Escápate ya al pueblo más royal (y bonito) de Zaragoza, Sos del Rey Católico

Como nos ha subido la fiebre royal con eso de que hay un nuevo inquilino en Windsor, hemos decidido ir a celebrarlo a nuestra manera en el pueblo más real de nuestra geografía, que está en Zaragoza y que tiene nombre de festival de acción artística sostenible (el SOS 4.8 de Murcia), además de ser la manera universal de pedir socorro. Pero nada más lejos de la realidad, por esto último: de Sos del Rey Católico nadie nos va a tener que salvar. Al contrario, nosotros, entre tanto edificio ilustre, a nuestras anchas.

Un pueblo digno de reyes

Cuentan las crónicas que aquí quiso la suerte, y los avatares históricos, que viniera al mundo Fernando el Católico, por lo que es natural que se llame como se llama desde entonces, cuando era tan solo Sos, sin estar tocado por la varita de la realeza. Y el lugar es royal por demás: aristocrático hasta en sus rincones. Por no hablar de palacios, iglesias, puertas de muralla y el castillo que lo corona. Por cierto, el rey Fernando nació en 1452 en el Palacio de Sada, donde fue acogida la reina doña Juana para dar a luz. Hoy alberga la Oficina de Turismo y el Centro de Interpretación que lleva el nombre del legendario monarca.

Una de la Cinco Villas que... son 31

Sos del Rey Católico, por situarnos, pertenece a la comarca de las Cinco Villas, que en realidad son 31. Pero en origen eran cinco. A saber: Ejea de los Caballeros, que es la capital, Tauste, Sádaba, Uncastillo y la que nos ocupa. Por cierto, no tienen desperdicio. Queremos decir que ya que estás por aquí, de ruta aragonesa, no te las pierdas. Estamos al noroeste de la provincia de Zaragoza, ya casi en Navarra, en el Prepirineo aragonés, entre montañas y cerca de la sierra de Leyre. Si eres amante del senderismo, una ruta muy buena es ir andando hasta el puente de Uncastillo, por la fuente de Calderón.

Un viaje al pasado y un érase una vez

Aquí es fácil imaginar, fácil viajar en el tiempo, fácil aprenderse la lección de historia. Fue una plaza fuerte, es una villa medieval con una muralla defensiva que la protegía y de la que se conservan siete puertas que dan acceso a intramuros: hay una de Jaca y otra de la Reina, por citar dos. Y ha sabido envejecer muy pero que muy bien; ya quisiéramos. Ahí está la Casa de la Villa, el ayuntamiento, renacentista del XVI, con fachada de sillería, patio de mosaico de cantos rodados, galería de arquillos y blasón; el castillo, donde se originó todo, en lo alto de la peña Feliciana, del que se conserva la Torre del Homenaje; el colegio Isidoro Gil de Jaz, que fue un ministro de Carlos III, educado en estos pagos, y es también un portento arquitectónico, en la misma plaza de la Villa; el monasterio e iglesia de Valentuñana…

Una judería, pinturas góticas...

Esto es un no parar. Porque Sos conserva también su judería medieval, el llamado Barrio Alto, que tiene como corazón la plaza de la Sartén; la ermita de Santa Lucía, con unas pinturas murales góticas en el ábside que hay que ver sí o sí, lo mismo que las de la iglesia de San Esteban, junto al castillo, a la que se accede por una portada románica del siglo XII. Todo es muy antiguo aquí.

Y encima, escenario de una peli de Berlanga

Podía haber sido escogido por Ridley Scott para hacer una de las suyas históricas, pero lo fue por nuestro Luis García Berlanga como escenario de 'La vaquilla', que se rodó aquí en 1985, por supuesto con los vecinos como extras. Y tanto relumbrón le dio el hecho al pueblo, ahora de corte cinematográfico, que en 2009, cuando se cumplía el 25 aniversario, se colocaron 12 esculturas (sillas de director de cine) con una claqueta en la que se reproducen algunas de las mejores frases de la película, y a estas hay que sumar la estatua del propio director, colocada a la entrada del túnel que va a la cripta de la iglesia. Así que puedes hacer también la ruta berlanguiana, mientras repasas el árbol genealógico de los RRCC (Reyes Católicos).

Dónde dormir… y comer

El Parador Nacional de Turismo, un edificio noble de estilo aragonés, muy a tono con el lugar, te está llamando a gritos. Su decoración es tipo palacio y sus habitaciones presumen de aristocrática elegancia y amplios ventanales. ¿Quién dijo minimalismo? ¿Espacios diáfanos? Precio: desde 81 euros. Además, en su restaurante, como suele suceder, te ofrecerán la cocina de la comarca, igual que en La Cocina del Principal. Pochas, migas, alcachofas, cardo y borraja, caza y setas, ternasco de Aragón, a la brasa de carbón vegetal y asado al horno, todo a la manera tradicional, en una casa noble (¡otra!) del siglo XV en todo el centro. Además, está en la calle Fernando el Católico, 13. Puedes quedarte a dormir también en el hotel El Peiron, una casa del siglo XVII abrazada a la muralla y a una de sus puertas de entrada. Precio: desde 78 euros.