Todos los secretos de los looks y vestidos de Tamara Falcó en el fin de semana de su boda

Seguimos con la resaca de la boda del año. Tamara Falcó e Íñigo Onieva contrajeron matrimonio el sábado 8 de julio en una ceremonia religiosa y ante la atenta mirada de 400 invitados. La marquesa de Griñón cumplía así el sueño de sellar su historia de amor con el empresario, pero hay más, otros actos previos y posteriores al enlace que alargaron los festejos: preboda y posboda. Con dos escenarios, el hotel Ritz y el palacio El Rincón, y aunque en materia de estilo la atención estaba centrada en descubrir los dos vestidos de la novia diseñados por Wes Gordon para Carolina Herrera, cada atuendo de la novia se escogió por un motivo concreto.

Asesorada por su estilista de cabecera, Blanca Unzueta, la hija de Isabel Preysler culminó con buena nota cada una de sus puestas en escena. Por el color, por la firma que se escondía detrás o por el mensaje que Falcó buscaba comunicar con su atuendo, el armario nupcial esconde algunos secretos que Vanitatis va a revelar.

Empezando por el 'total look' blanco en clave sartorial que lució para la cena y fiesta preboda en el hotel Ritz. Pronto se publicó que el traje era un diseño de la novia. Parte de la colección que TFP by Tamara Falcó lanza cada temporada con Pedro del Hierro, según nos ha contado Unzueta, "ella tenía claro que para ese día quería ir vestida de color blanco". Conformado por tres prendas, americana cropped, camisa con lazada y pantalón con perneras anchas, la experta en moda aclara que "la blusa se fabricó en exclusiva para Tamara en los talleres de Pedro del Hierro, inspirándose en el estilo de Bianca Jagger".

Apuntando a los accesorios, el contraste metálico con el bolso y las sandalias de plataforma de Aquazzura le otorgó "una imagen cool y desenfadada para un estilismo de fiesta". La experta en moda señala que tal vez se barajó otro look, aunque finalmente el traje a lo Letizia fue el elegido.

Por nuestra parte hemos averiguado cuál era esa opción B que podría haber lucido la marquesa de Griñón en la preboda: el vestido de Zimmermann con el que aterrizó en el Ritz tras su enlace la noche del 8 de julio.

"Es una de sus marcas de confianza", cuenta Blanca Unzueta para Vanitatis. Si en la fiesta de compromiso celebrada el 22 de abril en casa de Isabel Preysler ya lució un diseño de encaje floral con cuello subido, manga larga con volantes en los puños y falda en cascada con tres capas más de volantes, uno de sus planes era repetir firma, pero para el encuentro previo junto a sus íntimos el viernes 7 de julio. Al final, el elegido fue el traje de chaqueta de su colección, y en su defecto, relegar al nuevo vestido blanco de Zimmermann a otro puesto.

Con él fueron capturadas las primeras imágenes de Tamara Falcó convertida en mujer de Íñigo Onieva a las puertas del lujoso hotel. De cuello cerrado a la caja, manga larga, silueta evasé de largo midi y corte de encaje blanco, la estilista nos detalla que unos zapatos de Jimmy Choo pusieron el broche de oro al estilismo.

En el centro de su armario nupcial, los dos vestidos de novia creados por Wes Gordon para Carolina Herrera y que este medio también avanzó en primicia.

No exento de polémica tras la sonada ruptura con las diseñadoras de Sophie et Voilà, se esperaba mucho del traje nupcial de Tamara Falcó. De estilo medieval, patrón en línea A muy marcado y decorado con bordados botánicos realizados en hilos plata, el vestido clásico presentaba un discreto escote en pico, manga tres cuartos, cola y una ristra de minibotones en la parte frontal. Con paralelismos al vestido de novia de Letizia creado por Manuel Pertegaz para su boda con Felipe VI el 22 de mayo de 2004, el traje de Carolina Herrera iba como anillo al dedo de una marquesa.

Como segundo traje, Wes Gordon sacó a relucir el lado más glamouroso y juvenil de Falcó con un vestido de color marfil, escote palabra de honor, corsé, lazada frontal y falda a capas cortadas al bies.

Todavía nos quedaba un look más: el que lució para el brunch celebrado la mañana del domingo en el hotel Ritz. "Tamara quería ir arreglada, pero informal, con un punto de color y alegría", explica Unzueta.

Fue cuando Johanna Ortiz entró en escena. "Carolina Herrera, Zimmermann y la colombiana son las marcas de cabecera de Tamara Falcó", confiesa Unzueta. El proceso con la firma de Johanna Ortiz es fácil, sencillo y rápido: "Con ellos siempre es fácil. Nos mandaron varios modelos y finalmente elegimos el vestido de las caracolas como el atuendo perfecto para asistir a la comida posboda".

Fija en el armario de madre e hija, para recibir a sus invitados el domingo como marido y mujer, la novia del año escogió un vestido de la nueva colección de la colombiana que ya ha dado la vuelta al mundo. Lo hizo después de probarse otros ejemplares, tal y como nos confirman fuentes cercanas a la marquesa de Griñón. Una curiosidad: la campaña de 'Cayetana', la línea a la que pertenece, se fotografió en Pedraza (Segovia), con Blanca Padilla como modelo.

Confeccionado con un material fluido con print jacquard floral de color blanco roto, llamó la atención por su estampado con caracolas verdes a contraste. Sobre el patrón señalar que es un vestido de cuello redondo, manga larga abullonada, corte en la cintura, falda de largo midi y con sorpresa en la espalda, una abertura con detalle nudo acabada en pico. Valorado en 1.250 euros, según la tienda online multimarca de lujo Matches Fashion, no es el único traje de Johanna Ortiz que desfiló en la boda de Falcó e Íñigo.

Chábelí, la hermana mayor de la novia, lució un vestido con estampado floral en blanco y morado, y aunque no llegó a hacer acto de presencia, Isabel Preysler tenía preparado un look de la colombiana para la preboda.