"Zapatos que llevaré en primavera para ir cómoda y cool", la directora de Moda y Belleza 'dixit'
Un armario que se precie debe tener unos básicos en su armario: unas Converse, unas bailarinas.... y algunas piezas de calzado que te contamos aquí
Ayer a mediodía una compañera de una revista me enseñó fotos de su armario, se le había desplomado entero por el peso de la ropa. Contó 92 pantalones, de ellos 32 negros; las fotos eran épicas. Le pregunté a este ejemplar de Imelda que por qué guardaba tantos. Y me contestó: "Cuando vienen los pitillos, yo tengo pitillos. Se llevaban los campana y allí estaban...".
Una anécdota que me ha llevado a pensar si a mí no me sucede lo mismo con el calzado. Primero debo presentarme bien para que le des más credibilidad a mis palabras. Me llamo Cris, soy periodista y puede que me hayas leído alguna que otra vez, pero hay algo que no sabes de mí: es que soy hija de zapatera. Sí, no remendona, que me hubiera apasionado, aunque ella era bastante mañosa modificando hormas, anchos y apañando todo tipo de arreglos para mejorar el calzado. Pero a lo que íbamos, mi madre estuvo trabajando en una tienda de zapatos durante veinticinco años de su vida. Imaginaos lo que era eso para mí: los cambios de escaparate, de temporada, ver lo nuevo que venía... Pero una de las cosas que aprendí fue a cuidar de los zapatos. Los tengo ordenados, muy ordenados, la mayoría en su caja de origen con una foto de lo que hay dentro para tenerlo claro y no creas que tengo cientos, no. Tengo los que considero que son básicos para todos los looks y, sí, algún capricho que otro.
Para que veáis mi nivel de 'frikismo', cuando me casé me compré unas alpargatas ideales de Uterqüe, en plan pragmática; tenía que ir cómoda. Pero dos o tres semanas antes de la boda pasé por una de mis zapaterías favoritas de Madrid, una joyería, más que una tienda de calzado; se llama If. Y vi unos en el escaparate y me miraron, discurso interior activado: "¿Cómo tú, con lo que te gusta la moda y los zapatos, te vas a casar con unas alpargatas? Quédatelas. Para entrar del brazo de tu padre en la iglesia, él no merece otro par". En ese momento cogí el móvil y decidí refrendar el discurso con mi madre, que por supuesto me apoyó. Hoy sigo teniendo ese par de Giuseppe Zanotti en una bolsa de seda. Y que conste que me los he vuelto a poner. Ahora, que se acerca la primavera, empiezo a ordenarlos sistemáticamente: las Ugg se van al fondo, las botas de invierno también, y esos salones que me gusta llevar sin calcetines empiezan a ganar posiciones. Y dejo un par de huecos para las tendencias que aún no tengo en el armario (pocas, la verdad). En definitiva, que me lío, los zapatos que seguro seguro verás con mis looks esta estación son:
Zuecos
Uno de los huecos están reservados para ellos, los tuve hace veinte años, pero no sobrevivieron y aunque he visto las versiones de invierno no me he atrevido. Este verano caen sí o sí. No aptos para un día que vas con prisa, digamos que los categorizamos dentro de cool (menos cómodos). Estos son de Maje (235 euros).
Bailarinas
Es uno de mis calzados por excelencia, no hay nada más femenino y que vaya más con cualquier look. Si las francesas las llevan, por algo será. Son de Pretty Ballerinas (169 euros).
Las Converse
En blanco siempre y con un par de usos, me imagino que esto nos pasa a todas, porque recién lavadas me gustan menos, pero es algo por lo que hay que pasar un par de veces en la vida. También las tengo en negras. Eso sí, siempre de bota, es la clave. Chuck Taylor de Converse (74,95 euros).
Mules
Caerán seguro, porque son tendencia y porque no las compraré con demasiado tacón; hemos dicho que íbamos a hablar de comodidad y no quiero perder la coherencia. Sarah Jessica apuesta por ellas en varios momentos de 'And Just Like That', y aunque mi vida dista mucho de parecerse a la suya, quizá podemos tener por lo menos este punto en común. De piel, de Zara (39,95 euros).
Trenzados
Nadie aprecia tanto los detalles de cuero tejido como las mujeres francesas, que gravitan hacia los zapatos con acabados intrincados tan pronto como las temperaturas comienzan a subir. Bailarinas trenzadas de piel destalonadas, de Pedro Miralles (115 euros en El Corte Inglés).
Alpargatas
Por su origen español, porque invitan a vivir eternamente con un pie en las vacaciones, porque a pesar de su informalidad cuando te las pones con un blazer funcionan... Van con todo, desde con vestidos vaporosos y faldas hasta jeans vintage. Alpargatas de cuña de mujer con cierre de lazo en verde claro, de Castañer (110 euros en El Corte Inglés).
Sandalias chunky
Se llevarán, pero aunque las he incluido en este listado porque me gustaría sumarme a la tendencia, no me veo capaz -quiero serte sincera-, no soy lo suficiente moderna, aunque les reconozco a los creadores que seguro no hay nada más cómodo. Como no puedo recomendar algo en lo que, hoy por hoy, creo que no voy a apostar, eso sí, eso no supone que dentro de unos meses la tendencia me haya calado tanto que caiga ante ella. (El año pasado estuve a punto de hacerme con unas de Oysho, lo confieso). Sandalias planas de mujer en piel de color negro, de Mou (179 euros).
Mary Janes
Son tendencia para este 2022, aunque, en formato T-bar, llevan viéndose por redes desde hace un par de temporadas. Las mujeres desde hace décadas siempre han sido fanáticas de los zapatos Mary Jane, en particular los estilos planos en fabricaciones dedicadas como el terciopelo y el satén. Yo he caído en unas de cuero color vino. Bailarinas de raso azul, de Le Monde de Beryl (462 euros en matchesfashion.com).
Ayer a mediodía una compañera de una revista me enseñó fotos de su armario, se le había desplomado entero por el peso de la ropa. Contó 92 pantalones, de ellos 32 negros; las fotos eran épicas. Le pregunté a este ejemplar de Imelda que por qué guardaba tantos. Y me contestó: "Cuando vienen los pitillos, yo tengo pitillos. Se llevaban los campana y allí estaban...".