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¿Cuál es el verdadero estado de la moda? Los expertos del sector opinan
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INDUSTRIA FASHION

¿Cuál es el verdadero estado de la moda? Los expertos del sector opinan

He aquí las visiones críticas, realistas y optimistas de una experta en branding, de una estilista, de una diseñadora especializada en vintage y de un historiador de la moda sobre el estado de la industria y las marcas

Foto: Christian Dior, en uno de sus talleres de París. (Getty)
Christian Dior, en uno de sus talleres de París. (Getty)

Robin Givhan, crítica de moda premiada con un Pulitzer, sentenciaba que la moda estaba rota ya antes de la pandemia. Durante el confinamiento, las reuniones de Zoom funcionaron entre sesiones de terapia y aquelarres. ¿Cuáles son las conclusiones?

Inmaculada Urrea. Especialista en branding y moda con base en Asturias. @inmaculadaurrea

¿Cuál es tu visión de la moda en este momento? ¿Qué futuro le espera?

La palabra de moda es 'sostenible'. El gran descubrimiento: las marcas quieren ser sostenibles, pero los que trabajamos en esto sabemos que serlo es extremadamente caro. Implica revisar todo, desde el origen del tejido hasta si la distribución se hace en bolsas de plástico,… Y en este contexto solo las grandes compañías pueden invertir en ello. Ahora hay empresas que lo están pasando muy mal y no se les puede pedir que destinen parte de sus recursos.

La sostenibilidad nunca va a ser inmediata, hemos de tenerlo en cuenta. Ya hay marcas que empiezan a hacerse cargo de su propia segunda mano y grandes almacenes que nunca habrían contemplado incluir un departamento con cara y ojos, no la esquina de chollos de unos grandes almacenes, lo están haciendo.

El lujo también quiere ser sostenible y qué mejor manera que revender los objetos que tienen almacenados. Algunas marcas de lujo, como las relojeras, ya venden su segunda mano con certificado de autenticidad y en moda también lo veremos. Chanel venderá segunda mano de Chanel.

La gran cuestión es qué va a pasar con la fast fashion. ¿Cómo va a evolucionar?¿Hacia dónde? ¿Y cómo? Cuando voy a comprar ropa de segunda mano, casi todo es de Inditex. Estaría bien que se hicieran cargo de su circuito de economía circular.

Espero que lo digital haya llegado para quedarse. Los desfiles están obsoletos, me encantaría que las marcas explorasen nuevos caminos para comunicar con co-brandings y colaboraciones.

Es una estrategia que me parece interesante, como hace ahora Dior con Sacai. Es del mundo de las sneakers pero es interesante por efímera, para fomentar el gasto de los coleccionistas de moda. A veces es porque las marcas no saben qué hacer con ellas mismas. Y si el co-branding es coherente o no es otro tema, pero mantiene el interés.

Algunas querrán volver a lo de siempre y además no todo puede ni debe virtualizarse. La moda es física: tocar, oler… Lo virtual facilita pero no puede suplirlo todo, hay que mezclar los dos mundos.

placeholder Taller de alta costura de Chanel. (Getty)
Taller de alta costura de Chanel. (Getty)

El ritmo de desfiles era una locura, pero es cierto que en el prêt-à-porter la exclusividad se ha perdido, le están enseñando al cliente final lo que va a llegar en seis meses y el 'see now, buy now' (lo ves ahora, lo compras ahora) no es posible. Ese gap hay que resolverlo y una opción sostenible es producir bajo demanda.

La figura de la estrella del director creativo creo está obsoleta también. Alessandro Michele ha cubierto el cupo. Ya ni siquiera Demna Gvasalia en Balenciaga. Antes de la pandemia criticábamos a Hedi Slimane, ¿quién habla de él ahora? Veo que los grandes nombres detrás de las marcas no van a ser tan relevantes.

¿Crees que algo importante ha cambiado en la industria debido a la pandemia?

Después de la pandemia si hay algo que ha mejorado es que la gente se ha dado cuenta de que no necesitamos tantas cosas para vivir. Leía que treinta y tres millones de estadounidenses han descubierto la segunda mano, es la gran noticia, la gran tendencia y es imparable. Es un poco la guerra al fast fashion. Primero, porque te distingues, es muy raro que comprando segunda mano lleves la misma ropa que otra persona; y segundo, y más importante, por el bien que haces al medioambiente.

Bienvenida la tendencia. Esta economía circular aporta más beneficios para todo el mundo y para el entorno. Consumimos toneladas de ropa y si pararan máquinas, podríamos seguir vistiendo a toda la humanidad durante años.

placeholder Bolsos de Everlane.
Bolsos de Everlane.

Mis nuevos clientes tienen todos el valor de sostenibilidad pero deben interpretarlo, definirlo y defenderlo a su manera. Ni siquiera la marca Everlane, que se ha definido siempre como 'radically transparent' (radicalmente transparente), lo ha conseguido. Así que es muy difícil que las que no lo llevan desde el inicio en su ADN se reconviertan de la noche a la mañana.

Luego está la cuestión de si los consumidores somos más o menos radicales. La segunda mano es una buena manera de empezar a ser sostenible, mejor que ir a Zara. Y hay que ser conscientes de que hay gente que tiene que comprar por precio. Lo sostenible es caro pero está la segunda mano, las plataformas de venta…

A todo este sector le queda mucho trabajo por hacer para revalorizarse, dignificarse, hacerse atractivo. Muchas tiendas no lo saben poner en valor: la higiene, la clasificación de las prendas... Hay un gran recorrido en el visual y en el retail para que la gente disfrute en la tienda de segunda mano y no entre de tapadillo. Aunque incluso en provincias esto ha cambiado y estoy contenta.

placeholder Las tiendas de segunda mano surgen como una alternativa ecológica al fast fashion. (Unspals)
Las tiendas de segunda mano surgen como una alternativa ecológica al fast fashion. (Unspals)

Otra cuestión, leía a Laureano Turienzo Esteban, presidente de la Asociación Española del Retail, son los grandes distribuidores. La inmediatez en la entrega tiene un coste, han de racionalizarse las entregas y ser más respetuosos. Amazon es una marca maravillosa porque tiene al cliente en el centro pero, como dice Turienzo Esteban, el paso siguiente es que las marcas tengan a la comunidad en el centro de su visión.

¿Qué marca consideras interesante como 'game changer' en este momento?

Hay demasiado branding de postureo, me creo poco a las marcas. Aunque no cuenta nada en el mundo fashion, en mi modesta opinión la marca visionaria y pionera es Patagonia. Entendió que el futuro pasa por cuidar el planeta. Que como propósito tenga estar en el negocio para hacer un mundo mejor dice mucho. Es el ejemplo a seguir, todas las marcas tendrían que decir: “Estamos en el negocio para hacer un mundo mejor”.

El lujo tiene mucho que aprender porque además son los que sirven de ejemplo.

Cuando hay una marca que lo hace es porque se puede hacer. Querer es poder, aquí soy un poco radical. Ahora todas se suben al carro. Mira Kering, mucho blablá pero hay que mirar con lupa hasta dónde llegan aunque si entran, bienvenidos sean.

Kelly Miller, diseñadora de moda y especialista en moda vintage con base en París @kellymillervintage

¿Cuál es tu visión de la moda en este momento? ¿Qué le espera en el futuro?

Creo que la moda se encuentra actualmente en un momento de enorme cambio, lidiando con las preocupaciones ecológicas, lo que es realmente vital y necesario después del año que acabamos de pasar. Parece que hay interés en trazar un nuevo camino, y en todos los niveles de la industria se habla mucho de este sentimiento, pero me preocupa que todo sea en vano y que, una vez que la pandemia haya quedado atrás, la industria vuelva a su habitual e increíble derroche.

¿Crees que algo importante ha cambiado en la industria debido a la pandemia?

La adopción de las presentaciones digitales y de las formas de mostrar las colecciones más alejadas de la realidad, ejemplificadas por las cajas de los desfiles de JW Anderson, tanto de su propia línea como de sus colecciones para Loewe, ha sido un cambio digno de mención. Pero es difícil saber si este giro respecto al statu quo se mantendrá en el futuro. Ver la ropa en persona siempre es diferente, quizá mejor que en formato digital, pero ¿tiene ya sentido el coste de los desfiles físicos en un mundo en el que tantos países siguen sin tener acceso a las vacunas del covid-19? Como industria, se gasta mucho dinero en eventos que, cada vez más, parecen ser meros vehículos para la autopromoción en las redes sociales más que otra cosa.

Respecto a la economía circular, el sector se encuentra atrapado entre el creciente énfasis en lo vintage y la propiedad compartida, y cómo producir nuevas prendas, accesorios… de una manera que sea ética y convincente para los compradores de hoy en día, que buscan cada vez más el mercado de segunda mano.

Es un equilibrio difícil. Pero el hecho de que lo vintage se convierta en algo mucho más habitual es estupendo, la gente es más consciente de cómo se fabrica la ropa y exige más transparencia.

¿Qué marca consideras interesante como 'game changer' en este momento?

Creo que el trabajo de Glenn Martens en Y/Project. Hace la ropa más interesante que hay ahora mismo, la única marca que realmente me hace vibrar. Hace poco también me enamoré de una marca belga de nivel más contemporáneo, Filles à Papa. Los belgas hacen la mejor ropa.

placeholder Desfile de Glenn Martens para Y Project en la Paris Fashion Week de 2019. (EFE)
Desfile de Glenn Martens para Y Project en la Paris Fashion Week de 2019. (EFE)

No puedo decir que esté al tanto de las grandes marcas en este momento; las marcas de lujo más importantes me parecen cada vez menos atractivas. Sin embargo, Gucci ha estado a la cabeza de algunos de los cambios más importantes en la moda de los últimos años.

Alba Melendo. Estilista freelance con base en París. @albamelendo

¿Cómo ves la moda en este momento? ¿Cuál es tu visión sobre el futuro?

Está en un momento de cambio, y todos los cambios a largo plazo aportan algo positivo. Espero que traiga una bocanada de creatividad y aunque deseo que todo se normalice, no creo que tenga que volver a lo que era antes. Ojalá llegue a un lugar donde no haya género, que todo sea más libre y versátil.

Lo más importante en una marca es la libertad, la libre expresión de sus creadores para que la moda se acerque más al arte que a un mero elemento de consumo de ropa. En mi opinión, no tener límites es la clave.

Elena Vilabrille Paz. Diseñadora y estilista especializada en educación, e-learning, sostenibilidad y formación in-company con base en Madrid. @elenavilabrillepaz

¿Cómo ves la moda en este momento? ¿Cuál es tu visión sobre el futuro?

Desde que empecé en 2000-2001 a estudiar moda hasta un par de años antes de la pandemia, el sistema no casaba con mi idea de cómo deberían ser las cosas, el hipercapitalismo aplicado a la moda, la manera de producir, cómo consumirla, su significado,...

Sin embargo, antes de la pandemia ya empezaron a cuestionarse todos estos puntos desde dentro del sistema, no desde un movimiento social reivindicativo. Al pararse todo por obligación y tener que repensarse ahora mismo tiene que ver más con cómo yo entiendo la moda, no me alegro de lo que está pasando, pero es un revulsivo y muy interesante.

Y es que están surgiendo proyectos, como el que tengo con la Re-moda, a nivel social para llegar al público desde la transversalidad y por otro lado espacios, como La moda que nos parió, en los que se están cuestionando cómo debería ser la moda y cómo no. Ya no es algo underground, son cuestiones que atañen a todo el mundo.

Creo que hay muchas oportunidades en este momento aunque no sepamos muy bien por dónde va a salir este cambio. Comentaba con una persona del mundo editorial la transformación tan brutal que están viviendo las revistas impresas, en la moda y en general. Hay una serie de perfiles que no van a existir pero se van a generar otros.

Hay miedo e incertidumbre porque todo un sistema se está rehaciendo, aunque yo personalmente lo estoy viviendo muy bien.

La moda además de como expresión social, como arte, a nivel económico,... es un proceso de diseño. Al hilo del design-thinking, esta manera de entender el proceso moda se puede aplicar a muchos campos y va a cobrar mucho significado.

También toda la parte de innovación en materias más sostenibles, la tecnología y el desarrollo para aunar sostenibilidad y mejores prestaciones en las prendas. Y lo relacionado con la parte virtual que también hará que todo mejore.

Tengo una sensación mezclada, hay cuestiones que no van a cambiar, incluso empeorarán yendo con la realidad social, económica, sanitaria, pero tengo la ilusión de que vaya a ser una pieza importante y que vaya a aportar.

¿Qué marca consideras interesante como "game changer" en este momento?

Marine Serre, cuando la conocí me emocioné mucho. Su manera de entender las cosas me toca mucho, con estas aproximaciones del futuro. Me encanta a nivel estético, es un ejemplo de cómo abordar sostenibilidad con el resto de elementos de un proyecto impecable en imagen y mensaje. Es una maravilla.

Duran Lantink, un diseñador alemán que ha llevado el upciclyng a un lugar muy diferente con una visión muy propia de utilizar las prendas para expresarse, influenciado por el clubing. Trabaja con stock o cesiones de restos de materiales del lujo. Es muy destacable.

En lujo hablaría de Gucci, ha dado este rumbo de la importancia de la identidad, de expresarse como salía en su ciclo de fashion films antes de Navidad. Luego su tienda Gucci es como una tienda vintage, con este “ apropiacionismo” se podría decir, no estás creando algo nuevo. Hoy en día es este collage de lo que está inventado y como lo revisitamos con ese toque de lo que está pasando, las innovaciones. Es muy representativo y además desde el mundo del lujo.

También diría Vivienne Westwood, ya apostaba por hacer las cosas de una manera difernte cuando nadie las hacía y ahora está aún más vigente.


Robin Givhan, crítica de moda premiada con un Pulitzer, sentenciaba que la moda estaba rota ya antes de la pandemia. Durante el confinamiento, las reuniones de Zoom funcionaron entre sesiones de terapia y aquelarres. ¿Cuáles son las conclusiones?

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