Nieves Álvarez, angelical: protagonista de la noche en la ópera de Stéphane Rolland
La artesanía y las siluetas arquitectónicas se dan la mano en la nueva colección de alta costura del diseñador francés con la española como musa eterna
Desde hace años no se entiende un desfile de Stéphane Rolland sin la presencia de la modelo Nieves Álvarez. Conforman el tándem perfecto, diseñador y maniquí, creador y musa, modisto y embajadora. Una pareja inquebrantable que cada temporada vuelve a escena. Con los shows que el francés lidera y también cuando la española pisa, entre otras citas, la alfombra roja de los Goya, es fiel a Rolland. "Ella es una musa y yo solo tengo una. Yo no la busqué, llegó a mí como una evidencia", confesó el creador para una entrevista en EFE.
Antecedentes de peso como para saber que hoy y coincidiendo con el show enclavado en la Semana de la Alta Costura de París, Nieves Álvarez volvería a ejercer de anfitriona abriendo y cerrando la colección.
Un desfile retransmitido en directo a través de la página web de la enseña francesa y que ha tenido lugar en el interior de la emblemática Ópera Garnier. Una ubicación que no podía estar más acorde con la inspiración de la línea: una noche en la ópera. También conocida como Palacio Garnier, es uno de los edificios más característicos de paisaje urbano de la capital francesa. Subiendo y cruzando una imponente escalinata, las maniquís, con la presentadora a la cabeza, han ascendido y descendido al son que marcaba la música. Una soprano en directo era la encargada de aderezar la velada.
Con ciertas dificultades a la hora de subir uno a uno los peldaños por dos motivos, los tacones de vértigo que calzaban y las siluetas arquitectónicas (no exentas de complicaciones logísticas al caminar), las modelos se han ido deslizando lentamente para exhibir las obras de Stéphane Rolland tanto a cámara como al público allí congregado. Una colección que, en líneas generales, puede resumirse en tres puntos: artesanía, blanco y negro y vestidos.
Sin rastro de cualquier otra prenda que no sea la citada, el vestido adquiere una nueva dimensión gracias a la aguja del francés. Adornados con figuras que exploran dimensiones y alturas que, hasta ahora, parecían inalcanzables, uno a uno, los modelos, bien en blanco, negro o combinando los dos tonos en bloque en su corte, han representado a los personajes que suelen subirse al escenario y entrar en escena en una noche de ópera. Basada en la elegancia y sofisticación atemporal, pero añadiendo un toque vanguardista, es como mejor trabaja el modisto.
Las joyas se tornan hiperbólicas, con pendientes infinitos que introducen al rojo y al tiempo sirven de reflejo a las mangas embellecidas de alguna de las creaciones a las que se añaden brazaletes múltiples.
De líneas puras y patrones minimalistas, los volúmenes, los volantes, los lazos y aderezos 3D como notas musicales e instrumentos completan el marco armónico construido por Rolland para el otoño-invierno de 2023/2024. Unos trajes imponentes que, seguro, acaparan la atención en las alfombras rojas y las grandes citas que el próximo curso traerá consigo.
Como broche al desfile, vuelve Nieves Álvarez envuelta en un vestido angelical de color blanco, alado y con capucha incorporada, una pieza accesoria que ya hemos visto en otros shows en esta edición, y tras ella, el saludo del diseñador a su musa hasta la siguiente.
Desde hace años no se entiende un desfile de Stéphane Rolland sin la presencia de la modelo Nieves Álvarez. Conforman el tándem perfecto, diseñador y maniquí, creador y musa, modisto y embajadora. Una pareja inquebrantable que cada temporada vuelve a escena. Con los shows que el francés lidera y también cuando la española pisa, entre otras citas, la alfombra roja de los Goya, es fiel a Rolland. "Ella es una musa y yo solo tengo una. Yo no la busqué, llegó a mí como una evidencia", confesó el creador para una entrevista en EFE.