wanna para ver cómo sus clientes interactúan en las pruebas virtuales. El que permita tomarse fotos con los productos gracias a la realidad aumentada sirve para que puedan compartir el contenido en las redes sociales, y como señalamos al comienzo, precisamente es el poder mostrar constantemente novedades en las redes uno de los motores de la moda. Por ello, la existencia meramente virtual de estos diseños puede frenar el insaciable apetito de la moda por productos nuevos sin dañar el medioambiente. Quizás haya llegado el momento de preguntarnos no si pagaríamos 10 euros por unas deportivas de existencia meramente virtual, sino por qué pagamos 500 euros por unas deportivas.