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El lazo que tanto le gusta a Yolanda Díaz se llama Lavallière y tiene una gran historia
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MODA & HISTORIA

El lazo que tanto le gusta a Yolanda Díaz se llama Lavallière y tiene una gran historia

Situar este detalle en su contexto es fundamental para entender el porqué de su uso en la moda

Foto: Desfile de Elie Saab. (Getty Images/Pascal Le Segretain)
Desfile de Elie Saab. (Getty Images/Pascal Le Segretain)

El pasado sábado 11 de diciembre, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, visitó al papa Francisco en el Vaticano. Aunque pudiera parecer que ya está todo dicho de dicha visita después del ruido mediático que ha generado en clave política, hay un detalle del atuendo que escogió para un compromiso tan señalado, también criticado por cierto, que tiene mucho que contar: el lazo Lavallière. A continuación, vamos a 'deshacerlo' para viajar al origen de este complemento histórico que va mucho más allá de una lazada decorativa en el cuello.

placeholder Yolanda Díaz, con el papa Francisco. (EFE/EPA/Vatican Media)
Yolanda Díaz, con el papa Francisco. (EFE/EPA/Vatican Media)

Pero para poder entender la dimensión de este lazo es fundamental conocer bien su contexto, tanto el del cuello en general en la historia de la moda como de manera específica el de la lazada Lavallière.

Explica Laura Delgado Cebrián, historiadora del arte por la Universidad de Málaga y mediadora cultural en el Centre Pompidou de la capital de la Costa del Sol, que “los cuellos son un elemento clave en la historia de la moda, llegando a ayudarnos a datar los trajes de época”.

Aunque en la actualidad los lazos al cuello sean un complemento que trata por romper en pedazos la etiqueta de 'femenino' que le persigue a lo largo de las últimas décadas, en origen “este tipo de lazo era apreciable en la indumentaria masculina con evolución hacia un estilo más discreto”, cuenta Delgado, que también divulga en las redes sociales a través de su proyecto personal, de nombre La Venus de Urbino. El lazo, añade, “desembocará en las aún usadas corbatas o pajaritas que siguen persistiendo con la finalidad de anudar la camisa al cuello”.

placeholder Paz Vega, en los premios de la Unión de Actores. (Getty Images/Carlos Alvarez)
Paz Vega, en los premios de la Unión de Actores. (Getty Images/Carlos Alvarez)

Origen en el armario masculino

La moda contemporánea de pasarela ha reivindicado en colecciones recientes, “en la línea de la ambigüedad hacia la que camina la moda”, argumenta la estilista y asesora de imagen Anitta Ruiz, el carácter masculino del lazo al cuello, si bien apenas ha tenido continuidad a pie de calle esta propuesta. Solo personajes de la cultura con un espíritu “transgresor”, como los describe Ruiz, han recogido la invitación y han hecho suyo este complemento.

Es el caso del actor y director Eduardo Casanova, así como del cantante Harry Styles. Este último está considerado todo un icono de estilo a nivel internacional por ser el gran abanderado de una moda que no entiende de géneros. No es casualidad que el artista britanico sea uno de los hombres contemporáneos que apuestan por el lazo Lavallière, ya que, como bien apunta Laura Delgado, este es un complemento que ha sido reinterpretado por firmas como Gucci, sello de cabecera de Styles, gracias a su amistad con su director creativo, Alessandro Michele.

No obstante, de vuelta a la línea cronológica de la historia de la lazada al cuello tras este breve viaje al presente, este es un complemento que también se apreciaba en el armario femenino de la aristocracia europea del siglo XVII en adelante. “A través de la pintura de cámara; es decir, retratos de la nobleza o la propia familia real, se evidencia su relación con el poder por su uso en las altas esferas de la sociedad”, señala Laura Delgado.

Según apunta Anitta Ruiz, fue una de las mujeres asociadas a dicha monarquía europea, la duquesa de Lavallière, presunta amante del rey Luis XIV de Francia, quien dio nombre al lazo que todavía se conoce como tal en la actualidad. “Mecenas y amante de las artes, llevaba un lazo en la zona del pecho bastante amplio”, indica.

placeholder Luis XIV. (iStock)
Luis XIV. (iStock)

Desde este momento histórico, el lazo Lavallière “tiene un discurso que ha evolucionado con el tiempo”, dice Ruiz, que se detiene en el siglo XIX en su análisis de esta prenda: “Se imitó cuando se vincula con mujeres intelectuales y de la cultura, unido sobre todo a la izquierda”, argumenta. Y en los años veinte ya del siglo pasado, el lazo al cuello se convierte definitivamente, según Laura Delgado, en “sinónimo de elegancia y feminidad” de la mano de nombres propios como el de Coco Chanel. Tal y como recuerda la historiadora del arte especializada en moda, la icónica diseñadora francesa “incluye el lazo tanto en sus colecciones como en las prendas que ella misma vestía”. Una evolución del lazo al cuello hacia la feminidad que no es casualidad, ya que se trata de una época en la que “se populariza el traje de pantalón para la mujer y el lazo aportaba el toque femenino”, concluye.

El lazo Lavallière en el último siglo

Prueba de que el lazo Lavallière estaba completamente asentado como un complemento femenino en la primera mitad del siglo XX es que en los años 30 se le etiqueta también con el sobrenombre de 'pussycat bow', un calificativo que, en opinión de Anita Ruiz, refleja “una dualidad: por un lado, la relación genética femenina y, por otro lado, su parecido con los lazos típicos de los gatitos”. De todos modos, más allá de la anécdota del nombre, el lazo al cuello no deja de estar “muy vinculado a la irreverencia, el arte y, sobre todo, a las mujeres de ideología de izquierda”, añade Ruiz.

placeholder La actriz Gillian Anderson como Margaret Thatcher en la serie 'The Crown'. (Netflix)
La actriz Gillian Anderson como Margaret Thatcher en la serie 'The Crown'. (Netflix)

Así es durante varias décadas —el esmoquin femenino de Yves Saint Laurent se completa con una versión mini de este lazo a finales de los 60, por ejemplo—, hasta que en la década de los años 80 Margaret Thatcher convierte al lazo Lavallière en la guinda estética de su 'uniforme', el traje de falda y chaqueta. Thatcher, cuyo estilo lo tendrás muy presente si sigues con atención el discurrir de la serie 'The Crown', es el mejor ejemplo de cómo el lazo se convierte en el sustituto de la corbata a partir de este momento en el que “las mujeres empiezan a aparecer en cargos directivos de importancia”, apunta Anita Ruiz.

No se debe al azar que coincida esta tendencia en el tiempo con el hecho de que el lazo Lavallière deje de ser un complemento vinculado en exclusiva a las mujeres progresistas. No solo porque lo lleve Margaret Thatcher; sirve también como ejemplo la figura de Phyllis Schlafly, una de las mujeres más influyentes de la política norteamericana de la época, líder de la corriente republicana antifeminista. Te sonará su nombre, y también sus looks, donde el lazo al cuello es parte esencial de los mismos, por la miniserie ‘Mrs. America’, donde Cate Blanchett se mete en su piel con maestría.

placeholder 'Mrs. America'. (Cortesía)
'Mrs. America'. (Cortesía)

De los años 90 en adelante, el lazo deja de ser un elemento de estilo tan carismático, pero ya nunca abandona los vestidos de las grandes personalidades femeninas. Laura Delgado cita a modo de ejemplo nombres como Lady Di, Kate Middleton o la reina Letizia, quien también ha llevado esta 'corbata femenina' en ocasiones importantes, tal y como hizo Yolanda Diaz en el Vaticano para visitar al papa Francisco.

Aunque no ha alcanzado cotas altas de popularidad pese a que iconos de estilo como los recién mencionados han dado continuidad a este complemento en distintas épocas recientes, en los últimos años el lazo Lavallière “se ha recuperado por esta vinculación con la elegancia que ya se asociaba desde su reinvención por Chanel”, afirma Laura Delgado.

Cómo llevarlo

La estilista y divulgadora Anitta Ruiz tiene claro que el lazo Lavallière “favorece mucho”. En opinión de la experta, además, es más versátil de lo que puede parecer, ya que “se puede recurrir a él en cualquier momento”, expone. Para Ruiz, eso sí, es fundamental el contexto y la compañía porque en función “de con qué te lo pongas significa una cosa u otra”, señala.

Dos son los usos que destaca por encima de todas las alternativas posibles Anitta Ruiz para la lazada al cuello: en clave working o como detalle especial de un look de fiesta. “Debajo de una americana tiene una connotación más de trabajo y con una chaqueta de esmoquin, gasa transparente y taconazo tiene una versión de fiesta ideal”, expone.

placeholder Foto: Emma Stone en la Premiére de 'Cruella' (Alberto E. Rodriguez/Getty Images para Disney)
Foto: Emma Stone en la Premiére de 'Cruella' (Alberto E. Rodriguez/Getty Images para Disney)

En cualquier caso, guste más o menos este complemento unisex, Anitta Ruiz rompe una lanza en favor de su uso en contextos a priori tan formales como el de la política –últimamente ya no tanto–. “Las cosas cambian y evolucionan: si ya no hace falta ir con vestido, por qué no ir con traje y “corbata”, como los hombres”, concluye la estilista en referencia al uso que Yolanda Diaz le dio al lazo Lavallière en su reciente visita al Vaticano.

El pasado sábado 11 de diciembre, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, visitó al papa Francisco en el Vaticano. Aunque pudiera parecer que ya está todo dicho de dicha visita después del ruido mediático que ha generado en clave política, hay un detalle del atuendo que escogió para un compromiso tan señalado, también criticado por cierto, que tiene mucho que contar: el lazo Lavallière. A continuación, vamos a 'deshacerlo' para viajar al origen de este complemento histórico que va mucho más allá de una lazada decorativa en el cuello.

Yolanda Díaz