La invitada que mejor representa el estilo countryside lady es esta y te descubrimos sus mejores trucos

Fincas, dehesas y hectáreas abren sus cancelas estos meses en lo que es la temporada alta de las casas de campo españolas. Los apellidos con más renombre de nuestra sociedad rescatan de sus armarios los Barbour (que por cierto, por si no lo sabes, han vuelto), las prendas de tweed, sombreros de antílope que competirán en los picnics campestres en los que el vino tinto y el fino riegan conversaciones tras largas caminatas.

El caqui y el marrón son los protagonistas de estos planes en los que las contendientes a llevarse el título a la mejor vestida son muchas y dedican a ello horas y horas. Entre todas las convocatorias que hemos podido ver en redes sociales nos hemos visto obligadas a hablarte de una en particular.

Esta cita que ha congregado a algunas de las aristócratas del momento va a inspirar a muchas en sus planes los fines de semana. Entre las invitadas nos encontramos a la diseñadora María de la Orden, Inés de Cominges, Cleo Zu Oettigen-Spilberg, Paula V. Bickford, Damasia Ball de Kermabon y Margherita Ruffo di Calabria, entre otras.

Pero una de ellas, aunque todas han sido impecables, ha llamado la atención por los looks de estos dos días más que el resto. Y tiene todo el sentido. ¿Por qué? Porque es una experta en planes y si ella no controla este territorio, apaga y vámonos.

Esta ha sido Inés de Cominges es una figura destacada en el mundo de la moda y el lujo, conocida por su elegancia natural y su habilidad para equilibrar la sofisticación con la modernidad. Originaria de una familia aristocrática, ha sabido forjarse un nombre como empresaria, influencer y diseñadora, destacando en círculos exclusivos por su buen gusto y porte impecable. Tras trabajar en prestigiosas firmas de moda, lanzó su propia marca, Maison Ravn, donde plasma su visión única del estilo francés combinado con una sensibilidad contemporánea.

En cuanto a su estilo, Inés es el epítome de la elegancia parisina: discreta, refinada y siempre impecable, ha hecho gala de ello este fin de semana. Sus looks suelen destacar por su minimalismo, en los que predomina una paleta de colores neutros como el beige, el blanco, el negro y el azul marino. Le gusta combinar piezas clásicas, como blazers estructurados, vestidos midi o camisas de seda, con detalles modernos, como accesorios llamativos o calzado con diseño. Los tejidos naturales y de alta calidad, como el cashmere, la lana y el lino, son una constante en su guardarropa.

En este plan al aire libre primero optó por un traje de tweed verde compuesto por un chaleco, pantalón y botas de inspiración cacería sobre una camisa de algodón a cuadros con cuello cisne. Pero lo que destaca son los detalles del estilismo, el chaleco sin abrochar pero cerrado y ceñido por un cinturón. Una bota alta marrón oscura con detalles en ante y un sombrero de fieltro, remataban el look.

Un look que evolucionaba a la vez que las temperaturas, por la tarde con la puesta de sol añadió, prendas como un jersey amarillo de punto que la abrigó y por la mañana llevó una capa de franela y una sobre camisa demostrando que la aristócrata trabaja como nadie el método cebolla.

Pero no solo nos ha demostrado que de día acierta, la noche también es su hábitat natural y con un vestido de cuadros largo de aire escocés, gracias al tartán, que rozaba la sofisticación, pero no perdía de vista el entorno, ha disfrutado de una velada única.

Inés de Cominges no solo viste moda, sino que también refleja un estilo de vida sofisticado, donde la elegancia es una actitud más que una simple elección.