Los trucos que nunca fallan para adelgazar sin hacer dieta

Hacer dieta no es la única forma de perder peso, de hecho ni siquiera es la mejor. Sobre todo porque gran parte de las dietas controlan lo que consumimos durante un tiempo determinado y una vez finalizadas te dejan de nuevo a tu suerte, regresando a los malos hábitos que tenías. Precisamente por eso, para perder peso la cuestión no es tanto hacer una dieta, sino en realizar un cambio de hábitos que podamos mantener a largo plazo. Si lo hacemos así, veremos cómo poco a poco nos sentimos más sanas y ligeras.

Dicho esto, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudarnos a conseguir nuestro objetivo.

Come más veces

Una de las cosas que en ocasiones hacemos mal es comer en exceso. Llega la hora de sentarnos a la mesa y devoramos todo lo que tenemos delante. Esto puede hacernos sentir más pesadas e incluso tener digestiones más lentas.

Una buena forma de evitarlo es realizar cinco comidas al día, así evitaremos pasar hambre e ingerir más de lo que necesitamos. Además de esta forma conseguiremos mantener un nivel de energía más constante a lo largo del día. Prueba con un desayuno equilibrado y que nos aporte lo que necesitamos para afrontar la jornada y una cena ligera que nos ayude a dormir.

Come mejor

Este punto no se refiere solo a los productos que consumimos, aunque también es así. Si durante las comidas nos centramos en lo que estamos haciendo evitando distracciones, comiendo lento y masticando bien, estaremos ayudando a nuestro cuerpo y nuestra mente.

Así facilitamos la digestión, pero también nos relajamos y concentramos en el momento presente, lo que puede ayudarnos a rebajar los niveles de estrés a los que solemos enfrentarnos. Un momento de calma y de disfrute a la hora de la comida.

Una comida que, como hemos comentado, también es importante. Productos frescos, cocinados por nosotras mismas y en proporciones equilibradas. Se puede comer de todo, pero con moderación. Eso sí, evita en la medida de lo posible los productos ultraprocesados.

Bollería y dulces deben ser casi anecdóticos en tu alimentación, así como los productos ricos en grasas saturadas y azúcares. Si quieres algo dulce, prueba con una onza de chocolate negro o una pieza de fruta. Las bebidas alcohólicas no son muy recomendables tampoco.

Hidrátate

Es importante mantenernos hidratados y para ello lo mejor que puedes tomar es agua. Si te resulta aburrida, puedes probar con infusiones o añadiéndole un poco de limón o jengibre. Es importante beber líquidos porque aumentan nuestra energía y evitan el estreñimiento.

Muévete

Si acompañas todos estos consejos de un poco de actividad física, ya lo tendrás todo bajo control. El ejercicio es importante para ayudarnos a estar en forma, tonificar los músculos y sentirnos mejor, más flexibles, más fuertes y ligeras. ¡Muévete todo lo que puedas!