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Ronda, estos son los imprescindibles del pueblo favorito de los Rivera Ordóñez
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ESCAPADAS CON ENCANTO

Ronda, estos son los imprescindibles del pueblo favorito de los Rivera Ordóñez

Al Tajo hay que asomarse para saber de la belleza del abismo (y su arquitectura). Pero también están sus calles, sus casas palacio, sus iglesias, su aire andaluz y... su plaza de toros, tan goyesca

Foto: Ronda, más allá del Puente Nuevo. (Turismo de Ronda/Andrés Aguayo Maldonado)
Ronda, más allá del Puente Nuevo. (Turismo de Ronda/Andrés Aguayo Maldonado)

En Ronda pasa lo mismo que en Mont Sant-Michele, que uno tiene que abrir bien los ojos, muy bien, no solo para ver la increíble maravilla que tiene delante, sino para comprobar, cual Segismundo, que no se trata de un sueño (otro). Sin exagerar. No es de extrañar que se enamorara de ella un poeta como Rilke o el propio Juan Ramón (Jiménez), ni que, en otro orden de cosas, la adoren los hermanos Rivera Ordóñez. Aquí tienen su finca familiar (se alquila a 664 euros la noche, para 10 personas), Recreo de San Cayetano. La tauromaquia y una serranía cuajada de bandoleros causaron una profunda impresión en muchos insignes viajeros que, como Ernest Hemingway, pasaron (y este se quedó para siempre) por Andalucía. El viaje que emprendemos no podía ser más romántico. Le habría gustado a Goethe y... a Lord Byron.

Todo por el Tajo (o el Puente Nuevo)

El Tajo no es ahora el río que va a morir (o a nacer) en Lisboa, sino el Puente Nuevo, ese prodigio de la ingeniería a prueba de vértigo sobre el Guadalevín, afluente del Guadiaro, que salva más de 100 metros. Esto va de escritores, porque Juan Goytisolo dejó dicho: “Avistamos Ronda. Estaba enriscada en la sierra, como una prolongación natural del paisaje y, a la luz del sol, me pareció la ciudad más hermosa del mundo”. Y Ronda es su Tajo, más allá de la Colegiata de Santa María la Mayor o de la Casa de Mondragón, alojamiento habitual de los Reyes Católicos. No en vano se invirtieron más de 40 años en su construcción, hasta quedar inaugurado en 1793. Aquí te sentirás como en Cuenca: tienen un aire similar.

Y esa plaza de toros (la de la Goyesca)...

Ronda es bella, monumental, serrana y torera, muy torera. Ahí está la Plaza de Toros de la Real Maestranza de la Caballería de Ronda, con su doble galería de arcadas y su ausencia de tendidos al descubierto, casi un claustro, para que quede claro. Bueno, su porte arquitectónico y también la corrida Goyesca, que se celebra en septiembre, con la estética del toreo del XVIII, tal y como lo pintó Goya, creada, por cierto, por los Ordóñez. Junto a este espectacular recinto, cuyo empresario es Francisco Rivera Ordóñez, se encuentra la bella Alameda del Tajo. Cinco avenidas paralelas que desembocan en un paseo con una impresionante balconada que mira al abismo. Y hablando de Goya, este fin de semana (del 17 al 19 de mayo) tendrá lugar la Fiesta de la Serranía, donde se revive la época del bandolerismo y alrededores.

El palacio de los RRCC y mucho más

Además del ya mencionado Palacio de Mondragón, que alojó a Isabel y Fernando, los Católicos, y al rey Abdel Malik, hijo del sultán de Marruecos Abul Asan, y también al último gobernador musulmán de la provincia, Ronda está plagadita de monumentos. Sin ir más lejos, el Puente Viejo, de época árabe; el emblemático Palacio del Rey Moro y la Mina, la residencia del rey Almonated, cuajado de leyendas; los baños árabes, del siglo XIII, junto a la Puerta del Puente, para purificarse antes de entrar a la ciudad, y una buena retahíla de conventos, iglesias y casas palacio, desperdigados por calles pintorescas con arcos, columnas, artesonados y arabescos, en lo que se llama la Ciudad, porque luego están el barrio de San Francisco, lo más antiguo y donde estuvo el alcázar, y el del Mercadillo, el más moderno y barroco, que es el de la plaza de toros, el Círculo de Artistas y el Parador. No hay que olvidarse de la alameda del Tajo, un paseo arbolado y jardín botánico muy decimonónicos.

​La Serranía de Ronda y el mar de Marbella

Ronda está en plena Serranía del mismo nombre, de hecho, es capital de la comarca. Tierra muy de interior, de fincas y cortijos, y asentada a 723 metros sobre el nivel del mar, pero con el mar de la Costa del Sol muy (¿demasiado?) cerca. Para colmo está rodeado de paisajes excelentes, tales como los de la Sierra de las Nieves, el Valle del Genal, la Sierra de Grazalema y el Parque Natural de los Alcornocales. De lo bueno, lo mejor. No hay que perderse los pinsapos ni la artesanía. Aquí hacen absolutamente de todo: cuero, esparto, forja, marroquinería, madera, cerámica...

placeholder El fastuoso palacio de Mondragón. (Cortesía Turismo de Ronda/Andrés Aguayo)
El fastuoso palacio de Mondragón. (Cortesía Turismo de Ronda/Andrés Aguayo)

Dónde dormir: ¡qué dilema!

La verdad es que al Tajo y a la Alameda y a las calles y casas palacio y demás hay que sumar los maravillosos hoteles que tiene Ronda y que hacen muy difícil la elección. Desde el Parador, que suele ser obligado en estos casos, por su solera y situación, aquí junto al Puente Nuevo, sobre la antigua Casa Consistorial, con vistas impresionantes al Tajo y con jardín y piscina (desde 160 euros), hasta el tentador Fuente de la Higuera, una casa de molino centenaria rodeada de olivares, con piscina y terraza para cenar a la luz de las estrellas entre naranjos, magnolios y con olor a jazmín (desde 162 euros).

placeholder El hotel Molino del Arco, en plena Serranía de Ronda. (Cortesía)
El hotel Molino del Arco, en plena Serranía de Ronda. (Cortesía)

O el Molino del Arco, un cortijo andaluz del XVIII, también entre olivos centenarios y viñedos (desde 121 euros) o el Montelirio, una casa señorial que es un espléndido mirador sobre el Tajo (desde 114 euros). Y el hotel Catalonia Reina Victoria, en un hermoso pinar muy cerca del centro histórico, con piscina y un jardín de 3.000 metros cuadrados (desde 135 euros). En fin, de ensueño. Y, por supuesto, el Recreo de San Cayetano, la finca de los Rivera Ordóñez (3.000 metros cuadrados, 5 habitaciones, 7 baños, según reza en el portal Homeaway), donde reposan las cenizas del director de 'Ciudadano Kane'.

placeholder La finca Recreo de San Cayetano, de los Rivera Ordóñez, por dentro. (Cortesía Homeaway)
La finca Recreo de San Cayetano, de los Rivera Ordóñez, por dentro. (Cortesía Homeaway)

En Ronda pasa lo mismo que en Mont Sant-Michele, que uno tiene que abrir bien los ojos, muy bien, no solo para ver la increíble maravilla que tiene delante, sino para comprobar, cual Segismundo, que no se trata de un sueño (otro). Sin exagerar. No es de extrañar que se enamorara de ella un poeta como Rilke o el propio Juan Ramón (Jiménez), ni que, en otro orden de cosas, la adoren los hermanos Rivera Ordóñez. Aquí tienen su finca familiar (se alquila a 664 euros la noche, para 10 personas), Recreo de San Cayetano. La tauromaquia y una serranía cuajada de bandoleros causaron una profunda impresión en muchos insignes viajeros que, como Ernest Hemingway, pasaron (y este se quedó para siempre) por Andalucía. El viaje que emprendemos no podía ser más romántico. Le habría gustado a Goethe y... a Lord Byron.

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