Cómo consigue Goicoechea que sus bikinis XS enamoren a Pedroche y a Nathy Peluso

Cuando Jessica Goicoechea lanzó a la venta sus sensuales bikinis y trikinis de Goi, recordamos preguntarnos si sus seguidoras se atreverían con modelos tan sugerentes en los que los centímetros de tela escasean. Sin embargo, pronto comprobamos que la marca se queda sin existencias a una velocidad pasmosa, y no únicamente en las tallas más pequeñas, sino en absolutamente todas. Sí: por fin la diversidad había llegado a la moda (comprendimos entonces) y abandonamos la idea de que los diseños más atrevidos solo son aptos para una silueta concreta.

Sin duda el éxito de los bikinis que son constantemente comparados con las mascarillas por sus escuetas dimensiones y la moda nacida en TikTok, consistente en llevar el bikini al revés, son los responsables de que la moda de baño siga menguando su tamaño, pero también el que cada vez la industria se esfuerce más por abrazar un tallaje mucho más amplio e inclusivo.

El nuevo drop de la marca de Goicoechea sigue adentrándose en las creaciones más sensuales, esas que no son aptas para las más tímidas, y pronto Cristina Pedroche se ha atrevido a lucir las creaciones de la influencer, cuyas colecciones lleva tiempo luciendo.

La última en apostar por los nuevos bikinis de Jessica ha sido Nathy Peluso, que posa en sus redes sociales impresionante con el bikini Kairi, un modelo de silueta bandeau con el estampado de serpiente custom de la marca y cuya parte inferior es un tanga. Jessica ha conseguido que su firma se cuele en los armarios de las más exigentes de moda gracias a una operación de marketing inteligente en la que los envíos de la firma son muy estudiados, y hemos visto ya a figuras como Úrsula Corberó apostar por sus creaciones.

Incluso Chiara Ferragni no solo ha posado en su perfil de Instagram (teniendo en cuenta que la siguen millones de personas, no se nos ocurre una forma de rentabilizar mejor un envío de prendas que este), sino también en su reality.

Jessica ha conseguido que su marca se filtre en los perfiles más exquisitos y seguidos del universo 3.0 y de esta forma las fans de la marca han podido descubrir que los bikinis que parecían carne de editorial de moda son en realidad perfectos también para la vida real… O al menos para una buena foto en Instagram, por supuesto. De hecho, el boom de la moda de baño 'statement' viene a señalar que los diseños con los que nos damos un chapuzón están en muchas ocasiones más pensados para las fotografías que para hacer unos largos.

Otra prueba de que las mujeres de todas las tallas lucen diseños XS es Addison Rae, la sensación de TikTok y de la generación Z que ahora posa en su perfil de Instagram con un modelo de la marca de Emily Ratajkowski, cuyas creaciones se caracterizan también por sus reducidas dimensiones.

Al comienzo Inamorata, que es como se llama la firma de la supermodelo, contaba con la propia Ratajkowski como el mejor aliciente para que sus seguidoras se hicieran con sus diseños, pero ahora la firma prefiere subir a sus redes a diferentes mujeres de todas las tallas que posan con estas creaciones para recordarle al mundo que no hace falta tener una talla concreta para lucir los bikinis más atrevidos y sugerentes de la temporada.

En junio de 2020 fue Dua Lipa la que nos alertó de esta tendencia al posar con un minúsculo bikini de crochet de GCDS y desde entonces la moda de baño no ha parado de reducir sus dimensiones, una señal de que tras el confinamiento, después de intentar robar algún rayo de sol en el balcón, la terraza, el terrado o el jardín (cada uno dependiendo de su suerte, claro), queremos abrazar el sol en todo su esplendor.

Demi Moore está tan en contra de esta tendencia que no ha dudado en lanzar una colaboración de moda de baño al haberse dado cuenta de que “los bikinis cada vez son más pequeños”, pero lo maravilloso de todo esto no es solo que existan propuestas para todos los gustos y para todos los grados de pudor, sino que ahora podemos por fin ponernos los bikinis que nos plazca sea cual sea nuestra talla… Y eso, al final, es mucho más liberador que el que un bikini tenga un centímetro más o menos de tela.